Esta historia fue escrita por la Sala de Noticias de la OIT. Para ver las declaraciones y discursos oficiales de la OIT, por favor visite nuestra sección "Declaraciones y Discursos".

Nuestro impacto, sus historias

Una vida más ecológica y prometedora gracias al cultivo de champiñones

La Cumbre de la ONU sobre la Acción Climática (23 de septiembre) examinará las consecuencias sociales y económicas de la transición a una economía más sostenible. Sin una transición justa y planificada, millones de medios de subsistencia se verán amenazados, en particular los de los trabajadores en situación de pobreza o vulnerabilidad. En el marco de un proyecto de la OIT en Bangladesh, se ha puesto de manifiesto que la aplicación de políticas adecuadas permite proteger el medio ambiente, mejorar la vida de los trabajadores y fomentar una economía más ecológica.

Reportaje | 4 de septiembre de 2019
Fatema Akhter
DHAKA (OIT Noticias) – Cuando Fatema Akhter tenía 10 años, su padre abandonó a su familia y contrajo matrimonio con otra mujer. Su madre, al quedarse sola, no disponía de los medios necesarios para que Fatema siguiera yendo a la escuela. La familia tuvo que separarse. Su madre se mudó con otros familiares a las afueras de Dhaka, pero no hubo sitio para Fatema, que padece parálisis cerebral. Una tía la acogió.

Cuando Fatema tuvo 15 años, su madre le enseñó a usar una máquina de coser y a confeccionar vestidos. Pero su estado de salud le impedía permanecer sentada o de pie (así como caminar) durante prolongados períodos de tiempo, de ahí que precisara mucho tiempo para confeccionar cada prenda de vestir. Su trabajo en la confección le permitía ganar mensualmente de 1.000 a 1.500 takas (de 11 a 17 USD).

Cuando Fatema oyó hablar del programa de capacitación sobre cultivo de champiñones impartido a través de la Fundación Access Bangladesh, sintió curiosidad. Se requería poca inversión y las exigencias físicas era asumibles para ella.

Dicho programa de capacitación formaba parte del Proyecto sobre desarrollo de competencias para fomentar el empleo y la productividad (B-SEP) en Bangladesh, iniciativa del Gobierno de dicho país financiada por Canadá y puesta en marcha por la OIT. En el proyecto colaboraron varios asociados locales para ayudar a empresarios a crear empleos verdes mediante capacitación profesional y empresarial, y facilitar capital inicial y asistencia en materia de comercialización. Se hizo hincapié en los grupos desfavorecidos, en particular las personas con discapacidad y o en situación de pobreza.

Los empleos verdes revisten especial importancia para Bangladesh, habida cuenta de que la poca altitud de su territorio hace que sea uno de los países más vulnerables frente al cambio climático y medioambiental. Dicho país ocupa actualmente el puesto núm. 173, de un total de 180, de acuerdo al Índice mundial de rendimiento ambiental elaborado por las universidades de Yale y Columbia para clasificar el nivel de eficacia ambiental de políticas aplicadas a escala nacional.

El fortalecimiento de la promoción de los “empleos verdes” no es una opción, sino una necesidad para Bangladesh, y complementa la iniciativa estratégica del Gobierno de dicho país de fomentar la economía verde y la adaptación al cambio climático."

Tuomo Poutiainen, Director de Oficina de País de la OIT para Bangladesh
En el marco del proyecto B-SEP se prestó especial atención a la vinculación de las actividades asociadas a empleos verdes a lo largo de la cadena de suministro ecológica. Por ejemplo, se ayudó a miembros desfavorecidos de la sociedad a reforzar sus actividades de recogida de residuos para producir fertilizantes orgánicos como productos derivados. Dichos fertilizantes se vendieron ulteriormente a grupos productores de alimentos y semillas seguros. Esa vinculación contribuyó al desarrollo de mercados para la comercialización de productos y servicios, así como a la sostenibilidad de las actividades empresariales.

En el proyecto se impartió capacitación en seis esferas, a saber, cultivo de champiñones, ecoturismo, elaboración de alimentos orgánicos y fertilizantes, recogida y clasificación de residuos, y comercialización de residuos inorgánicos. También se promovió el desarrollo de cooperativas y asociaciones, y se reforzaron los vínculos con comercios minoristas con objeto de fomentar la demanda de champiñones.

La labor llevada a cabo hasta ahora en el marco del proyecto para alentar a los empresarios a crear empleos verdes ha sido de utilidad para alrededor de 580 personas, más de la mitad de las cuales son mujeres.

A lo largo del curso sobre cultivo de champiñones, de tres meses de duración, Fatema tuvo ocasión de adquirir conocimientos sobre las ventajas económicas y nutricionales que brinda el cultivo de champiñones y la forma de gestionar una actividad empresarial.

Al concluir la capacitación se le proporcionaron semillas destinadas al cultivo de champiñones, así como 15.000 takas (177 USD) para construir un invernadero a tal efecto. Access Bangladesh, uno de los asociados locales del proyecto, gestiona una cooperativa que cultiva y distribuye semillas, cosecha champiñones y los vende en mercados de Dhaka.

Fatema tiene actualmente 20 años y sigue ganando dinero en el sector de la confección de prendas de vestir, que junto a los ingresos que obtiene mediante el invernadero de champiñones, le proporciona un salario mensual total promedio de 7.000 takas (82 USD), es decir, más de cuatro veces el salario que tenía previamente.

Debido a su estado de salud, sigue dependiendo de sus familiares, pero al contar con competencias e ingresos propios, por primera vez se siente en pie de igualdad con respecto al resto de miembros de su familia.

He tenido que luchar siempre desde mi infancia. Pero estoy muy agradecida al proyecto B-SEP por haberme alentado a cultivar champiñones para ser autosuficiente."

Fatema
“La OIT presta asistencia al Gobierno de Bangladesh desde hace más de un decenio para fortalecer el sistema de desarrollo de competencias en el país y contribuir a fomentar la capacitación y las oportunidades empresariales en el ámbito ecológico”, señaló el Sr. Poutiainen; “la historia de Fatema es un buen ejemplo de colaboración entre todas las partes interesadas para lograr un equilibrio sostenible entre el bienestar de la población corriente, la prosperidad de un país y el futuro de nuestro planeta.”

Puede ampliarse información en relación con la Cumbre sobre la Acción Climática a través de este enlace.