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Mercado laboral

Economías emergentes: ¿se ha traducido el crecimiento en más y mejores empleos?

Un nuevo libro de la OIT, que analiza las tendencias y reglamentaciones del mercado laboral en diversos mercados emergentes, presenta una serie de políticas que pueden dar lugar a una sinergia entre el crecimiento económico y la creación de empleos decentes.

Analísis | 21 de octubre de 2013
GINEBRA – A pesar de experimentar un crecimiento robusto durante las últimas décadas, los déficits de trabajo decente siguen siendo la norma para la mayoría de los trabajadores de las economías emergentes , según un nuevo libro de la OIT, titulado The Labour Markets of Emerging Economies: Has growth translated into more and better jobs?.

“Se han realizado progresos en la reducción de la pobreza y la mayoría de los países emergentes demostró ser bastante resistente a la crisis financiera mundial. No obstante, la realidad que enfrentan muchos trabajadores es falta de empleos decentes, trabajo informal y acceso limitado a la protección social y a la seguridad social”, señaló Sher Verick, especialista principal en materia de empleo de la Oficina de la OIT para Asia Meridional y coautor del informe con Sandrine Cazes.

El libro se centra en las semejanzas y diferencias de la situación laboral, las tendencias y las reglamentaciones de un gran número de economías emergentes. Presenta además estudios de casos sobre cuatro países en particular: Brasil, Indonesia, Sudáfrica y Turquía.

Según el libro, la gran parte de los empleos creados en las economías emergentes no ha generado empleos formales que ofrezcan acceso a los derechos y los beneficios laborales ni a la seguridad social. Entre los desafíos también se encuentra el acceso inadecuado a la educación y la formación de calidad, lo cual está asociado al desajuste entre las competencias de los que buscan trabajo y las ofertas de empleo.

En Sudáfrica, por ejemplo, durante la crisis financiera mundial las personas que poseían a lo sumo una educación escolar primara tenían tres veces más probabilidades de ser trabajadores desalentados que las personas con un título universitario. En Indonesia, los trabajadores con bajos niveles de educación están sobrerepresentados en el empleo ocasional.

Una evolución positiva de las últimas décadas es que los países emergentes recurren cada vez más a las políticas laborales y sociales para abordar los cambios estructurales y responder a las crisis. Estos enfoques innovadores incluyen programas de empleo público, salarios mínimos, incentivos a la iniciativa empresarial y formación, estos últimos con frecuencia dirigidos a las mujeres y a los jóvenes.

En Brasil, por ejemplo, el salario mínimo ha aumentado en más de 130 por ciento en términos reales desde 2004. Como resultado, los niveles de remuneración han ascendido y ha habido un impacto positivo sobre el sistema de pensiones, ya que los beneficios están vinculados al salario mínimo. Al mismo tiempo, el programa de transferencias condicionadas en efectivo “Bolsa Familia”, que beneficia a las familias pobres, ha contribuido con la reducción de la pobreza y de las desigualdades en el país.

De acuerdo con los autores, las instituciones del mercado laboral pueden desempeñar un papel fundamental en alcanzar resultados de trabajo decente en las economías emergentes, pero su eficacia aún constituye un desafío.

El libro presenta un número de políticas para traducir el crecimiento en creación de empleos decentes, tales como:
  • Estimular el regreso al trabajo por cuenta propia así como el cambio de la economía informal a la formal a través de fuertes incentivos (como la progresión fiscal, un mejor acceso a la seguridad social, etc.).
  • Fortalecer la aplicación y pertinencia de las reglamentaciones del mercado laboral con miras a incrementar la protección de los trabajadores sin reducir la creación de empleo por parte de los empleadores del sector privado.
  • Extender la cobertura de protección social para mejorar la seguridad de los ingresos de los trabajadores y sus familias.
  • Mejorar el acceso y la calidad de la educación y de la formación, y a la vez garantizar que los empleadores estén involucrados en el proceso para reducir los desajustes entre la demanda y la oferta de competencias.
  • Fortalecer las políticas del mercado laboral dirigidas a abordar los problemas estructurales a largo plazo y a mitigar el impacto de las crisis económicas y de los desastres naturales a través tanto de medidas específicas (por ejemplo, para jóvenes y mujeres) como estrategias universales (por ejemplo, programas de empleo público).
* Aunque no existe una definición única, las economías emergentes son (en su mayoría) países de ingresos medios que crecen y se desarrollan rápidamente. En este libro, la atención se centra sobre todo en las grandes economías emergentes que desempeñan un papel importante a nivel regional y mundial.