Desarrollo del sector público y privado

Desarrollo de los sectores público y privado

El PIIE presta apoyo al sector privado (en particular a las pequeñas y medianas empresas o PYME) para crear y reforzar las capacidades técnicas y de gestión para el suministro de infraestructuras sostenibles basadas en enfoques de recursos locales.

Los contratistas privados suelen realizar obras de infraestructura (viviendas, carreteras, agua y saneamiento, instalaciones sanitarias y educativas), por lo que es importante que puedan funcionar en un entorno empresarial propicio. Para crear una industria local de la construcción competente, el PIIE trabaja en las siguientes áreas.

Creación de un entorno propicio y de sistemas de entrega

Las relaciones contractuales entre el cliente, los consultores y los contratistas (especialmente las PYME) no suelen estar reguladas de forma equitativa. Esto se debe a la falta de un sistema legal o de un entorno que apoye los derechos y las obligaciones de los pequeños contratistas en el diseño de los programas de infraestructura rural.

Por lo tanto, es esencial crear un entorno propicio en el que los pequeños contratistas puedan desarrollar y gestionar eficazmente su negocio en el sector. Un entorno propicio debe adaptar las regulaciones relevantes para los contratistas, incluyendo la garantía de un sistema de contratación que puedan gestionar, dándoles acceso a los recursos (por ejemplo, crédito, equipos, materiales, continuidad del trabajo), fijando los salarios, al mismo tiempo que se considera la legislación nacional sobre el salario mínimo y la productividad del trabajo.

Identificación, registro y gestión de contratos de los contratistas 

Permitir la clasificación y selección de contratistas es de suma importancia para abrir el mercado de la construcción del sector público a los contratistas emergentes, pequeños y medianos. A menudo, un sistema de registro y clasificación gubernamental no contempla los requisitos específicos de los métodos de trabajo basados en la mano de obra, lo que excluye a los contratistas que se incorporan al sector (es decir, las PYME). Los criterios de registro pueden requerir el establecimiento de una categoría especial dentro del sistema de clasificación existente para esos contratistas.

La gestión de los contratos implica la introducción de procedimientos que permitan a los organismos contratantes adquirir obras y servicios del sector público, que luego subcontratan el diseño y la supervisión de las obras de construcción a consultores. Los sistemas y procedimientos de gestión adecuados, por ejemplo, abren una competencia eficiente, transparencia y responsabilidad en la contratación, y permiten a las PYME participar de forma efectiva y justa en el mercado de la construcción.

La solución óptima es emitir contratos que permitan a las PYME crecer y mantenerse, preferiblemente agrupando el trabajo en contratos manejables. Esto puede lograrse mediante la contratación de operaciones de trabajo específicas que puedan llevarse a cabo con los recursos y las tecnologías disponibles (por ejemplo, actividades de sólo mano de obra, trabajos en pequeñas estructuras, bioingeniería, fontanería, techado, etc.).

Desarrollo de conocimientos y habilidades técnicas, incluyendo las prácticas laborales y las salvaguardias sociales y medioambientales

Una formación profesional efectiva es un importante factor de desarrollo para una industria de la construcción que se esfuerza. Las PYME suelen carecer de acceso a la formación, lo que compromete su entorno empresarial, afecta a la calidad de las obras, los costes y la sostenibilidad, y aumenta las exigencias de mantenimiento. La inversión en formación no debe considerarse sólo para un grupo específico de profesionales, sino como un programa de desarrollo de la capacidad total que implique a todas las partes interesadas para todo el sector de la construcción.