Esta historia fue escrita por la Sala de Noticias de la OIT. Para ver las declaraciones y discursos oficiales de la OIT, por favor visite nuestra sección "Declaraciones y Discursos".

Desarrollo rural

“¡El dinero llega a nosotros!”

Cómo un proyecto sostenido por la OIT ayudó a una comunidad rural a mejorar sus prácticas agrícolas, ampliar el acceso a los mercados, crear empleos y favorecer el desarrollo de pequeñas y medianas empresas.

Reportaje | 3 de marzo de 2014
MAUBISSE, Timor-Leste (OIT Noticias) – Anidado en las montañas sinuosas, a 1.500 metros de altitud, Maubisse es el lugar ideal para la producción de vegetales. Este pequeño subdistrito en el sudoeste de Timor-Leste cuenta con un clima fresco, altos niveles de pluviosidad y suelos fértiles.

Cuando los primeros rayos de sol iluminan el exuberante terreno, Maria de Jesus Mendoca y su familia comienzan a trabajar en el campo: regar, desherbar y sembrar semillas. Durante generaciones, el cultivo de vegetales ha sido el principal medio de subsistencia en esta zona donde viven alrededor de 22.000 personas. En la actualidad, el cultivo de vegetales se ha convertido en una fuente de ingresos estable. Según un agricultor local: “¡Ya no tenemos que salir a buscar el dinero. Ahora nos encuentra a nosotros!”.



 

Pero hace apenas dos años, los agricultores enfrentaban una situación difícil cuando intentaban vender sus vegetales. “Antes cultivábamos una gran cantidad de vegetales que sólo podíamos vender si los llevábamos al mercado”, contó Maria, de 47 años. “Si las personas no los compraban, teníamos que traerlos de nuevo a casa”. Con cuatro niños que criar, Maria tenía dificultades para cubrir sus necesidades. Otros agricultores vivían la misma situación. A pesar de la experiencia en el cultivo de la tierra acumulada por generaciones, los agricultores en Maubisse estaban limitados a causa de un acceso restringido al mercado, la carencia de insumos agrícolas y prácticas anticuadas.

Mujeres que plantan semillas en Maubisse
La situación comenzó a cambiar en mayo 2012 cuando una empresa hortícola local, Josephina Farm, se asoció con los agricultores. La empresa suministró semillas de hortalizas a los agricultores, les enseñó nuevas técnicas, como el cultivo de vegetales orgánicos y la preparación del abono orgánico. Cuando llegó la estación de la cosecha, los ayudaron a recoger las verduras, les pagaron en efectivo y transportaron los vegetales para ser vendidos en los supermercados de Dili, la capital.

“La situación ha mejorado”, declaró Maria. “Cultivamos las hortalizas y Josephina Farm las compra directamente en el lugar”. Su esposo, Orlando, está de acuerdo: “Estamos contentos porque ahora podemos garantizar una vida decente, para nosotros y nuestra familia”.

En la actualidad, la familia Mendoca cultiva un terreno de cuatro hectáreas donde crece una gran variedad de vegetales, como judías verdes, pepinos, calabacínes, brócolis, orugas, lechugas, berenjenas, rábanos, zanahorias, tomates, coles moradas, perejil y cilantro. Sus ingresos han aumentado y son estables. Antes de la asociación con Josephina Farm, los agricultores como ellos podían ganar 100 dólares al año, mientras que hoy día pueden ganar esa cantidad en una semana.

Guido Ximenes Sequeira, Director de Josephina Farm
El Director de Josephina Farm, Guido Ximenes Sequeira, sostiene que los beneficios que el proyecto ha aportado a los agricultores son tanto prácticos como concretos. “Ellos tienen mucho entusiasmo y trabajan juntos”, explicó. “Se pueden apreciar mejoras en las viviendas y los niños ahora van a la escuela y algunos hasta a la universidad”.

Se pueden apreciar mejoras en las viviendas y los niños ahora van a la escuela y algunos hasta a la universidad”
Estos cambios no hubiesen sido posibles sin el apoyo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Plenamente conscientes de las dificultades que experimentan los agricultores que cultivan hortalizas, la OIT estableció una asociación con IADE (Instituto para el apoyo a las empresas) e inició el proyecto BOSS de servicios y apoyo a las empresas. Este proyecto, financiado por Irish Aid y el programa de cooperación de Nueva Zelanda, tiene el objetivo de favorecer el desarrollo económico en las comunidades pobres, crear empleo de calidad para la población local y apoyar el desarrollo de pequeñas y medianas empresas.

Fue gracias al proyecto BOSS que Josephina Farm pudo experimentar el cultivo de vegetales por contrato en las montañas. El proyecto no sólo abarca las técnicas agrícolas sino que ofrece a los cultivadores una formación empresarial, que les permite calcular los costos con precisión a fin de establecer precios de venta adecuados para sus vegetales. Estos conocimientos básicos servirán de introducción para un nuevo curso de formación impartido por IADE, “Cree su empresa en agricultura”, que será lanzado en 2014.

Las buenas noticias viajan rápido en Maubisse. Otros agricultores quieren incorporarse al modelo de agricultura por contrato. Josephina Farm comenzó a trabajar con otras dos comunidades en Maubisse y está decidida a extender la experiencia a un distrito vecino en 2014. Muchas otras familias como los Mendoca deberían beneficiarse. Y probablemente compartirán la misma aspiración de Maria: “Nosotros nos quedamos aquí para seguir produciendo nuestros vegetales y actualmente podemos tener una vida decente”.