Igualdad Salarial
La igualdad salarial debe ser una prioridad en la recuperación de la crisis de COVID-19
La Coalición Internacional para la Igualdad de Remuneración afirma que los gobiernos deben adoptar medidas para reducir la disparidad salarial entre hombres y mujeres.
GINEBRA (OIT Noticias) – Con motivo del primer Día Internacional de la Igualdad Salarial, la Coalición Internacional para la Igualdad de Remuneración (EPIC) instó a todos los líderes a dar los pasos necesarios a fin de garantizar que la igualdad salarial esté en el centro de los esfuerzos de recuperación de la COVID-19 en todo el mundo.
Dirigida por la OCDE, la OIT y ONU Mujeres, la Coalición congrega a un conjunto diverso de actores y de conocimientos técnicos para apoyar a los gobiernos, empleadores, trabajadores y sus organizaciones a que realicen progresos concretos y coordinados hacia la igualdad salarial entre hombres y mujeres en todo el mundo.
La COVID-19 ha puesto de manifiesto el hecho de que nuestras economías y sociedades se basan en el trabajo – con frecuencia subestimado o no remunerado – de las mujeres y las niñas, señala EPIC. A nivel mundial, las mujeres constituyen 70 por ciento del personal sanitario y están en la primera línea como trabajadoras esenciales, líderes comunitarios, proveedoras de cuidados y asistentes sociales. Antes de la COVID-19, las mujeres realizaban, en promedio, tres veces más trabajo de cuidado no remunerado que los hombres, y esta responsabilidad ha aumentado con la pandemia, a causa del cierre de las escuelas y las crecientes necesidades de cuidados de los familiares ancianos.
Las repercusiones económicas a corto plazo de la crisis de COVID-19 han tenido un impacto desproporcionado sobre las mujeres que forman parte de la población activa. Los sectores que dependen de la interacción física con el cliente – muchos de los cuales son grandes empleadores de mujeres – tales como los servicios de alojamiento, restauración, bebidas y venta al por menor, han sido gravemente afectados por las consecuencias económicas de la pandemia.
Además, las mujeres tienen mayores probabilidades que los hombres de trabajar en los segmentos más vulnerables de la economía informal como trabajadoras domésticas, trabajadoras a domicilio en los escalones más bajos de las cadenas mundiales de suministro, o como trabajadoras familiares no remuneradas. Como resultado, están menos protegidas contra el despido, y tienen un acceso reducido a la protección social, incluso a la licencia retribuida por enfermedad.
En ocasión del Día Internacional de la Igualdad Salarial, los líderes mundiales se comprometieron a adoptar medidas positivas para reducir la disparidad salarial entre hombres y mujeres durante un evento que tuvo lugar en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York. La Coalición instó a los gobiernos, los empleadores y los trabajadores y sus organizaciones, el sector privado, la sociedad civil y el mundo académico a garantizar que las respuestas políticas integradas estén dirigidas a mitigar la pérdida de empleos y de ingresos, y a garantizar que las mujeres no terminen soportando de manera desproporcionada la pérdida de empleos y de ingresos a consecuencia de la pandemia.
Al reflexionar sobre su experiencia personal y como defensora de la igualdad salarial, la capitana del equipo Nacional de Fútbol Femenino de EE.UU., Megan Rapinoe, declaró: “Necesitamos mujeres para luchar con fuerza. Necesitamos voluntad política para promulgar y aplicar la legislación. Necesitamos voluntad social. Todas las leyes del mundo no tienen ningún valor si el mundo no desea alcanzar este objetivo. Tenemos que llegar a ello desde todos los ámbitos”.
En el evento, fue enviado un mensaje colectivo por parte de todos miembros del Comité Directivo de EPIC, incluidos el Presidente de Islandia, Guoni Johannessoe; el Secretario General de la Organización Internacional del Empleadores, Roberto Suárez Santos; la Secretaria General de la Confederación Sindical Internacional, Sharan Burrow; así como los jefes de la Secretaría de EPIC, Guy Ryder, Director General de la OIT; Phumzile Mlambo-Ngcuka, Directora Ejecutiva de ONU Mujeres; y Ángel Gurría, Secretario General de la OCDE.
El mensaje hace un llamado a favor de una respuesta económica a la COVID-19 que otorgue prioridad a la consecución de la igualdad de remuneración por un trabajo de igual valor como principal motor de una recuperación inclusiva, resiliente y sostenible; reconozca el valor del trabajo no remunerado y ofrezca acceso a servicios asequibles como el cuidado de los niños y la asistencia médica.
Sylvie Durrer, Directora de la Oficina Federal Suiza para la Igualdad de Género y Presidenta del Comité de Dirección de EPIC, señaló la importancia de la colaboración en este este esfuerzo. “Sólo juntos podremos garantizar que la respuesta y los esfuerzos de recuperación contribuyan a la construcción de un mundo de trabajo más inclusivo y justo”, declaró.
Dirigida por la OCDE, la OIT y ONU Mujeres, la Coalición congrega a un conjunto diverso de actores y de conocimientos técnicos para apoyar a los gobiernos, empleadores, trabajadores y sus organizaciones a que realicen progresos concretos y coordinados hacia la igualdad salarial entre hombres y mujeres en todo el mundo.
La COVID-19 ha puesto de manifiesto el hecho de que nuestras economías y sociedades se basan en el trabajo – con frecuencia subestimado o no remunerado – de las mujeres y las niñas, señala EPIC. A nivel mundial, las mujeres constituyen 70 por ciento del personal sanitario y están en la primera línea como trabajadoras esenciales, líderes comunitarios, proveedoras de cuidados y asistentes sociales. Antes de la COVID-19, las mujeres realizaban, en promedio, tres veces más trabajo de cuidado no remunerado que los hombres, y esta responsabilidad ha aumentado con la pandemia, a causa del cierre de las escuelas y las crecientes necesidades de cuidados de los familiares ancianos.
Las repercusiones económicas a corto plazo de la crisis de COVID-19 han tenido un impacto desproporcionado sobre las mujeres que forman parte de la población activa. Los sectores que dependen de la interacción física con el cliente – muchos de los cuales son grandes empleadores de mujeres – tales como los servicios de alojamiento, restauración, bebidas y venta al por menor, han sido gravemente afectados por las consecuencias económicas de la pandemia.
Además, las mujeres tienen mayores probabilidades que los hombres de trabajar en los segmentos más vulnerables de la economía informal como trabajadoras domésticas, trabajadoras a domicilio en los escalones más bajos de las cadenas mundiales de suministro, o como trabajadoras familiares no remuneradas. Como resultado, están menos protegidas contra el despido, y tienen un acceso reducido a la protección social, incluso a la licencia retribuida por enfermedad.
En ocasión del Día Internacional de la Igualdad Salarial, los líderes mundiales se comprometieron a adoptar medidas positivas para reducir la disparidad salarial entre hombres y mujeres durante un evento que tuvo lugar en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York. La Coalición instó a los gobiernos, los empleadores y los trabajadores y sus organizaciones, el sector privado, la sociedad civil y el mundo académico a garantizar que las respuestas políticas integradas estén dirigidas a mitigar la pérdida de empleos y de ingresos, y a garantizar que las mujeres no terminen soportando de manera desproporcionada la pérdida de empleos y de ingresos a consecuencia de la pandemia.
Al reflexionar sobre su experiencia personal y como defensora de la igualdad salarial, la capitana del equipo Nacional de Fútbol Femenino de EE.UU., Megan Rapinoe, declaró: “Necesitamos mujeres para luchar con fuerza. Necesitamos voluntad política para promulgar y aplicar la legislación. Necesitamos voluntad social. Todas las leyes del mundo no tienen ningún valor si el mundo no desea alcanzar este objetivo. Tenemos que llegar a ello desde todos los ámbitos”.
En el evento, fue enviado un mensaje colectivo por parte de todos miembros del Comité Directivo de EPIC, incluidos el Presidente de Islandia, Guoni Johannessoe; el Secretario General de la Organización Internacional del Empleadores, Roberto Suárez Santos; la Secretaria General de la Confederación Sindical Internacional, Sharan Burrow; así como los jefes de la Secretaría de EPIC, Guy Ryder, Director General de la OIT; Phumzile Mlambo-Ngcuka, Directora Ejecutiva de ONU Mujeres; y Ángel Gurría, Secretario General de la OCDE.
El mensaje hace un llamado a favor de una respuesta económica a la COVID-19 que otorgue prioridad a la consecución de la igualdad de remuneración por un trabajo de igual valor como principal motor de una recuperación inclusiva, resiliente y sostenible; reconozca el valor del trabajo no remunerado y ofrezca acceso a servicios asequibles como el cuidado de los niños y la asistencia médica.
Sylvie Durrer, Directora de la Oficina Federal Suiza para la Igualdad de Género y Presidenta del Comité de Dirección de EPIC, señaló la importancia de la colaboración en este este esfuerzo. “Sólo juntos podremos garantizar que la respuesta y los esfuerzos de recuperación contribuyan a la construcción de un mundo de trabajo más inclusivo y justo”, declaró.