2. Trabajo infantil

Desarrollo Sostenible

Trabajo Decente

Economía Social Ambiental Empleo Protección Rerechos Diálogo
Metas de los ODS pertinentes
8.7, 16.2
Resultados en materia de políticas pertinentes
2, 8, 10

En esta página: Relación entre la Agenda de Trabajo Decente y los ODS | Ejes de política transversales | Las alianzas | Capacidad de la OIT | Recursos

En los últimos dos decenios se han hecho importantes avances en pos de la erradicación del trabajo infantil. Sin embargo, quedan muchos obstáculos por delante: mientras que el número global de niños en situación de trabajo infantil ha disminuido en una tercera parte desde el año 2000, aún quedan 168 millones de niños en situación de trabajo infantil, y más de la mitad de ellos —85 millones— en trabajos peligrosos. El mandato de la OIT en el área de trabajo infantil se basa en dos convenios fundamentales: el Convenio sobre la edad mínima, 1973 (núm. 138) y, particularmente, el Convenion sobre las peores formas de trabajo infantil, 1999 (núm.182), que rápidamente se transformó en el instrumento más ratificado de la OIT (pues ha sido objeto de 180 ratificaciones hasta la fecha).

Existen diferencias importantes entre los distintos tipos de trabajo que realizan los niños. Algunos son difíciles y exigentes, otros son más peligrosos y moralmente censurables. No todo el trabajo que realizan los niños debe clasificarse como trabajo infantil y debe de ser eliminado. La participación de los niños o adolescentes en el trabajo que no afecte su salud y desarrollo personal o interfiera con la escolarización puede ser algo positivo (16).

El trabajo infantil, en sentido estricto, se define como el trabajo que priva a los niños de la escolaridad, menoscaba su potencial y dignidad, y es nocivo para su desarrollo físico y mental. El término hace referencia al trabajo que los priva de la oportunidad de ir a la escuela, los obliga a abandonarla en forma prematura, o les exige que intenten combinar la asistencia a la escuela con trabajos pesados y de horarios excesivamente prolongados.

En sus formas más extremas, el trabajo infantil implica la esclavitud del niño, la separación de su familia, y la exposición a peligros y enfermedades graves, o bien el abandono a su suerte en las calles de grandes ciudades a una edad muy temprana. La prioridad de la OIT es eliminar sin más demora las peores formas de trabajo infantil, según se definen en el artículo 3 del Convenio de la OIT núm. 182:
  1. Todas las formas de esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, como la venta y trata de niños, la servidumbre por deudas y la condición de siervo, y el trabajo forzoso u obligatorio, incluido el reclutamiento forzoso u obligatorio de niños para utilizarlos en conflictos armados;
  2. La utilización, el reclutamiento o la oferta de niños para la prostitución, la producción de pornografía o actuaciones pornográficas;
  3. La utilización, el reclutamiento o la oferta de niños para la realización de actividades ilícitas, en particular la producción y el tráfico de estupefacientes, tal como se definen en los tratados internacionales pertinentes;
  4. El trabajo que, por su naturaleza o por las condiciones en que se lleva a cabo, es probable que dañe la salud, la seguridad o la moralidad de los niños.
Todo aquel trabajo que ponga en peligro el bienestar físico, mental o moral del niño, ya sea por su propia naturaleza o por las condiciones en que se realiza, se denomina «trabajo peligroso» (17).

Las estadísticas más recientes en materia de trabajo infantil también revelan que:
  • La región de Asia y el Pacífico registra los números más altos (casi 78 millones, que representan el 9,3 por ciento de la población infantil); no obstante, la región del África Subsahariana sigue sufriendo la mayor incidencia de trabajo infantil (59 millones, más del 21 por ciento).
  • Mientras que en América Latina y el Caribe hay 13 millones de niños (8.8 por ciento) en situación de trabajo infantil, en el Medio Oriente y el África meridional hay 9,2 millones (8,4 por ciento).
  • La agricultura sigue siendo por mucha diferencia el sector de más peso en materia de trabajadores infantiles, pues concentra a 98 millones de niños (59 por ciento); los problemas no son menores en el sector de los servicios (54 millones) y en la industria (12 millones). La mayoría está inserta en la economía informal.
  • El trabajo infantil entre las niñas se redujo en un 40 por ciento desde el año 2000, en comparación con el 25 por ciento de los niños (18).
El Programa Internacional de la OIT para la Erradicación del Trabajo Infantil (IPEC, por sus siglas en inglés), integrado actualmente al Servicio FUNDAMENTALS, se propone erradicar en forma progresiva el trabajo infantil en todo el mundo. Desde sus inicios en el año 1992, el IPEC ha trabajado para este fin de diversas formas: mediante programas nacionales que promueven una reforma política, crean capacidad institucional y procuran la adopción de medidas concretas para eliminar el trabajo infantil; y mediante actividades de sensibilización y movilización encaminadas a cambiar las actitudes sociales y promover la ratificación y aplicación efectiva de los Convenios de trabajo de la OIT. Estas iniciativas permitieron que cientos de miles de niños fueran apartados del trabajo y rehabilitados, o evitaron su ingreso a la fuerza de trabajo. Complementando todas estas acciones directas, ha habido investigaciones estadísticas y cualitativas exhaustivas, análisis jurídicos y de políticas, evaluación de programas y seguimiento del trabajo infantil; todo ello ha permitido alimentar con datos una enorme base de conocimientos y metodologías estadísticos, estudios temáticos, buenas prácticas, orientación y materiales didácticos. IPEC+ (que combina la lucha contra el trabajo infantil y la erradicación del trabajo forzoso) es uno de los cinco programas de referencia de la OIT19.

Relación entre la Agenda de Trabajo Decente y los ODS

El trabajo infantil constituye una violación de los derechos humanos fundamentales, y ha quedado demostrado que obstruye el desarrollo infantil. La pobreza en el hogar y el trabajo infantil están muy interconectados; a su vez, el trabajo infantil contribuye a perpetuar la pobreza de una generación a otra, y a impedir la movilidad social basada en la educación y escolarización adecuadas.

La eliminación del trabajo infantil figura explícitamente en la meta 8.7, que exhorta a la comunidad mundial a «adoptar medidas inmediatas y eficaces para erradicar el trabajo forzoso, poner fin a las formas modernas de esclavitud y la trata de seres humanos y asegurar la prohibición y eliminación de las peores formas de trabajo infantil, incluidos el reclutamiento y la utilización de niños soldados y, a más tardar en 2025, poner fin al trabajo infantil en todas sus formas». La meta 8.7 de los ODS hace referencia a la dimensión de la «gente», el pilar social y la naturaleza de la Agenda 2030 basada en los derechos. El trabajo vinculado al trabajo infantil también respalda la meta 16.2 de los ODS: «poner fin al maltrato, la explotación, la trata y todas las formas de violencia y tortura contra los niños», y contribuye a la aplicación de la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño, que entró en vigor en 1990.

Como se ha mencionado anteriormente, la eliminación del trabajo infantil es materia de dos de los ocho convenios fundamentales de la OIT, que deben ser respetados por todos los Estados Miembros de la OIT, ya sea que los hayan ratificado o no. Todos los mandantes de la OIT están unidos en la lucha por la erradicación de las peores formas de trabajo infantil, y muchos departamentos técnicos contribuyen a esta lucha, además del IPEC.

Ejes de política transversales

La eliminación del trabajo infantil no solo está codificada en los Convenios núm. 138 y núm. 182, sino que también se hace referencia a esta cuestión en muchos otros convenios y recomendaciones de la OIT, especialmente en el Convenio sobre el trabajo decente para las trabajadoras y los trabajadores domésticos, 2011 (núm. 189). El hecho de que muchas dependencias de toda la OIT contribuyan a la lucha contra el trabajo infantil da cuenta de la naturaleza transversal de este trabajo.

La lucha contra el trabajo infantil solo podrá ganarse dando participación activa a las organizaciones de trabajadores y empleadores mediante un proceso de diálogo social con los gobiernos. En 2010, la Organización Internacional de Empleadores (OIE) y la Confederación Sindical Internacional (CSI) se reunieron para establecer la Plataforma del Trabajo Infantil, que opera bajo la égida del Grupo de trabajo sobre los principios laborales del Pacto Mundial de las Naciones Unidas.

El trabajo infantil es un fenómeno que afecta tanto a las niñas como a los niños; el hecho de ser niño o niña puede determinar la edad a la que comenzarán a trabajar y en qué ocupación en particular. Las diferencias de género pueden afectar el acceso de un niño a la educación y la asistencia. La OIT toma en consideración estas y muchas otras cuestiones que influyen en el trabajo infantil, para llevar a cabo las acciones tendientes a la eliminación de este flagelo.

Muchos niños trabajan en ocupaciones peligrosas, por ejemplo, la recolección de basura en basurales o el reciclaje de desechos electrónicos. Los programas dirigidos a mejorar las condiciones de trabajo en esas ocupaciones, como por el ejemplo el programa de la OIT Empleos Verdes, también contribuirán a mejorar la situación de los niños que realizan esos trabajos.

Las alianzas

La lucha contra el trabajo infantil ha estado respaldada por contribuciones voluntarias, financiación nacional y el apoyo del sector privado, actores no estatales, fundaciones y organismos de las Naciones Unidas de ideas afines.

Para sostener el trabajo de la OIT se han formado diversas alianzas vinculadas al trabajo infantil: en 1998 se creó la Marcha Mundial contra el Trabajo Infantil, una red mundial de sindicatos y organizaciones de docentes y de la sociedad civil que trabajan juntos para eliminar y prevenir todas las formas de trabajo infantil, la esclavitud y la trata, y garantizar que todos los niños tengan acceso a la educación. La Marcha Mundial se complementó en 2007 con la Asociación internacional para la cooperación en materia de trabajo infantil en la agricultura; en 2010 se agregó la mencionada Plataforma de Trabajo Infantil; y, en 2016, se creó la Alianza 8.7, que procura erradicar el trabajo forzoso, la esclavitud moderna, la trata humana y el trabajo infantil.

Capacidad de la OIT

La capacidad de la OIT —tanto en la sede como en las oficinas exteriores— para luchar contra el trabajo infantil ha estado en gran medida determinada por el tamaño del programa de cooperación para el desarrollo IPEC, dado que la gran mayoría del trabajo especializado en trabajo infantil de la OIT se financia con fondos provenientes de recursos extrapresupuestarios. El IPEC sigue siendo uno de los programas de cooperación para el desarrollo más grandes de la OIT, pero su tamaño se ha reducido en forma considerable en los últimos años, al igual que la capacidad conexa de la OIT. Desde 2014, el equipo de IPEC de la OIT en la sede ha quedado integrado al servicio de la OIT FUNDAMENTALS, que pertenece al Departamento de Gobernanza.

Recursos

En el sitio web del Programa IPEC de la OIT se podrán encontrar enlaces a una amplia gama de temas técnicos, datos y recursos de información, proyectos activos, y actividades en los países y organizadas por los socios. También podrán encontrarse recursos en la página de Temas dedicada a trabajo infantil del sitio web de la OIT, en los sitios web mencionados en «Alianzas».


16. Organización Internacional del Trabajo (OIT). ¿Qué se entiende por trabajo infantil? OIT-IPEC. ILO IPEC. [En línea] 1 de diciembre de 2016. http://ilo.org/ipec/facts/lang--es/index.htm.

17. —. ¿Qué se entiende por trabajo infantil? (IPEC). Organización Internacional del Trabajo. [En línea] 6 noviembre 2016. /ipec/facts/lang--es/index.htm.

18. OIT-IPEC. Medir los progresos en la lucha contra el trabajo infantil. Estimaciones y tendencias mundiales entre 2000 y 2012. Ginebra: 2013.

19 - IPEC+: la OIT ha integrado muchos de sus proyectos técnicos, incluido el IPEC+, en cinco programas de referencia, concebidos para mejorar la eficacia y el impacto de la cooperación para el desarrollo con sus mandantes a nivel mundial. Los otros cuatro programas son: Programa Mejores Trabajos, Programa de Acción Global para la Prevención en el ámbito de la Seguridad y Salud en el Trabajo, Iniciativa del Piso de Protección Social, y Programa Empleo para la Paz y la Resiliencia.