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- 666. Como consecuencia de la proclamación de la ley marcial en Polonia, el 13 de diciembre de 1981, y de las medidas tomadas por las autoridades contra el sindicato Solidaridad y sus militantes y dirigentes, la Confederación internacional de organizaciones sindicales Libres (CIOSL) y la Confederación Mundial del Trabajo (CMT) presentaron ante la OIT quejas por violación de los derechos sindicales en este país.
- 667. En vista de la naturaleza de los alegatos, el Director General propuso inmediatamente el envío de una misión de la OIT a Polonia con el fin de reunir informaciones sobre la situación sindical, incluyendo la de los sindicalistas que habían sido internados. En respuesta a esta propuesta, el Gobierno consideró que en las circunstancias del momento no era posible recibir una misión de la OIT.
- 668. Ulteriormente, el 18 y 19 de febrero de 1982, vino a la OIT una delegación del Ministerio del Trabajo, Salarios y Asuntos Sociales, dirigida por el Sr. Kryztof Gorski, subsecretario de Estado, la cual se entrevistó con el Director General y el presidente del Comité.
- 669. Basándose en ciertas observaciones transmitidas por el Gobierno en comunicaciones de 30 de diciembre de 1981 y 17 de febrero de 1962, así como en indicaciones transmitidas por la delegación del ministerio del Trabajo, Salarios y Asuntos Sociales, el Comité de Libertad Sindical examinó el caso en su reunión de febrero de 1982 y sometió al Consejo de Administración un informe provisional que éste aprobó en su 219.a reunión (marzo de 1982) (véase el 214.° informe del Comité, párrafos 696 a 751).
- 670. Ulteriormente, el Gobierno envió ciertas observaciones en una comunicación de 8 de mayo de 1982. Además, con el acuerdo del Gobierno, el Sr. Nicolas Valticos, ex Subdirector General de la OIT, fue a Polonia como representante del Director General, acompañado del Sr. Bernard Gernigon, jefe adjunto del Servicio de Libertad Sindical, y permaneció allí del 10 al 16 de mayo de 1982.
- 671. Polonia ha ratificado el Convenio sobre la libertad sindical y la protección del derecho de sindicación, 1948 (núm. 87), y el Convenio sobre el derecho de sindicación y de negociación colectiva, 1949 (núm. 98).
A. A. Alegatos de los querellantes
A. A. Alegatos de los querellantes
- I. Examen anterior del caso
- 672 En su reunión de febrero de 1982, el Comité observó con profunda preocupación que las quejas contenían alegatos graves referentes a la detención e internamiento masivos de sindicalistas, a la imposición de condenas por motivos de huelga, a la muerte de trabajadores acaecida en el curso de conflictos con las fuerzas del orden, al despido de miembros de Solidaridad y a las presiones ejercidas sobre ellos, así como a una suspensión general de las actividades sindicales. El Comité expresó su preocupación tanto más enérgicamente cuanto que había seguido con interés la evolución positiva de la situación sindical después de agosto de 1980.
- 673 Respecto a una eventual misión de la OIT a Polonia, el Comité tomó nota con pesar de la respuesta del Gobierno según la cual no era posible llevar a cabo dicha misión en las circunstancias de entonces. El Comité estimó que el envío a Polonia de una misión de la Oficina Internacional del Trabajo permitiría constatar los hechos y favorecer una evolución positiva de la situación. Por ello, el Comité consideró que debía insistir ante el Gobierno para que aceptase el envío de una misión de la OIT cuyo cometido sería obtener informaciones sobre todos los aspectos tanto de hecho como de derecho del presente caso. El Comité expresó la firme esperanza de que dicha misión podría desplazarse a Polonia en un futuro muy cercano.
- 674 En cuanto al fondo del caso, el Comité tomó nota de las explicaciones facilitadas por el Gobierno acerca de las razones que motivaron la proclamación del estado de guerra y, en particular, a propósito de las actividades de tipo político que habrían sido llevadas a cabo por Solidaridad. Sin embargo, el Comité observó que las medidas de excepción adoptadas tras dicha proclamación habían tenido repercusiones muy graves en el ejercicio de las libertades civiles y de los derechos sindicales. En consecuencia, y de conformidad con su práctica habitual, el Comité debió analizar las medidas tomadas por el Gobierno contra las organizaciones sindicales y ,sus afiliados.
- 675 En lo referente a la suspensión de las actividades sindicales, el Comité consideró que se trataba de una medida de particular gravedad ya que afectaba a todos los aspectos de la vida sindical y privaba así a los trabajadores del conjunto de derechos y medios de que deben disponer, según los términos del Convenio núm. 87, para defender sus intereses. El Comité se declaró profundamente convencido de que no era posible hallar la solución de los problemas económicos y sociales por que atraviesa un país aislando a las organizaciones sindicales y suspendiendo sus actividades. Muy por el contrario, añadió, sólo el desarrollo de organizaciones sindicales libres e independientes y la negociación con ellas pueden permitir al Gobierno en cuestión afrontar los problemas y resolverlos en la forma más favorable posible para los intereses de los trabajadores y de la nación. El Comité tomó nota de la declaración del Gobierno, según la cual la medida de suspensión era de carácter temporal. Expresó la firme esperanza de que las organizaciones sindicales existentes en Polonia, que habían sido legalmente reconocidas por las autoridades podrían reanudar lo más rápidamente posible sus actividades de defensa de los intereses económicos y sociales de los trabajadores sobre la base de una legislación sindical conforme con los Convenios núms. 87 y 98, ratificados por Polonia. El Comité estaba persuadido de que la falta de tal legislación no podía ser sino nefasta para el desarrollo de las relaciones profesionales en el país. El Comité tomó nota de que un esquema que regirá una nueva legislación sindical seria elaborado a finales de febrero de 1982. El Comité tomó nota igualmente de que en el marco del curso dado al caso núm. 909, el Gobierno había indicado que la introducción de la ley marcial no tenía incidencia sobre la prosecución de las actividades en relación con el proyecto de legislación, que sin embargo sería modificado en cierta medida, así como que el Gobierno informaría a la OIT sobre los progresos que interviniesen en este tema. Por tanto, el Comité rogó al Gobierno que le informase de toda medida que se tomara con miras a restablecer las actividades de las organizaciones sindicales existentes. También estimó que sería conveniente que, como ya se hizo anteriormente, el esquema que habría de regir la legislación y el proyecto de ley que se elaboraría a continuación fuesen sometidos, antes de su adopción, a la Oficina Internacional del Trabajo para que ésta pudiese formular sus comentarios.
- 676 De las informaciones en poder del Comité se desprendía que las autoridades habían procedido a internamientos en gran escala desde el inicio del estado de guerra y que la mayor parte de estas personas seguían detenidas. Después de transcurridos más de dos meses desde la proclamación del estado de guerra y la sumisión de las quejas ante la OIT, que fueron comunicadas inmediatamente al Gobierno, éste no había suministrado todavía informaciones precisas sobre la suerte de las personas internadas mencionadas por los querellantes, sobre todo en lo tocante a los lugares de detención. El Comité señaló que la detención o el internamiento de sindicalistas, y especialmente de dirigentes sindicales, por motivos relacionados con actividades de defensa de los intereses de los trabajadores, constituye una grave violación de las libertades públicas en general y de las libertades sindicales en particular. Por consiguiente, el Comité rogó al Gobierno que liberara a las personas que fueron internadas tan sólo a fin de impedirles que desempeñaran las actividades que ejercían antes del 13 de diciembre de 1981, ya que, según las propias indicaciones del Gobierno, en virtud de la Ley de Abolición (según la cual nadie podría ser inculpado a causa de actividades políticas realizadas antes del 13 de diciembre de 1981), estas personas deberían estar exentas de cualquier inculpación por dichas actividades. En cuanto a las otras personas, el Comité rogó al Gobierno que comunicase sin demora sus observaciones sobre los alegatos específicos formulados al respecto y, en particular, sobre los motivos precisos de tales internamientos, la situación de estas personas, los lugares donde se encontraban detenidas, así como que diese seguridades sobre las intenciones del Gobierno de liberar a los detenidos.
- 677 Respecto de los trabajadores condenados a penas de prisión por hechos posteriores al 13 de diciembre de 1981 relacionados con huelgas, el Comité observó que las penas aplicables podían llegar, según parece, hasta la pena de muerte en caso de huelga en las empresas requisadas. El Comité recordó a este respecto que la huelga constituye normalmente uno de los medios esenciales de que deben disponer los trabajadores para la defensa de sus intereses y que, por consiguiente, las medidas de encarcelamiento por tales hechos constituyen un grave ataque a la libertad sindical. A fin de examinar más a fondo los alegatos del caso, el Comité pidió informaciones sobre los cargos formulados contra las personas sancionadas y sobre los hechos precisos de que habían sido declaradas culpables.
- 678 El Comité observó asimismo que el Gobierno no había enviado informaciones acerca de las circunstancias de las muertes de trabajadores sobrevenidas, según la queja, en la mina de Wujek en Silesia. Dada la gravedad de estos alegatos, el Comité pidió al Gobierno que procediese lo antes posible a una investigación independiente a fin de esclarecer por completo los hechos y determinar responsabilidades en este asunto.
- 679 En cuanto a los alegatos relativos a los despidos y las presiones ejercidas contra los trabajadores para que renuncien a su afiliación sindical, el Comité recordó, de manera general, la importancia que atribuye a una protección eficaz contra la discriminación antisindical en el empleo, protección que debe ejercerse tanto en el sector privado como en el sector público y en la administración. El Comité rogó al Gobierno que comunicara sus observaciones acerca de los alegatos formulados de manera precisa por los querellantes acerca de esta cuestión.
- 680 En estas condiciones, el Consejo de Administración aprobó el informe provisional del Comité y, en particular, las conclusiones siguientes:
- "a) de manera general el Comité debe expresar su profunda preocupación ante la particular gravedad de los alegatos formulados por los querellantes;
- b) en cuanto a la suspensión de las actividades sindicales, el Comité subraya la especial gravedad de esta medida, que afecta a todos los aspectos de la vida sindical. El Comité toma nota de la declaración del Gobierno según la cual esta suspensión es temporal. En consecuencia, expresa la firme esperanza de que las organizaciones sindicales existentes en Polonia, que habían sido legalmente reconocidas por las autoridades podrán reanudar lo más rápidamente posible sus actividades sobre la base de una legislación sindical conforme con los Convenios núms. 87 y 98, ratificados por Polonia; el Comité observa que el esquema que regirá una nueva legislación sindical será elaborado a finales de febrero de 1982. El Comité ruega al Gobierno le informe de cualquier medida que tome para restablecer las actividades de las organizaciones sindicales existentes y le sugiere que someta a la Oficina Internacional del Trabajo el esquema que regirá la legislación y el proyecto de ley que se elaborará a continuación para que pueda formular sus comentarios al respecto;
- c) en cuanto a las medidas de internamiento tomadas contra un elevado número de dirigentes y miembros de Solidaridad desde el inicio del estado de guerra, el Comité señala que la detención de sindicalistas y de dirigentes sindicales por motivos relacionados con actividades de defensa de los intereses de los trabajadores constituye una grave violación de las libertades públicas y sindicales. Por consiguiente, el Comité ruega al Gobierno que libere a las personas que fueron internadas solamente con el objeto de impedirles que desempeñaran actividades que ejercían antes del 13 de diciembre de 1981, ya que, según las propias indicaciones del Gobierno, en virtud de la Ley de Abolición, estas personas deberían estar exentas de cualquier inculpación por dichas actividades. En cuanto a las otras personas, el Comité ruega al Gobierno se sirva comunicar sin demora sus observaciones sobre los alegatos específicos formulados a este respecto, en particular sobre los motivos precisos de estos internamientos, la situación actual de estas personas y los lugares donde se encuentran detenidas, así como que dé seguridades sobre sus intenciones en cuanto a la liberación de los interesados;
- d) en cuanto a las condenas impuestas por hechos posteriores a la proclamación del estado de guerra relacionados con huelgas, el Comité recuerda que la huelga constituye uno de los medios esenciales de que deben disponer los trabajadores para defender sus intereses y que las medidas de encarcelamiento por tales hechos constituyen un grave ataque a la libertad sindical. El Comité pide al Gobierno envíe informaciones sobre los cargos formulados contra los internados y los hechos precisos de que han sido declarados culpables;
- e) en cuanto a las muertes de trabajadores en la mina de Wujek, el Comité ruega al Gobierno que tome las disposiciones necesarias para que se proceda lo antes posible a una investigación independiente;
- f) en cuanto a los despidos y presiones que se ejercerían contra los trabajadores afiliados a Solidaridad, el Comité recuerda la importancia de una protección eficaz contra la discriminación antisindical en el empleo y ruega al Gobierno le comunique sus observaciones sobre esta cuestión;
- g) habida cuenta de las consideraciones precedentes, el Comité estima que una misión de la OIT, cuyo cometido seria obtener informaciones sobre todos los aspectos tanto de hecho como de derecho del presente caso, permitiría constatar los hechos y favorecer una evolución positiva de la situación. El Comité insiste ante el Gobierno para que acepte el envío de esta misión y expresa la firme esperanza de que la misma podrá desplazarse a Polonia en un futuro próximo."
- II. Comunicación del Gobierno
- 681 En su comunicación de 8 de mayo de 1982, el Gobierno indica que las recomendaciones del Comité e incluso las quejas son objeto de un examen detenido y minucioso. Al término de este examen, el Gobierno no dejará de hacer saber a la OIT su posición sobre todas estas cuestiones. Añade, que sigue con la mayor atención la manera en que se examinan los asuntos polacos en el seno de la OIT. El Gobierno recuerda que ha querido en varias ocasiones mantener informada a la dirección de la OIT de las causas de la instauración de la ley marcial que acarreó, entre otros, la suspensión temporal de la actividad de los sindicatos.
- 682 El Gobierno declara que, después de la última reunión del Consejo de Administración, han intervenido en Polonia nuevos hechos que demuestran los progresos realizados en la normalización de la vida social. De esta manera, la Dieta ha adoptado, el 3 de mayo de 1982, una importante declaración relativa al entendimiento nacional y se han adoptado diversas nuevas medidas para atenuar los efectos de la ley marcial. A finales del mes de abril de 1982, añade el Gobierno, se puso fin al internamiento de un número importante de personas, entre ellas muchos militantes de Solidaridad y de Solidaridad Rural.
- 683 En su declaración del 3 de mayo de 1982, la Dieta quiere hacer resaltar con énfasis el apoyo para "el renacimiento del movimiento sindical independiente y autogestionado con miras a la realización de sus funciones para la protección y representación de las condiciones de vida social y del bienestar de los trabajadores. En el movimiento sindical que va a renacer, independientemente de las formas que tomará, habrá seguramente sitio para todos los miembros y militantes de Solidaridad que deseen la renovación del movimiento sindical, y no un partido político opuesto al socialismo".
- 684 El Gobierno indica también que los trabajadores no están privados de una representación de sus intereses cotidianos. Esta función la asumen provisionalmente las comisiones sociales cuya composición es muy amplia y de las cuales forman parte militantes de todos los sindicatos cuya actividad fue suspendida.
- 685 El Gobierno observa con inquietud que en el seno de la OIT se manifiestan posiciones que reflejan parcialidad y falta de buena voluntad en la apreciación de la situación en Polonia; lo que lleva a perder de vista las perspectivas reales de los asuntos polacos, las causas de la instauración de la ley marcial y de la suspensión temporal de las actividades sindicales. Se trata en particular de aspectos de las quejas presentadas ante la OIT y eventualmente de otras acciones que llevan la huella de una injerencia en los asuntos que son de la competencia exclusiva y soberana de las autoridades y que conciernen a la protección del orden constitucional.
- 686 El Gobierno observa con pesar que tanto el Comité de Libertad Sindical como el Consejo de Administración no han reaccionado en el seno de la OIT contra estas tendencias que se esfuerzan por llevar a la organización a la esfera de los problemas que van más allá de sus competencias. En caso de que tales tendencias se desarrollaran, el Caso no podría permanecer indiferente ante el abuso de autoridad de la organización en lo que se refiere a injerencia en los asuntos internos de Polonia y debería examinar seriamente la oportunidad de la presencia futura de Polonia en la Organización Internacional del Trabajo.
- 687 El Gobierno expresa la esperanza de que en el seno de la organización se pondrá fin a estos actos antipolacos. El Gobierno espera asimismo que en sus relaciones con la organización, será posible superar la situación actual y la crisis de confianza. Esto serviría mejor la causa del respeto por parte de los sindicatos de sus deberes hacia el derecho y las normas de los convenios de la OIT y, por ende, facilitaría al Estado el cumplimiento de las obligaciones que se derivan de estos convenios.
- 688 El Gobierno asimismo ha facilitado informaciones sobre cada una de las personas que figuraban en la lista que el Comité reprodujo en anexo a su informe de febrero de 1982. Se desprende de estas informaciones que de las 725 personas mencionadas, 340 fueron internadas o detenidas; entre las que figuraban 313 miembros o militantes de Solidaridad y otras 27 personas. De estos 313 sindicalistas, 128 han sido liberados. Por último, 385 personas, 35 de las cuales sin identificar, no han estado nunca detenidas o internadas.
- III. Visita
- 689 Después de su visita en Polonia, el Sr. Valticos, representante del Director General, presentó a este último un informe sobre las diversas entrevistas que mantuvo durante su estancia, que figura en anexo al presente informe. En este informe, el representante del Director General señala que fue recibido con confianza y gran cortesía por todos sus interlocutores. Después de una discusión, se organizó un programa de entrevistas. Del lado del Gobierno, el representante del Director General se entrevistó con los Sres. Janusz Obodowski y Mieczyslaw Rakowski, viceprimeros ministros; Antoni Pajkiewicz, Ministro del Trabajo, Salarios y Asuntos Sociales; Sylwester Zavadzki, ministro de Justicia; Stanislaw Ciosek, Ministro para los Sindicatos, y Józef Wiejacz, Viceministro de Asuntos Exteriores. En lo que concierne a los representantes de las organizaciones de trabajadores, el representante del Director General expresó el deseo de entrevistarse con los dirigentes de las tres grandes centrales que funcionaban antes de la proclamación de la ley marcial, y más particularmente con las personas que representaban estas organizaciones como delegados titulares o suplentes en la reunión de 1981 de la Conferencia Internacional del Trabajo. De esta manera pudo entrevistarse con dirigentes de la Comisión de coordinación de los sindicatos de ramas de actividad, es decir, el Sr. Albin Szyszka, presidente de los sindicatos de comunicaciones, delegado suplente a la conferencia de 1981; dirigentes de la Confederación de sindicatos autónomos y, particularmente, el Sr. Jacek Krzyzanowski, presidente del sindicato autónomo de trabajadores de los transportes, igualmente delegado suplente a la Conferencia de 1981. Igualmente el representante del Director General se entrevistó con diversos militantes y dirigentes del sindicato independiente y autogestionado Solidaridad, tanto de Varsovia como de la provincia y en particular con el Sr. Ryszard Kalinowski, ex vicepresidente de la Comisión nacional y delegado suplente en la Conferencia de 1981, quien había sido objetó de una medida de internamiento el 13 de diciembre de 1981 y después fue liberado en marzo de 1982. También, hacia el final de su estancia, pudo entrevistarse, en el lugar donde se encuentra internado, con el Sr. Lech Walesa, presidente de la Comisión nacional y delegado titular a la Conferencia de 1981. Por último, en ausencia de Monseñor Glemp, primado de Polonia, el representante del Director General tuvo una conversación con Monseñor Jerzy Dabrowski, obispo sufragáneo de Gniezno, miembro del Episcopado polaco.
- a) Análisis de los hechos anteriores al 13 de diciembre de 1981.
- 690 Los diversos interlocutores del representante del Director General han analizado los hechos que condujeron a la proclamación de la ley marcial. De esta manera, las autoridades gubernamentales recordaron que los acuerdos de Gdansk preveían que solidaridad se conformaría a la Constitución del país, respetaría el papel dirigente del partido, la socialización de los medios de producción y las relaciones de Polonia, en particular sus alianzas con los países socialistas. Estos acuerdos, añadieron, fueron violados por Solidaridad. En efecto, para el conjunto de los interlocutores gubernamentales del representante del Director General, Solidaridad se transformó en un partido político. Se consideraba que la estructura regional de Solidaridad situaba en segundo plano los intereses profesionales de sus miembros. Algunos miembros del Gobierno insistieron asimismo sobre el uso abusivo que se había hecho del derecho de huelga en 1980 y en 1981, contrariamente a los acuerdos de Gdansk, que preveían la huelga como último recurso. Estos movimientos tomaban cada vez más un carácter político, como la huelga nacional que estaba prevista para el 17 de diciembre de 1981. Además, Solidaridad se oponía a la adopción de una ley sindical que consideraba como limitativa de sus derechos. La anarquía era total, las empresas paralizadas y las exportaciones de carbón bloqueadas. La distribución del carbón y de los víveres se hacia muy difícil. En estas condiciones, la única solución que quedaba era la que prevaleció el 13 de diciembre, es decir, la proclamación de la ley marcial, con el fin de evitar la guerra civil, e incluso una guerra mundial.
- 691 El análisis efectuado por los miembros del Gobierno lo comparten ampliamente los dirigentes de los sindicatos de rama. Estos consideran también que Solidaridad estaba manipulada con fines políticos y que el país iba hacia una confrontación abierta que les llevaría a la guerra civil. Algunos dirigentes de los sindicatos autónomos estiman igualmente que los trabajadores no estaban satisfechos de la acción de tipo político que llevaba Solidaridad y que conducía a situaciones conflictivas muy agudas.
- 692 La mayoría de los militantes de solidaridad que el representante del Director General entrevistó reconocieron que su organización había cometido errores debidos en gran parte a la inexperiencia de los dirigentes. Lech Walesa, por su parte, declaró que Solidaridad naturalmente no quería tomar el poder, pero que su acción había obstaculizado la actividad gubernamental y la de la administración y que no había explicado suficientemente sus objetivos, ni al Gobierno ni al público. Algunos militantes también señalaron que Solidaridad no había negociado suficientemente con las autoridades pero que éstas habían buscado el enfrentamiento librándose a diversas provocaciones. Uno de ellos hizo observar que, en el sistema político polaco, una organización sindical independiente no puede verse sino como una fuerza política y que incluso si habían podido formularse declaraciones políticas, no se había cometido ningún acto que justificase las medidas tomadas el 13 de diciembre de 1981.
- 693 En lo que concierne a la situación actual, todos los sindicalistas entrevistados, cualquiera que sea la organización de la que eran dirigentes o militantes, confirmaron que no había actividad sindical alguna en el país.
- 694 Los bienes de las organizaciones se administran por comisarios nombrados por las autoridades encargadas de asegurar su mantenimiento y conservación. Los únicos que señalaron que estos comisarios habían sido escogidos entre los militantes sindicales fueron los dirigentes de sindicatos de ramas. Un militante de solidaridad declaró que los locales de su organización no habían sido utilizados para otros fines después del 13 de diciembre de 1981 y que, a pesar de la congelación de los fondos de la organización, ciertas sumas habían podido ser utilizadas para ayudar a las familias de los militantes internados. En cambio, en otra entrevista, se señaló que ciertos locales sindicales sirven ahora para otros fines y que habían sido confiscados bienes y documentos.
- 695 Los dirigentes sindicales permanentes de las diferentes organizaciones sindicales tuvieron que reintegrarse a sus antiguas empresas, lo cual a veces no se ha producido sin problemas. Así, un dirigente provincial de Solidaridad fue despedido algunos días después de su reintegración y sólo después de haber acudido al tribunal del trabajo y de una decisión de este último en su favor, el interesado pudo volver a trabajar en la empresa que le empleaba anteriormente.
- 696 Ciertos casos de despido o de transferencia de puestos fueron igualmente mencionados por militantes de Solidaridad y de los sindicatos autónomos. Para estos últimos, sin embargo, estas medidas respondían muy frecuentemente a exigencias de reestructuración de las empresas más que actos de discriminación antisindical. Se ha hecho constar igualmente la existencia de presiones ejercidas sobre los miembros del Partido Obrero Unificado Polaco que adherían a Solidaridad para que dimisionaran de su organización sindical.
- 697 Varios ministros indicaron que a titulo provisional, se han instituido en enero de 1982 comisiones sociales en las empresas. Se trata, según se precisó, de una especie de sustituto de las actividades sindicales. Estas comisiones son nombradas por la dirección de la empresa y están formadas por representantes de todos los sindicatos. Según las autoridades gubernamentales, son bastante bien aceptadas por los trabajadores en la mayor parte de los casos.
- 698 Algunos ministros se refirieron además a la ley sobre la autogestión adoptada por la Dieta el 25 de septiembre de 1981. Los comités de autogestión que serán elegidos por los trabajadores no serán solamente consultativos sino también autorizados a tomar decisiones.
- 699 Según los interlocutores sindicales del representante del Director General ciertos dirigentes y militantes sindicales se encuentran en las comisiones sociales que fueron instituidas después de la proclamación de la ley marcial. Los dirigentes de los sindicatos de ramas indicaron que muchos de sus militantes participaban de manera activa en estas comisiones. Subrayaron que estas últimas permitían una colaboración entre militantes de las diferentes organizaciones, ya que, según ellos, en esas comisiones hay también dirigentes de Solidaridad e incluso de manera mayoritaria en las empresas donde Solidaridad era la organización más representativa. En cambio, según un militante de Solidaridad, estas comisiones no encontraron la adhesión de los trabajadores, ya que no son representativas y están principalmente animadas por miembros del Partito Obrero Unificado Polaco. Para los dirigentes de los sindicatos autónomos, estas comisiones permiten guardar cierto contacto con los trabajadores y evitar el vacío total en la acción social.
- 700 En lo que concierne a los internamientos de sindicalistas, un representante del Gobierno declaró que los alegatos contenidos en las quejas no eran exactos. Así, el Sr. Bujak no ha sido internado sino que ejerce una actividad ilegal. Se precisó que 7.000 personas han pasado por los campos de internamiento. Cinco mil de ellas han sido liberadas, las 1.000 últimas el 28 de abril, y quedan aproximadamente en la actualidad unos 2.300 internados. Se pensaba que otras medidas seguirían rápidamente en este sentido, pero los sucesos de principios de mayo de 1982 han llevado consigo un retraso, aunque no hayan modificado las intenciones del Gobierno a este respecto.
- 701 Según los representantes del Gobierno, las condiciones de existencia de los internados son diferentes de las de los detenidos, ya que gozan de un reglamento especial. Han tenido lugar visitas del Comité internacional de la Cruz Foja en los campos y no hay observaciones por su parte en lo que se refiere a las condiciones materiales de detención o a las relaciones con los guardianes.
- 702 De las entrevistas del representante del Director General con los medios sindicales, se desprende que únicamente los miembros de Solidaridad han sido afectados por las medidas de internamiento. Según los militantes de Solidaridad entrevistados, las familias tienen la posibilidad de visitar una vez por mes a las personas internadas. Sin embargo, se señaló un caso de desaparición. Se habrían ejercido presiones sobre las personas internadas para que se comprometieran a no realizar actividades perjudiciales para Polonia, pero la mayoría rehusaron firmar tales declaraciones, pues estimaban que sus actividades anteriores no habían extralimitado el marco estrictamente sindical. Por otra parte, según un antiguo dirigente sindical que fue internado, la firma de tales declaraciones no constituye una condición previa para ser liberado las condiciones de detención son, según la misma fuente, normales. En la prisión donde esta persona estaba internada, 29 de un total de 350 personas detenidas pidieron salir al extranjero, y fueron así liberadas. De estas declaraciones se desprende, en fin, que entre los internados figuran personas que son totalmente ajenas al movimiento sindical.
- 703 Sobre un punto más particular, que había sido objeto de alegatos, las muertes violentas de trabajadores en la mina de Wujek, el representante del Director General obtuvo ciertas informaciones sobre las circunstancias de estos fallecimientos en el curso de una entrevista con un miembro del Comité sindical Solidaridad de la mina. Esta persona explicó que el 14 de diciembre de 1981 se produjo una huelga en la mina de Wujek, para protestar contra el internamiento del presidente del sindicato Solidaridad de la empresa. Unos 4.000 huelguistas ocuparon los edificios administrativos. El 16 de diciembre de 1981 llegaron tropas de la milicia con tanques e intentaron asaltar la empresa ocupada. En el curso de los enfrentamientos los huelguistas capturaron a tres milicianos. Los oficiales intentaron sin éxito persuadir a los mineros de que salieran de los locales de la empresa. Los huelguistas y sus familias lanzaron piedras a los milicianos que a su vez lanzaban granadas lacrimógenas. A pesar de la orden inicial de restablecer el orden sin efusión de sangre, finalmente se produjeron varios disparos. Hubo 6 muertos y 3 personas fallecieron en el hospital. Una investigación policial fue efectuada posteriormente. Cinco personas detenidas fueron puestas en libertad y otras tres condenadas por los tribunales militares a penas de prisión de dos a tres años con dos años de libertad condicional.
- c) Perspectivas para el futuro.
- 704 Todos los miembros del Gobierno con los que el representante del Director General se entrevistó manifestaron el deseo de que se levantara la ley marcial, cuyas disposiciones han sido ya suavizadas. Sin embargo, añadieron, las dificultades económicas, las sanciones de los países occidentales y las manifestaciones de tipo político inspiradas por esos mismos países obstaculizan esta evolución.
- 705 Las autoridades gubernamentales se refirieron al "documento sobre el porvenir del movimiento sindical", elaborado en febrero de 1982 por el Comité del consejo de Ministros para los asuntos sindicales, en base al cual se ha efectuado una discusión con los trabajadores, en particular por la vía de los órganos de prensa. En líneas generales, los miembros del Gobierno insistieron en su intención de restablecer una actividad sindical normal tan pronto como la situación lo permitiera. Se subrayó a este respecto que la vida social en Polonia no puede desarrollarse sin sindicatos. En cuanto a los tipos de sindicatos que existen, se ha previsto que la situación futura no podrá ser idéntica ni a la que existía antes de agosto de 1980, ni a la que ha prevalecido después de esta fecha hasta el 13 de diciembre de 1981. Se recordó que el documento sobre el porvenir del movimiento sindical prevé el mantenimiento de sindicatos autogestionados e independientes de la administración y de los empleadores. Convendrá sin embargo -como precisa este documento- que las organizaciones de trabajadores actúen en un marco estrictamente sindical y que las relaciones entre sindicatos y autoridades se funden en una cooperación constructiva y mutua. Para ello, los sindicatos deberán evitar que se renueven las experiencias nefastas de la estructura regional y fundar la organización de los sindicatos sobre una estructura por ramas de actividades. Ciertos interlocutores gubernamentales subrayaron que la organización del movimiento sindical se fundará en el Convenio núm. 87 y en los principios de la OIT. Se indicó igualmente que el pluralismo sindical será autorizado.
- 706 Por su parte, todos los dirigentes sindicales expresaron el deseo de que las actividades sindicales se reanudaran lo antes posible. En particular, los militantes de Solidaridad estimaron que la situación presente no podía eternizarse sino que al contrario, la prolongación de la aplicación de la ley marcial no haría sino más difícil un entendimiento nacional a causa de los odios y de los rencores que ello provocaría.
- 707 Más específicamente, a propósito del futuro del movimiento sindical, los dirigentes de los sindicatos de ramas declararon que los militantes de sus organizaciones participan en el debate público abierto en la prensa y en las empresas. En su gran mayoría estiman que las organizaciones sindicales deberán ser autogestionados e independientes de los partidos políticos, del Estado y de los empleadores. Sin embargo, no deberán desarrollar actividades políticas ni buscar hacerse con el poder. Desean que los sindicatos sean estructurados por sectores de actividad. En fin, ciertos militantes son favorables a la unicidad sindical a nivel de empresa que, a su parecer, permite limitar la actividad de las organizaciones a un marco estrictamente sindical.
- 708 Militantes de los sindicatos autónomos participan igualmente en este debate. Son favorables a un mantenimiento de un pluralismo sindical que no constituye en su opinión un obstáculo a la buena marcha de las empresas. Según ellos, las actividades sindicales deben reanudarse sobre la base de las centrales que existían antes del 13 de diciembre de 1981 y que no fueron disueltas. En cuanto a la estructura sindical, estos dirigentes sindicales estiman que el sistema más apropiado es el de la organización por profesiones, ya que para ellos las ramas de actividad son demasiado amplias para que las acciones sindicales llevadas a este nivel puedan ser eficaces.
- 709 La mayoría de los militantes de Solidaridad con los que se entrevistó el representante del Director General se declara consciente de que el movimiento sindical no podrá ser restaurado ya sobre las mismas bases que antes. Para ellos, sin embargo, el proceso que ha desembocado en el creación y en el desarrollo de los sindicatos libres es irreversible. Por tanto, es urgente -según uno de estos militantes- iniciar negociaciones previas entre el Gobierno, la iglesia y Solidaridad. Según uno de estos militantes, una primera etapa de un compromiso podría ser la reanudación de las actividades sindicales a nivel de empresa. En lo referente a la estructura sindical, estiman que la división regional era útil para tratar diversos problemas de interés común entre los diferentes sectores (viviendas, transporte, etc.), pero no defiende este tipo de estructura de manera sistemática. A su parecer, deberían ser los congresos sindicales los que se pronunciaran sobre esta cuestión a través de la adopción o la modificación de sus estatutos.
- 710 El Presidente de la Comisión Nacional de Solidaridad, Lech Walesa, estimó por su parte que el objetivo ahora debe consistir en llegar a un acuerdo con objeto de sacar al país de la situación económica y de buscar un entendimiento nacional sobre este tema. A su parecer, los sindicalistas deben ayudar a encontrar una solución y colaborar con el Gobierno para el levantamiento del país. No obstante, los sindicatos no deberán perder su independencia, elemento éste que para ellos es esencial. Estaría dispuesto a admitir que el movimiento sindical suspenda el recurso a la huelga durante un período bastante largo y declara que el movimiento sindical ayudará a construir el sistema de autogestión. En fin, prevé una modificación de los estatutos de Solidaridad, para adoptar una estructura por profesiones.
B. B. Conclusiones del Comité
B. B. Conclusiones del Comité
- IV. Conclusiones del Comité
- 711 En primer lugar, el Comité se felicita de que, tras las intenciones expresadas por el Director General, y después por el Comité y por el Consejo de Administración, un representante del Director General haya podido efectuar una visita a Polonia, donde ha obtenido informaciones sobre la situación sindical provenientes de diferentes medios del país interesados en la vida social. En particular, el Comité toma nota con satisfacción de que el representante del Director General pudo entrevistarse con todas las personas que había deseado visitar. El informe del representante del Director General se ha revelado de utilidad para el examen completo y objetivo del caso por el Comité.
- 712 Antes de abordar el fondo del asunto, el Comité debe tomar nota de las declaraciones del Gobierno, lamentando nuevamente las "injerencias" intervenidas en los asuntos internos de Polonia y protestando contra la "parcialidad" que se ha manifestado en el seno de la OIT en la apreciación de la situación polaca. Sobre este punto, el Comité quiere señalar que, en el marco del mandato que le ha confiado el Consejo de Administración, procedió en su sesión de febrero de 1982 al examen de las quejas admisibles que le fueron presentadas en este caso, así como al de las subsecuentes declaraciones del Gobierno. Este examen ha permitido al Comité llegar a ciertas conclusiones provisionales que, según la práctica habitual, se han inspirado en los convenios relativos a la libertad sindical, adoptados por la Conferencia Internacional del Trabajo y ratificados por Polonia, así como en las decisiones anteriormente adoptadas a propósito de alegatos que presentaban una cierta similitud con los formulados en el presente caso. Por otra parte, es precisamente a fin de obtener informaciones tan completas y objetivas como fuera posible sobre la cuestión que tanto el Comité como el Director General habían considerado útil el envío de una misión sobre el terreno.
- 713 Sobre la base de todas las informaciones que se encuentran actualmente a su disposición, el Comité tiene la impresión de que empieza a aparecer en Polonia en diferentes medios el deseo de que se reanuden verdaderas y francas discusiones entre el Gobierno y todas las organizaciones sindicales que son consideradas como vitales para el retorno a una situación normal en la sociedad. El Comité desea alentar fuertemente al Gobierno para que tome las iniciativas necesarias para comenzar el diálogo.
- 714 En el presente caso, el Comité está convencido de que la adopción de una legislación sindical, en la que se fijara un marco legal a la actividad de los sindicatos, habría contribuido a evitar una degradación de las relaciones sociales en el país. El Comité considera, por consiguiente, que a fin de prevenir nuevas confrontaciones, que sólo podrían ser gravemente perjudiciales a la comunidad nacional en su conjunto, convendría que se adopte una legislación sindical conforme a las normas y principios de la OIT. A este respecto, el Comité observa que el Gobierno ha elaborado un "documento sobre el porvenir del movimiento sindical", donde se reafirma el principio de que los sindicatos deben continuar siendo autogestionados e independientes de la administración y de los empleadores públicos. El Comité observa también que este principio corresponde a los deseos expresados por las organizaciones sindicales. El Comité observa igualmente que este documento es objeto de intercambios de puntos de vista en la prensa y en las empresas. Sin embargo, el Comité estima que no podrá haber un entendimiento real y duradero sobre el futuro del movimiento sindical en tanto que las organizaciones sindicales representativas del país y sus dirigentes no hayan expresado libremente sus puntos de vista durante las discusiones con las autoridades. El Comité expresa la firme esperanza de que el Parlamento adoptará en un futuro próximo un zarpo jurídico en el que podrán funcionar libremente organizaciones sindicales independientes de los poderes públicos. El Comité estima que la nueva legislación debería tener en cuenta los principios mencionados por la conferencia Internacional del Trabajo en su resolución de 1952 sobre la independencia del movimiento sindical, a saber, que "cuando los gobiernos se esfuerzan en obtener la colaboración de los sindicatos para la aplicación de su política económica y social, deberían tener conciencia de que el valor de esta colaboración depende, en gran parte, de la libertad y de la independencia del movimiento sindical, considerado como un factor esencial para favorecer el progreso social, y no deberían tratar de transformar el movimiento sindical en un instrumento político y utilizarlo para alcanzar sus objetivos políticos. No deberían, tampoco, inmiscuirse en las funciones normales de un sindicato, tomando como pretexto que éste mantiene relaciones, libremente establecidas, con un partido político" y que "cuando los sindicatos deciden, en conformidad a las leyes y a las costumbres en vigor en sus países respectivos, y a la voluntad de sus miembros, establecer relaciones con un partido político o llevar a cabo una acción política conforme a la Constitución, para favorecer la realización de sus objetivos económicos y sociales, estas relaciones o esta acción política no deben ser de tal naturaleza que comprometan la continuidad del movimiento sindical o de sus funciones sociales y económicas, cualesquiera que sean los cambios políticos que puedan sobrevenir en el país". El Comité ruega al Gobierno que envíe informaciones sobre los progresos efectuados en vista de la adopción de esta legislación. El Comité estima útil sugerir nuevamente al Gobierno que comunique a la Oficina Internacional del Trabajo todo proyecto de ley que sea elaborado, a fin de que la Oficina pueda presentar sus comentarios.
- 715 El Comité considera que la reanudación del diálogo entre organizaciones sindicales y Gobierno podrá llevar más fácilmente a resultados constructivos, si estos intercambios se efectúan en un clima de libertad y de serenidad. No ofrece ninguna duda el que la liberación de los sindicalistas que están todavía internados a pesar de que la ley de abolición les sea aplicable y la amnistía de aquellos que han sido condenados por haber ejercido actividades sindicales desde el 13 de diciembre de 1981, favorecería la instauración de un tal clima. El Comité observa que algunos sindicalistas internados han sido puestos en libertad, en particular en el pasado mes de abril, de los cuales 128 figuraban en las listas enviadas por los querellantes. No obstante, el Comité observa que se han producido otros internamientos después de las acciones de protesta que hubo a principios de mayo de 1982. El Comité pide insistentemente al Gobierno que libere rápidamente a los sindicalistas todavía internados. El Comité ruega al Gobierno que envíe informaciones sobre toda medida tomada a este efecto, así como sobre la situación de las personas internadas y, en particular, sobre la de los 185 sindicalistas mencionados en la lista que figuraba en anexo en el 214.° informe, que están, según ha declarado el Gobierno, todavía detenidos.
- 716 El Comité toma nota de las informaciones obtenidas en el país por el representante del Director General en relación con los acontecimientos que se produjeron en la mina de Wujek en Silesia. El Comité deplora estos incidentes trágicos, que han llevado consigo el fallecimiento de nueve trabajadores, y pide al Gobierno que transmita las informaciones referentes a las investigaciones sobre las circunstancias en que se produjeron estos incidentes.
- 717 En fin, en cuanto a los despidos de dirigentes o militantes sindicales, el Comité toma nota de que un número reducido de casos ha sido mencionado al representante del Director General. Sobre este punto, el Comité debe recordar de nuevo la importancia de una protección eficaz contra los actos de discriminación antisindical, protección que debe ejercerse tanto en el sector privado como en el sector público y en la administración. El Comité ruega de nuevo al Gobierno que comunique sus observaciones sobre los alegatos relativos a los despidos y a las presiones que se habrían ejercido contra los trabajadores sindicados a Solidaridad.
- 718 De manera general, el Comité recuerda que la Oficina Internacional del Trabajo queda a la disposición de las partes concernidas para prestarles cualquier ayuda que pudiese contribuir útilmente a asegurar una situación que esté en conformidad con los Convenios relativos a la libertad sindical ratificados por Polonia.
Recomendación del Comité
Recomendación del Comité
- 719. En estas condiciones, el Comité recomienda al Consejo de Administración que apruebe el presente informe provisional y en particular las conclusiones siguientes:
- a) el Comité se felicita de que un representante del Director General haya podido efectuar una visita a Polonia y obtener informaciones sobre la situación sindical provenientes de diferentes medios del país interesados en la vida social. El Comité toma nota con satisfacción de que el representante del Director General pudo entrevistarse con todas las personas que había deseado visitar;
- b) el Comité alienta fuertemente al Gobierno para que tome las iniciativas necesarias para comenzar verdaderas y francas discusiones con todas las organizaciones sindicales;
- c) en cuanto a la legislación sindical, el Comité observa que el documento sobre el porvenir del movimiento sindical elaborado por el Gobierno reafirma el principio de que los sindicatos deben continuar siendo autogestionados e independientes de la administración y de los empleadores públicos. El Comité expresa la firme esperanza de que el Gobierno adoptará en un futuro próximo un marco jurídico en el que puedan funcionar libremente organizaciones independientes de los poderes públicos y que tendrá en cuenta los principios mencionados por la Conferencia Internacional del Trabajo en su resolución de 1952 sobre la independencia del movimiento sindical. El Comité ruega al Gobierno que envíe informaciones sobre los progresos efectuados en vista de la adopción de esta legislación. El Comité sugiere igualmente al Gobierno que comunique a la Oficina Internacional del Trabajo todo proyecto de ley que se elabore, a fin de que ésta pueda presentar sus comentarios;
- d) en cuanto a las medidas de internamiento y a los arrestos contra dirigentes y miembros de Solidaridad, el Comité toma nota de que numerosos sindicalistas han sido puestos en libertad, de los cuales 128 figuraban en las listas enviadas por los querellantes. Sin embargo, el Comité no puede sino observar que se han producido otros internamientos después de las acciones de protesta que hubo a principios de mayo de 1982. El Comité pide insistentemente al Gobierno que libere rápidamente a los sindicalistas que están todavía internados a pesar de que la ley de abolición les sea aplicable y ruega al Gobierno que envíe informaciones sobre toda medida tomada a este efecto, así como sobre la situación de las personas internadas, en particular sobre los 185 sindicalistas mencionados en la lista que figura en anexo en el 214.° informe, y que, según ha declarado el Gobierno, están todavía detenidos;
- e) en cuanto a los acontecimientos que se produjeron en la mina de Wujek, el Comité deplora estos incidentes trágicos que han llevado consigo el fallecimiento de nueve trabajadores, y pide al Gobierno que transmita las informaciones referentes a las investigaciones sobre las circunstancias en que se produjeron estos incidentes;
- f) en cuanto a los despidos de sindicalistas, el Comité recuerda de nuevo la importancia de una protección eficaz contra los actos de discriminación antisindical en el empleo. El Comité ruega de nuevo al Gobierno que comunique sus observaciones sobre los alegatos relativos a los despidos y a las presiones que se habrían ejercido contra los trabajadores sindicados a Solidaridad;
- g) de manera general, el Comité toma nota de la declaración del Gobierno según la cual las recomendaciones anteriores del Comité e incluso las quejas son objeto de un examen detenido y minucioso, y de que el Gobierno no dejará de presentar a la OIT su posición sobre todas estas cuestiones. El Comité expresa la esperanza de que el Gobierno enviará las observaciones e informaciones solicitadas en un futuro próximo;
- h) el Comité recuerda que la Oficina Internacional del Trabajo queda a la disposición de las partes concernidas para prestarles cualquier ayuda que pudiese contribuir útilmente a asegurar una situación que esté en conformidad con los Convenios relativos a la libertad sindical ratificados por Polonia.
- Ginebra, 27 de mayo de 1982. (Firmado) Roberto AGO, Presidente.
Z. ANEXO I
Z. ANEXO I
- Informaciones comunicadas por el Gobierno sobre las personas mencionadas en el anexo del 214.° informe del Comité
- Personas liberadas
- Bartkiewicz Zofia, Swidnik
- Bartminski Jerzy, Lublin
- Bartoszewski Wladyslaw, Varsovia
- Baumgart Piotr, Szczecin, miembro de la comisión ejecutiva de Solidaridad Rural
- Binkowski Krzysztof Antoni, empresas industriales de cuero de Radom, organizador de la huelga
- Bochenski Jacek, Varsovia
- Bogucka Teresa, Varsovia, comisión cultural de Mazowsze
- Bomba Wladyslaw, Walbrzyck, presidente de la sección de Solidaridad, detenido por organización de huelga
- Borowski Edward, Varsovia, presidente de la CE regional de Solidaridad, Gorzow Wielk
- Brandt Benedykt, Gdansk
- Brodowski Zbigniew, Gdansk
- Bugaj Ryszard, Varsovia, miembro de la CE de Mazowsze, delegado en el primer congreso
- Chajn Józef, Varsovia
- Chlebowski Longin, presidente de la KZ de Solidaridad MPK, Lodz
- Chmiel Krzysztof, Varsovia
- Chojecki Slawomir, comisión cultural de Mazowsze
- Ciso Maciej, Varsovia, semanario "Solidarnosc"
- Czajkowski Ryszard, Gdansk
- Czajkowski Wojciech Czarnik Oskar, Varsovia
- Daniel Stanislaw, Lublin
- Debowski Stanislaw, Gdansk, comisión de empresa de los astilleros Lenin
- Deim Tadeusz, Varsovia
- Dobrecki Krzysztof
- Drawal Radoslaw, Lublin
- Drozdzewski Henryk, Lodz
- Dyner Jerzy, Varsovia, CE regional de Mazowsze
- Edelman Marek, Lodz
- Fabritis Julian, miembro del presidium de la comisión de empresa del MFK, Lodz
- Geller Adam, Varsovia, presidente de la comisión de empresa de la Universidad de Varsovia
- Grzywacz Zbylut, Cracovia
- Haicz Barbara, Gdansk
- Hassa Marian, empresa de Swierczewski
- Herczynski Ryszard, Varsovia
- Holzer Jerzy, Varsovia
- Hopfinger Maryla, Varsovia
- Jakubiak Waldemar, Varsovia
- Janiszewski Aleksander
- Jankowski Leszek, Gdansk
- Jankowski Maciej, Varsovia, miembro de la CE de Solidaridad de la Universidad, delegado de Mazowsze en el primer congreso de solidaridad
- Jastrzebska Iwona, Gdansk, empleado de la CE regional de Gdansk
- Jaworski Andrzej
- Jaworski Seweryn, vicepresidente de la CE de Mazowsze, miembro del Comité de huelga en agosto de 1980
- Jordan Andrzej, CE regional de Mazowsze
- Jozwiakowski Andrzej, Lublin
- Kaczmarek Robert, Krakow, jefe de la Oficina de información de la CE regional
- Kalbarczyk Daniel, Varsovia
- Kalicki Jerzy
- Karwoski, UMK Torun
- Kojowski Andrzej, Varsovia
- Kisielewski Tadeusz, Gdansk
- Kiszkis Jerzy, Gdansk
- Klamrowski Miecrystaw, Gdansk
- Klinger Krzysztof, Varsovia
- Kmiter Wieslaw, Lublin
- Knap Jacek, miembro de la CE regional de Mazowsze
- Knap Zbigniew, empleado del MZK Varsovia, región de Mazowsze
- Kobzdej Izabela, Gdansk
- Kolodziejski Cryk Witold, vicepresidente de la CE regional de Gorzow
- Komar Michal, Varsovia
- Komorowski Bronislaw, Varsovia
- Kornhauser Julian, Krakow
- Kostrzewa Bozena, miembro de la CE regional del territorio de Lodz, delegado en el primer congreso
- Koscianek Eugeniusz, miembro del presidium de Mazowsze, delegado en el primer congreso
- Kowalska-Dunin Kinga, Varsovia
- Kowalski Sergiusz, Varsovia
- Kracher, Varsovia
- Kropinwhicki Jerzy, Lodz
- Kruk Waldemar, Universidad de Varsovia
- Krzysztofiak Krzysztof, CE NZS de la UJ
- Kucznski Waldemar, empleado y miembro de la CE regional de Mazowsze
- Kuaj Jan, presidente de Solidaridad Rural
- Kunicki Wladysaw
- Kupiecki Dariusz, colaborador de "Pobutnik", edición "Solidarnosc"
- Kurowski Stefan, experto de Solidaridad
- Laskowicz Krystyna, militante de Solidaridad en la UAM de Poznan
- Leski Krzysztof, Solidaridad Mazowsze
- Lewandowska Trena, Varsovia, periodista de "Solidarnosc"
- Lis Stanislaw, Solidaridad Corzow
- Lis Zbigniew, Gdansk, ex miembro del presidium de la CE regional miembro del MKS en 1980
- Litynska Krystyna, periodista de "Solidarnosc", militante de la región de Mazowsze
- Lojek Jerzy
- Lubienski Tomasz, Varsovia
- Lukasiewicz Malgorzata, Varsovia
- Lypaczewicz Krzysztof, miembro de la CE regional de Mazowsze, delegado en el primer congreso
- Mayachowski Aleksander, Varsovia, escritor, miembro de la CE regional de Mazowsze, elegido para el primer congreso
- Markuszewski Jerzy, Varsovia
- Matyjas Eugeniusz, presidente de la CE regional de Solidaridad de Leszno
- Mierzejewski Henryk, comisión de empresa de la comuna de Paris, Gdynia
- Mikoajska Halina, Varsovia, delegado en el primer congreso
- Muskat Mariusz, Gdansk, trabaja en la CE regional
- Nowak Gerard, Gdansk
- Olszewski Jan
- Ostrzycki Krzysztof, comisión de empresa "Kolprojekt"
- Piesiak Andrzej, presidente de la región de Jelenia Gora, miembro de la Comisión Nacional
- Pisarski Andrzej, Gdansk
- Pluta-Plutowski Wojciech, SPP Konin
- Przewocki Janusz, edición de "Solidarnosc",
- Mazowsze Radosz Maciej, Varsovia, militante de Solidaridad
- Regulska Elzbieta, redacción de la agencia de Solidaridad AS, Varsovia
- Reyzacher Maciej
- Romanium Krystyna, Varsovia, secretaria de Bujak
- Romanowska Maria
- Rosner Andrzej, Varsovia
- Ruszewski Piotr
- Rypniewski Jaroslaw, Gdansk
- Siemion Stanislaw, Varsovia, colaborador de Solidaridad Rural
- Skanski Marek, Gdansk
- Sktadowski Andrzej
- Skórynski Jan, colaborador del semanario "Solidarnosc"
- Skórynski Piotr
- Srebrny Marian, Oficina de intervención de Mazowsze
- Suwaa Halina, Varsovia
- Szaniawski Klemens, Varsovia
- Szczepanski Andrzej, Krakow
- Szczypiorski Andrzej, Varsovia
- Szerypo Boguslay Pultusk, delegado en el primer congreso
- Szozda Tadeusz, Solidaridad Kolprojekt
- Szybalski Bogdan, miembro de la Comisión Nacional, ELBLAG, chófer
- Tabin Marek, Varsovia
- Tomaszewski, Torun
- Topinski Piotr, Varsovia
- Werner Andrzej, Varsovia
- Wierusz Andrzej Wilkarus, Torun
- Wojciecbowski Teofil, miembro de Solidaridad de Tarno
- Wojdakowski Tomasz, Gdansk
- Wosiek Maria, Varsovia
- Zajac Andrzek, Gdansk, comisión de empresa de los astilleros navales Lenin
- Zajaczkoeska Grazyna, Varsovia
- Zawalski Zygmunt, Gdansk
- Zimand Boman, Varsovia
- Zlotkowski Zdzislaw, Gdansk, miembro del presidium de la CE regional
- Personas detenidas o internadas
- Amsterdaski Piotr, Varsovia
- Amsterdamski Stefan, Varsovia
- Bak Henryk, Varsovia, redactor de "Postep"
- Baluka Edmund, Szczecin, Solidaridad, animador de las huelgas de 1970
- Baranski Marek, Varsovia
- Bartolik Bogumil, Varsovia
- Beylin Marek, Varsovia, periodista de Solidaridad
- Bielinski Konrad, Varsovia, ediciones de Solidaridad
- Bierezin Jacek, Lodz
- Blaszczyk Ryszard, presidium de la Comisión Nacional Solidaridad
- Blazek Zygmunt, Gdansk
- Bogulawski Andrzej, Varsovia
- Boguta Grzegorz, Varsovia
- Borkowski Tomasz, Varsovia
- Borowik Marek, Varsovia
- Borowik Wojciech, Varsovia
- Brykczynski Jerzy, Varsovia
- Bulo Andrzej, Varsovia, Solidaridad Mazowsze
- Butkiewicz Andrzej, Gdansk
- Cegielski Jacek, Gdansk, miembro de la CE regional
- Celejewska Malgorzata, Gdansk, empleado de la CE regional
- Celinski Andrzej, Varsovia
- Celinski Wojciech, Varsovia, miembro de la CE de Solidaridad para la región de Mazowsze
- Chelmicki Ludwik, Varsovia
- Chimiak Marek, Varsovia
- Chlebowski Marek, radio Solidarnosc, Varsovia
- Chmielewski Jakub, miembro de la CE regional de Plock, probablemente detenido durante la reunión de la Comisión Nacional
- Chmielewski Jan, Plock
- Chmielewski Tadeusz, presidente de la CE regional de solidaridad para Elblag
- Chodakiewicz Witold, Varsovia, ingeniero, miembro de la CE de Mazowsze
- Chomicki Jan, Varsovia
- Chrystowski Grzegorz, Varsovia
- Cichon Wiesaw, redactor-jefe de "Wolnego Slowa", revista de la CE de Torun, Comité de huelga de las escuelas del NZS UMK Torun, particularmente amenazado
- Ciechowska Maria, Varsovia
- Czaputewicz Jacek, Varsovia
- Czarnynoga Czeslaw, mina Ziemowit
- Czuma Andrzej, Varsovia, experto de la CE de Silesia
- Czuma Benedykt, Lodz
- Dluchy Leszek, redactor-jefe de "Jednoso", semanario de la CE regional
- Domanski Piotr, Varsovia
- Drag Adam, presidium de la CE regional de Gdansk
- Drawicz Andrzej, Varsovia
- Dudek Tadeusz, miembro de la Comisión Nacional, Bielsko-Biata
- Dworak Jan, Varsovia, semanario "Solidarnosc"
- Dylag Stanislaw, vicepresidente de la comisión de empresa ante el MPK de Krakow
- Dymarski Lech, Poznan, miembro de la Comisión Nacional
- Dziura Julian, Lublin
- Fenrych Przemyslaw, Poznan
- Ferens witold, Varsovia
- Fijalkowski Arnold Frybes Marcan, Varsovia
- Ganden Grzegorz, Poznan, miembro de la comisión Nacional
- Garaz Eugeniusz, comisión de empresa de las fábricas Nowotki, Varsovia
- Geremek Bronisaw, Varsovia, experto de solidaridad
- Goawski Andrzej
- GoXawski Krzysztof
- Grudzinski Miezysaw, Varsovia, CE regional de Mazowsze
- Grzebieluch Andrzej, Katowice
- Grzesiak Bogdan, Varsovia, CE regional Mazowsze
- Guglski Ireneusz, Bialoleka
- Gutkowski Zygmunt, semanario "Solidarnosc"
- Gwiazda Andrzej, Gdansk, miembro de la Comisión Nacional
- Hamadyk Josef, Gdansk
- Iwasko, Janusz, Lublin
- Jablkowski Jan, PIAP KZ
- Janicki Slawomir, Lublin
- Jankowski Ryszard, Lublin
- Janowski Gabriel, Varsovia
- Janusz Kazimierz, Varsovia
- Jaworski Jan, Solidaridad de la mina "Staszic"
- Jedlicki Jerzy, Varsovia
- Jurczyk Marian, presidente de la CE regional de Solidaridad en Szczecin, miembro de la Comisión Nacional
- Kaczynski Lech, Gdansk, delegado en el primer congreso de solidaridad, miembro de la CE regional de Gdansk
- Karpinski Marek, Varsovia, edición "Solidarnosc"
- Kawalec Stefan, Varsovia, miembro de la CE regional de Mazowsze
- Kecik Wieslaw, Varsovia, coorganizador del movimiento campesino independiente y de Solidaridad Rural
- Kepkiewicz Honorata
- Kijanka Czeslaw, presidente de la CE regional de Solidaridad de Przemysl
- Klimczak Tadeusz
- Kloc Eugeniusz, Varsovia
- Kobylinski Jerzy, Gdansk
- Kolesnik Bernard
- Kopaczewski Antoni, presidente de la CE regional de Rzeszow, miembro de la Comisión Nacional
- Kowalska Anka, Varsovia
- Kowalski Bronislaw, Lublin
- Kozak Jan, Lublin
- Kozlowski Pawel
- Kozlowski Slawomir
- Kretkowski Slawomir, Varsovia, edición "Solidarnosc", militante de Mazowsze
- Krol Witold, Radom, miembro de la Comisión Nacional
- Krystosiak Alexander, Szczecin, delegado en el primer congreso
- Kuc Ryszard, Swidnik, delegado en el primer congreso
- Kuczynski Piotr, Varsovia, redactor-jefe adjunto del semanario "Solidarnosc", experto de Solidaridad
- Kukua Mieczyslaw, miembro de la Comisión Nacional
- Kuligowski Janusz, vicepresidente de la comisión de empresa de Solidaridad de las fábricas de producción de elementos de construcción, Sosnoviec
- Kuron Grazyna (Borucka), Varsovia
- Kuron Jacek, Varsovia, experto de Solidaridad, particularmente amenazado
- Kuron Maciej, Varsovia Lawina Anatol
- Legut Jan, Katowice
- Lindenberg Grzegorz
- Lipski Jan Jozef
- Lipski Jan Tomasz
- Litynski Jan, B, redactor de "Robotnik", experto de lacede Mazowsze
- Ludwikowski Antoni
- Uczynski Zygmunt, comisión de empresa de solidaridad, redactor del boletín de "Solidarnosc" en la IBJ
- Luzny Jan, CE ejecutivo regional de Alta Silesia, miembro de la Comisión Nacional
- Macierewicz Antoni, Varsovia, particularmente amenazado
- Makanson Robert, Lublin
- Malak Parbara
- Marusczyk Konrad, Gdansk, reemplazante de Walesa (en la presidencia del presidium de la CE regional), vicepresidente de la CE regional de Gdansk
- Marusinski Wojciech, Katowice
- Mazowiecki Tadeusz, Varsovia, redactor-jefe del semanario "Solidarnosc"
- Merkel Jacek, miembro del presidium de la Comisión Nacional, Gdansk
- Michnik Adam, Varsovia, experto de Solidaridad
- Miodowicz Konstanty, Cracovia
- Moczulak Jan, Varsovia
- Moczulski Leszek
- Modzelewski Karol, miembro de la Comisión Nacional de Solidaridad, miembro de la CE Wroclaw
- Morgiewicz Emil
- Mroczek Piotr, Varsovia, Solidaridad PITV, presidente de la comisión de empresa de Solidaridad
- Mystkowsk Jan
- Nagorski Wiktor, Varsovia, delegado en el primer congreso
- Niezgoda Czeslaw, Lublin
- Nowakowski Kazimierz
- Nowicka Zofia, presidente del Circulo de Solidaridad, fábricas de aparatos de buques costeros
- Nowicki Marek
- Nowicki Tadeusz, Varsovia
- Odorowski Miroslaw, Varsovia, CE regional de Mazowsze, delegado en el primer congreso
- Olkiewicz Ryszard, Gdansk
- Onyszkiewicz Janusz, portavoz de Solidaridad, delegado en el primer congreso, miembro del presidium de la Comisión Nacional
- Opolski Andrej, mina "Ziemowit"
- Ostrowski Wojciech, Varsovia, militante de Solidaridad
- Palka Grzegorz, miembro de la CE regional de Solidaridad del territorio de Lodz, miembro del presidium de la Comisión Nacional
- Pawlak Antoni, Varsovia, miembro de Solidaridad, empleado de la comisión cultural de Mazowsze
- Patyna Jozef, miembro de la CE regional de Solidaridad de Slask-Dabrowski, miembro del presidium de la Comisión nacional
- Paumor Zbigniew, Katowice
- Pienkowska Alina, Gdansk, presidente de la Comisión Nacional de Servicio Sanitario
- Pienkowski Rozan, Gdansk
- Pietkiewicz Antoni, presidente de la CE regional de Solidaridad de Wielkopolska Poludniowa, miembro de la Comisión Nacional
- Pirowski Jaroslaw, Gdansk
- Potapowicz Jarostan
- Rokarczuk Antoni, secretario de la Comisión Nacional
- Rokita Jan H, Cracovia, presidente de la comisión escolar del HSZ UJ
- Romaniuk Adam, Varsovia
- Romaszewska Agnieszka, Varsovia, Solidaridad Mazowsze
- Rossa Grzegorz, Varsovia
- Rossa Tadeusz, Varsovia
- Rozpochowski Andrzej, militante de Solidaridad de la región de Slask-Dabrowski, Oficina del presidente de la CE regional de Katowice (Gorny slask), miembro de la Comisión Nacional
- Rulewski Jan, presidente de la CE regional de Solidaridad en Bydgorzcz, miembro de la Comisión Nacional
- Ruszar Jozef, Varsovia, redactor del semanario "Solidarnosc"
- Rybicki Arkadiusz, Gdansk, CE regional de Gdansk
- Rykowski Zbigniew, Universidad de Varsovia
- Sadowski (sacerdote), Zbrosza Duza
- Samolinski Wojciech, Lublin, miembro de la CE regional Satas Edmond, RTV Solidaridad, Bialoleka
- Sarata Zbigniew, Varsovia, Oficina de intervención de Solidaridad Mazowsze
- Sikora Waclaw, presidente de la CE regional de Solidaridad Malopolska
- Sikora Stanislaw
- Skwira Adam, secretario de la comisión de Solidaridad de la mina "Wujek" (organización de huelga)
- Sobieraj Andrzej, presidente de la CE regional de Solidaridad del territorio de Radom, miembro de la Comisión Nacional
- Sobolewski Zbigniew, Katowice
- Sonik Boguslaw, Krakow, miembro de la CE regional de Malopolska
- Sopocko, comisión de empresa de la RTV
- Stawlkowski, UMK Torun
- Starczewski Stefan, Varsovia, Solidaridad de personal docente, miembro de la CE regional de Mazowsze, delegado en el primer congreso
- Stawicki Andrzej
- Strachalski Krzysztof, Varsovia
- Studzinski Bogumil
- Szmidt Edward, Gdansk
- Szpakowski Zdzdislaw
- Szpotanski Janusz, Varsovia
- Szwajcer Piotr, Varsovia
- Sliwinski Krzysztof, Varsovia, jefe de la Oficina internacional de la región de Mazowsze
- Streniowski Josef, Lodz
- Tarasiezwicz Henryk, Gdansk, presidente de la comisión de empresa del puerto de Gdynia
- Trzoska Alexander, Katowice Tyszka Andrzej, Varsovia
- Ugniewski, IBJ, presidente de la comisión de empresa
- Uminski Tomasz, Varsovia, militante de la sección de organización del primer congreso
- Ungier Grzegorz, Gdansk Walc Jan
- Walesa Lech, presidente de la Comisión Nacional
- Weglarz Stanislaw, delegado en el primer congreso
- Wielgosz Jan, presidente de la comisión de empresas de Solidaridad de las fábricas de maquinaria de sondeos y minas de Glinnik (Gurlice)
- Wilczynski J.
- Wiscicki Wojcieck, presidente de la CE regional de Plock, miembro de la Comisión Nacional
- Wisniewska Krystyna, Gdansk
- Wocial Jerzy, Varsovia, Solidaridad, Universidad de Varsovia
- Wojciechoeicz Joanna, Gdansk, empleada de la CE regional
- Woroszylski Wiktor, escritor (Ursus)
- Woycicki Kazimierz, Varsovia
- Wronski Andrzej, Krakow
- Wujec Henryk, Varsovia, miembro de la CE de Solidaridad Mazowsze
- Wujec Ludvika, Varsovia, colaboradora de "Robotnik", militante de Solidaridad Mazowsze
- Wypych Wlodzimierz, colaborador del NTO en Mazowsze
- Zagniejewska Eva
- Zambrowski Antoni, Varsovia
- Zdanowicz Zbigniew, delegado de la región de "Pomorse Zachodnie"
- Zielinski Andrzej, poligrafía de Mazowsze
- Zielinski Marek, Varsovia
- Zimowski Jerzy, Szczecin
- Zozula Andrzej, miembro de Solidaridad, Varsovia
- Zurek Bogdan, Gdansk
- Las otras personas mencionadas en la lista que figura en anexo al 214.° informe del Comité nunca han sido detenidas ni internadas. Treinta y cinco de ellas no han sido identificadas.
- ANEXO II
- INFORME del Sr. Nicolas Valticos al Director General de la Oficina Internacional del Trabajo sobre la visita que ha efectuado en Polonia (10-16 de mayo de 1982)
- Ginebra, 18 de mayo de 1982
- Señor Francis Blanchard, Director General, Oficina Internacional del Trabajo,
- Señor Director General:
- Después de las numerosas entrevistas y discusiones que usted tuvo con representantes del Gobierno de Polonia, me pidió que fuese a Polonia como representante suyo. El objeto de mi visita era, naturalmente, informarme de la situación existente en Polonia desde el punto de vista sindical, situación ésta que había sido objeto de quejas presentadas ante el Comité de Libertad Sindical, quien presentó al respecto un primer informe al Consejo de Administración en febrero de 1982, en su 214.° informe, en el que al tiempo que recordaba ciertos principios de la libertad sindical, expresó su profunda preocupación ante la particular gravedad de los alegatos y pidió ciertas informaciones más precisas al Gobierno. Manifiestamente, mi papel consistía también en intentar favorecer una evolución positiva de la situación dentro del espíritu de las normas de la OIT en la materia y teniendo en cuenta la posición del Comité de Libertad Sindical. En mi visita me acompaño el Sr. Bernard Gernigon, Jefe Adjunto del Servicio de libertad Sindical, cuyo perfecto conocimiento del caso y sus grandes cualidades de juicio y de carácter me han sido de una ayuda inestimable.
- Desarrollo de la misión.
- La visita a Polonia, que tuvo lugar del lo al 16 de mayo de 1982, se situó en un contexto difícil debido, evidentemente, a la aplicación de la ley marcial aunque también a causa de diversas manifestaciones que tuvieron lugar a principios del mes de mayo de 1982.
- Sin embargo, para alcanzar el objetivo fijado, es decir, establecer los hechos, comprender la situación y contribuir a una evolución positiva de la misma, era necesario que yo pudiese mantener contactos tan variados como fuese posible y que pudiese entrevistarme con interlocutores que representasen las diversas tendencias del país, cualquiera que fuese su situación actual. Se discutió y se organizó un programa de entrevistas. Del lado del Gobierno me entrevisté con los Sres. Janusz Obodowski y Mieczyslaw Rakowski, Viceprimeros ministros; Antoni Rajkiewicz, ministro del Trabajo, de Salarios y de Asuntos Sociales; Sylwester Zawadzki, Ministro de Justicia; Stanislaw Ciosek, Ministro para los sindicatos y Józef Riejacz, Viceministro de Asuntos Exteriores. En lo que concierne a los representantes de las organizaciones de trabajadores, expresé el deseo de entrevistarme con los dirigentes de las tres grandes centrales que funcionaban antes de la proclamación de la ley marcial, y más particularmente con las personas que representaban estas organizaciones como delegados titulares o suplentes en la reunión de 1981 de la Conferencia Internacional del Trabajo. De esta manera pude entrevistarme con dirigentes de la comisión de coordinación de los Sindicatos de ramas de actividad, es decir, el Sr. Albin Szyszka, Presidente de los Sindicatos de Comunicaciones, delegado suplente a la Conferencia de 1981; dirigentes de la confederación de Sindicatos Autónomos y, particularmente, el Sr. Jacek Krzyzanowski, Presidente del Sindicato Autónomo de Trabajadores de los Transportes, igualmente delegado suplente a la Conferencia de 1982. Igualmente me entrevisté con diversos militantes y dirigentes del Sindicato Independiente y Autogestionado Solidaridad, tanto de Varsovia como de la provincia y, en particular, con el Sr. Ryszard Kalinowski, ex Vicepresidente de la Comisión Nacional y delegado suplente en la Conferencia de 1981, quien había sido objeto de una medida de internamiento el 13 de diciembre de 1981 y después fue liberado en marzo de 1982. También, hacia el final de mi estancia, pude entrevistarme, en el lugar donde se encuentra internado, con el Sr. Lech Walesa, Presidente de la Comisión Nacional y delegado titular a la Conferencia de 1981. Después de varias solicitudes por mi parte, el Gobierno autorizó esta entrevista. Por último, en ausencia de Monseñor Glemp, Primado de Polonia, tuve una conversación con Monseñor Jerzy Dabrowski, Obispo sufragáneo de Gniezno, miembro del Episcopado polaco.
- Debo señalar que durante toda mi instancia fui recibido con confianza y gran cortesía por todos mis interlocutores.
- Recordatorio e indicaciones generales sobre la situación sindical.
- Como se sabe, el Gobierno polaco, que preside el General Jaruselski, proclamó el 13 de diciembre de 1981 "el estado de guerra" (ley marcial) que ha traído consigo la prohibición de todas las actividades sindicales y un número considerable de internamientos y de detenciones de dirigentes y responsables sindicales. El total de internamientos fue de unos 4.900 y alrededor de unos mil de éstos fueron puesto en libertad en abril de 1982. Después, se produjeron numerosos otros internamientos y condenas, algunos de estos internamientos por segunda vez a causa de las manifestaciones organizadas durante los primeros días de mayo. En el curso de mi estancia asimismo, el 13 de mayo, se organizaron actos de protesta que provocaron de nuevo ciertas medidas de internamiento y de detención.
- En cuanto a las actividades sindicales, las organizaciones han tenido que cesar todas sus actividades desde el 13 de diciembre de 1981. No disponen además de sus locales ni de los fondos de que disponían anteriormente y toda actividad de tipo sindical o cualquier otra acción de huelga o de protesta están prohibidas. La violación de estas prohibiciones ha acarreado detenciones y condenas en diversas ciudades del país.
- En las declaraciones de los representantes del Gobierno y de los sindicatos que se resumen a continuación, se encontrarán elementos más precisos, sobre la postura adoptada por los diferentes interlocutores.
- Declaraciones de los representantes del Gobierno
- Como he indicado anteriormente, me entrevisté con seis miembros del Gobierno y, en particular, con dos Viceprimeros Ministros, tres Ministros y un Viceministro. Estas personalidades señalaron que "Solidaridad" se había descrito al comienzo como un movimiento sindical independiente y autogestionado, lo que significaba, en el espíritu de sus creadores, independiente de la nomenclatura del partido. Se me informó que los acuerdos de Gdansk preveían que Solidaridad se conformaría con la Constitución del país, respetaría el papel dirigente del partido, la socialización de los medios de producción y las relaciones de Polonia, particularmente sus alianzas con los países socialistas. Solidaridad, se había declarado apolítica y en favor del pluralismo sindical. El Gobierno estuvo de acuerdo sobre este punto, proponiendo un cierto entendimiento entre los sindicatos, aunque sólo fuera en razón de las relaciones con la OIT. Los sindicatos de rama eran favorables a un cierto entendimiento en lo que se refiere particularmente a los convenios colectivos y a los de la OIT, pero Solidaridad no estuvo de acuerdo sobre tal entendimiento, sino para el envío de la delegación de trabajadores a la Conferencia Internacional del Trabajo y para la participación en la comisión encargada de la redacción del proyecto de ley sindical. En cuanto a la estructura de los sindicatos, el acuerdo de Gdansk preveía un sindicato compuesto de varias ramas, con un componente regional. Estos diversos elementos fueron la base del asentimiento de las autoridades centrales, el 28 de agosto de 1980, a los acuerdos de Gdansk y a los dos otros acuerdos siguientes.
- Sin embargo, cuando Solidaridad se organizó y comenzó a funcionar, se politizó y enseguida se transformó en partido político.
- Solidaridad quiso que el derecho sindical se extendiese a los artesanos y estudiantes, al ejército, a la policía, a la administración y a las empresas que trabajan para la defensa nacional, e hizo declaraciones dañosas para el ejército y el orden público.
- Los miembros del Gobierno con los que me entrevisté declararon también que la estructura regional de los sindicatos de Solidaridad le llevaba a una actividad política ya que sólo elementos políticos podían reunir trabajadores de ocupaciones muy diferentes en el interior de la región. Esta estructura sindical situaba en segundo plano los intereses profesionales de sus miembros. La Comisión Nacional de Solidaridad comprendía 120 secciones para asuntos profesionales, pero éstas no tenían autonomía y lo importante era la organización regional.
- Las actividades de Solidaridad no han tenido en cuenta la razón de Estado (por ejemplo un cierto llamado lanzado en el Congreso de Solidaridad de Gdansk constituyó un punto crucial). Unicamente cuando solidaridad emitió acentos políticos empezaron a plantearse problemas. Los efectos de persuasión han sido inútiles. Las huelgas se prolongaban por motivos políticos. Las autoridades polacas consideran que Solidaridad es responsable de no haber respetado los acuerdos de Gdansk y de haber abusado del derecho de huelga (considerado por estos acuerdos como un último recurso). El proyecto de ley preveía también un sistema de mediación. La parte gubernamental en los acuerdos de Gdansk y de Varsovia respetó estos acuerdos pero la parte sindical lanzó huelgas políticas y cambió el derecho de huelga en terrorismo a través de la huelga.
- Los acuerdos preveían que los sindicatos no se transformaran en partidos políticos. Sin embargo, bajo la influencia de medios externos, Solidaridad se transformó por etapas en una fuerza política, al tiempo que pedía gozar de los mismos privilegios que un sindicato. Los sindicatos declararon no estar interesados en la ley sindical que limitaría sus derechos. Solidaridad se expresó como un movimiento sociopolítico. Las huelgas eran excesivas y de carácter político. Solidaridad pedía que se suprimiese del proyecto de ley la definición de la huelga, que se autorizasen las huelgas de Solidaridad y que se pagasen los días de huelga. Los sindicatos, de los que se esperaba tanto, comenzaban a ser una fuerza destructiva. Tratándose de la cuestión vital de la extracción del carbón, se opusieron a un esfuerzo de producción.
- En Radom, se elevaron voces por la toma del poder. Solidaridad se situaba por encima de las leyes cuando el Convenio núm. 87 prevé que los sindicatos deben respetar la legalidad.
- Una huelga general debía tener lugar el 17 de diciembre y habría habido enfrentamientos en la calle la anarquía era total, las direcciones de las empresas estaban paralizadas, Solidaridad había bloqueado la exportación de carbón, la distribución del carbón y de los víveres era muy difícil y sólo la ley marcial ha permitido sobrevivir.
- Como último recurso la única solución que quedaba era pues la que se impuso el 13 de diciembre, de lo contrario era la catástrofe y la guerra civil, y quizás incluso la guerra mundial.
- Los sucesos del 13 de diciembre de 1981 se desarrollaron con la preocupación de no provocar efusión de sangre y únicamente en casos desafortunados hubo pérdidas de vida.
- Los representantes gubernamentales me hicieron saber el deseo del Gobierno de proceder al levantamiento de la ley marcial tan pronto como fuera posible. Se dan cuenta de que la fuerza no es una solución a largo plazo y no basta para resolver los problemas. Cuanto menos dure la situación presente mejor será. Hará falta sin embargo un cierto plazo. Mucho dependerá de las relaciones de Polonia con los países occidentales. El Gobierno no persigue una revancha. Quiere que se llegue a una reconciliación nacional. Mis interlocutores me señalaron que ya ha habido una mitigación en las restricciones.
- En los lugares de internamiento por donde han pasado unas 7.000 personas, ha habido 5.000 personas liberadas, las últimas 1.000 lo fueron el 28 de abril. Quedan aproximadamente unos 2.300 internados. Se pensaba que otras medidas seguirían rápidamente en este sentido, pero se han producido las recientes manifestaciones de principios de mayo. Estas manifestaciones han acarreado un retraso aunque no constituirán sin embargo un obstáculo. El Gobierno desea llegar a una normalización pero las dificultades económicas y las sanciones extranjeras obstaculizan esta evolución.
- Las condiciones de existencia de los internados son diferentes de las de los detenidos. Tienen un reglamento especial. La tortura no existe. Ha habido visitas de la CICR y no ha habido observaciones de su parte en lo referente a condiciones materiales o a relaciones con los guardianes (sino solamente sobre algunas otras restricciones que afectaban a los enfermos, personas ancianas y mujeres, etc.). Por otra parte, añadieron, los alegatos contenidos en las quejas no eran exactos; así, Bujak no había sido internado sino que ejerce una actividad ilegal, la mayoría de los sindicalistas internados habían sido liberados y desarrollan una actividad libre y uno de ellos, que había sido liberado, acababa de ser detenido de nuevo porque distribuía ciertos documentos a agentes extranjeros. Por otra parte, el Presidente de Solidaridad rural, Sr. J. Kulaj, declaró que colaboraba con las autoridades y se encontraba en su granja.
- Otros activistas sindicales liberados han comenzado incluso a ejercer actividades en las comisiones sociales de las que se hablará más adelante.
- En la situación actual, hay que tener también en cuenta los elementos emocionales, reacciones de jóvenes que constituyen la vanguardia de la oposición y que están influenciados por una cierta propaganda occidental.
- Mis interlocutores insistieron en que la situación económica es actualmente muy difícil. Se necesita sobre todo trigo y Productos químicos y el Gobierno debe limitar los créditos y no ayudar a ciertas ramas, al tiempo que se esfuerza por evitar el paro. Los errores del pasado, la necesidad de la reforma económica que ha sido puesta en marcha a partir de enero, la ausencia de reservas, la enorme deuda exterior han llevado al Gobierno a tomar decisiones severas. Ha habido un descenso brutal y necesario del poder adquisitivo y del nivel de vida (30 a 40 por ciento) y debe quedar claro que el nivel de vida bajará en los próximos cuatro o cinco años, pero ello llevará a un porvenir mejor. Pero volver a la situación de antes del 13 de diciembre sería un círculo vicioso. Lo importante actualmente es el aumento de la producción. ¿Contribuirían los sindicatos a ello?
- No se puede vislumbrar todavía con claridad cuál será la situación futura en el plano sindical. Los acontecimientos del 3 de mayo complican la cuestión. Los países occidentales pueden ayudar, pero ¿querrán hacerlo? No se puede responder ahora a la pregunta de si solidaridad será reactivada. En realidad, Solidaridad no ha sido un sindicato y se ha creado un malestar a causa de la posición de la OIT hacia Solidaridad. Solidaridad representaba sobre todo un porvenir más fácil y una libertad más grande para cada uno. Quizás la OIT no explicó a Solidaridad lo que es verdaderamente un sindicato.
- Naturalmente, tiene que haber sindicatos fuertes y representativos de la clase obrera, pero que estén también en armonía con los intereses nacionales. La independencia de los sindicatos tiene un sentido con respecto a los empleadores, pero no con respecto a los intereses de la nación.
- Para resolver el problema, hay que tener en cuenta las esperanzas concretas de la sociedad y de las generaciones jóvenes.
- Incluso ahora se están haciendo esfuerzos considerables para democratizar la vida social y para ir más allá de las esperanzas que habían sido avivadas por Solidaridad. Se quiere llegar a una forma de sindicato que esté en conformidad con las necesidades de la clase obrera.
- Solidaridad asumió injustamente el monopolio de la democratización de la vida obrera. Pero también hay otras formas.
- Así, la Dieta adoptó, el 25 de septiembre de 1981, un texto sobre la autogestión que preveía elecciones en la empresa. La autogestión es la verdadera democracia. Se pedirá pues a los trabajadores su opinión sobre el funcionamiento de los sindicatos en la empresa. Será importante contar con estos comités de autogestión, que están autorizados a tomar decisiones y que no son solamente consultativos. Solidaridad no es la única forma de libertad sindical ni la única alternativa.
- Por el momento, una fórmula a corto plazo la brindan las comisiones sociales, que funcionan en la empresa y son una fuerza que substituye toda la actividad social. Serían muy bien aceptadas por los trabajadores en la mayor parte de los casos. Pero es una solución provisional y estas comisiones son designadas y no elegidas.
- Actualmente hay discusiones en curso acerca del porvenir del sindicalismo, sobre la base de un documento elaborado en enero de 1982 por el Comité del Consejo de Ministros sobre la cuestión. Estas discusiones proseguirán todavía algún tiempo. Existen varias tendencias; algunas de ellas están en favor del pluralismo, otras querrían volver a un sindicato uniforme y otras aun querrían incluso suprimir todos los sindicatos existentes y crear de nuevo un movimiento sindical.
- Las recientes encuestas muestran que la mayoría de los trabajadores prefieren un movimiento sindical normal. La gran mayoría de ellos desea nuevas elecciones sindicales y no quieren las antiguas direcciones regionales y centrales.
- La sociedad polaca está cansada. Desea la paz y el orden.
- La situación es complicada, por las dificultades económicas y elementos extraños a la actividad sindical, como las instrucciones dadas por ciertas estaciones de radio extranjeras, las restricciones de las importaciones de Estados Unidos, que han acarreado la reducción de las raciones de carne, etc. La industria sólo trabaja al 60 por ciento de su capacidad. Las manifestaciones políticas inspiradas por Occidente hacen daño al país.
- De todas maneras, la mayor parte de los representantes gubernamentales señalaron que no se puede imaginar la vida social en Polonia sin sindicatos. Los sindicatos reanudarán por tanto su actividad normal cuando lo permita la situación. Polonia no puede funcionar sin sindicatos. La Dieta no ha adoptado el proyecto de ley sobre los sindicatos, que habrá sin duda que modificar, ya que se le considera como anacrónico.
- Sin embargo, del lado de mis interlocutores se me insistió en que todos los cambios a este texto estarán de acuerdo con la opinión de la OIT. El Gobierno autorizará el pluralismo sindical. Serán los trabajadores y no el Gobierno los que organizarán los sindicatos. Las modificaciones al proyecto de ley se realizarán de conformidad con lo dispuesto en el Convenio núm. 87. El movimiento sindical será reconstituido a partir de la empresa, y será reconstituido por profesiones y no sobre una base regional.
- El Gobierno desearía acelerar la reanudación de las actividades sindicales, pero los sucesos obligan a postergarla a una fecha posterior. Las emisiones de radios extranjeras, que incitan al desorden, no facilitan esta reanudación.
- Hay que tener en cuenta el hecho de que Polonia forma parte del bloque socialista y que Solidaridad ha tratado de tomar el poder.
- Mis interlocutores señalaron que les parecía que los sindicatos que serán creados en el futuro no podrán ser parecidos ni a los que existían antes del 13 de diciembre ni a los de 1980. Las perspectivas futuras de los sindicatos están vinculadas a la cuestión de si quieren ser sindicatos o partidos políticos. Los sindicatos serán independientes de la administración, pero el término "independiente" puede tener varias significaciones y los sindicatos comportar un elemento político. ¿Es que en un sistema político los sindicatos no deben asumir la responsabilidad de lo que pasa en la economía? Solidaridad no era un sindicato y nació por razones políticas y no sindicales. Estaba dominada por diversos elementos religiosos y políticos. No hay ninguna garantía de que iba a continuar siendo un sindicato.
- Es indispensable tener un sindicato que controle la administración. Sin embargo, según mis interlocutores, la opinión general es que Solidaridad no puede renacer como era antes. No es quizá necesario darse prisa para resolver el problema de los sindicatos. El problema prioritario es la economía. Haría falta que personas pertenecientes a solidaridad trataran de contribuir a salir de la crisis.
- El Gobierno va a explorar todas las vías posibles para salir de la situación actual. La mediación no parece una fórmula posible. Las comisiones sociales que existen en las empresas cuentan además con miembros de Solidaridad. El problema es el de la orientación política de los dirigentes de Solidaridad. Los disturbios recientes y las emisiones de radios extranjeras han complicado la situación. Sin embargo, la apertura de un diálogo es indispensable, pero esto depende también de las circunstancias. En todo caso, habrá que tomar decisiones, pues la ley marcial es algo anormal.
- En lo que concierne a la OIT, los representantes gubernamentales manifestaron el deseo de que no se prestara a ciertas injerencias y políticas del exterior, así como de que tengan en cuenta los intereses de Polonia. Consideran que ciertos documentos de la OIT atestiguan una actitud unilateral, y esperan que la OIT contribuya a una mejor comprensión a fin de resolver la cuestión.
- Polonia quiere mantener una buena cooperación con la OIT. Sin embargo, hay ya una cierta crisis de confianza, aunque ello puede ser superado.
- Para la próxima reunión de la Conferencia, la delegación polaca participará con un espíritu constructivo, pero se opondrá a toda injerencia en los asuntos internos de Polonia. Si hay un ataque masivo, la delegación, podría abandonar la conferencia e incluso Polonia podría dejar de ser Miembro de la OIT.
- Declaraciones de diversos representantes sindicales
- Del lado sindical, las opiniones divergen sensiblemente en lo que concierne al análisis de los hechos que condujeron a la promulgación del estado de guerra.
- Para los dirigentes de los sindicatos de ramas, el país iba hacia una confrontación abierta y existían amenazas reales de guerra civil. En efecto, Solidaridad y sus sindicatos de base estaban manipulados para fines políticos. Además, el comportamiento de estas organizaciones era antidemocrático. Así pues, por ejemplo, amenazaban a los trabajadores que no se unían a los movimientos de huelga y exigían incluso su despido. Tales actitudes hacían difíciles acciones comunes entre las diferentes organizaciones sindicales y, además, los dirigentes de Solidaridad habían rehusado proposiciones de los sindicatos de ramas en este sentido. Todos estos hechos explicara la decisión difícil que debieron tomar las autoridades, tanto más difícil cuanto que ciertos grupos extremistas de Solidaridad poseían armas.
- Ciertos dirigentes de los sindicatos autónomos estiman igualmente que los trabajadores no estaban satisfechos de la acción de tipo político que llevaba a cabo Solidaridad y que abocaba a situaciones conflictivas muy duras. A su parecer, la proclamación de la ley marcial ha permitido un retorno a la paz social que era deseable.
- Por su parte, la mayoría de los militantes de Solidaridad visitados reconocen que su organización cometió errores debidos en gran parte a la inexperiencia de los dirigentes. Considerar en particular que Solidaridad no negoció suficientemente con las autoridades y que había adoptado hacia las otras organizaciones una actitud demasiado negativa sistemáticamente. Lamentan igualmente que grupos políticos más experimentados se hayan infiltrado en la organización. Sin embargo, afirman que los extremistas eran un número poco importante en relación con el total de nueve millones afiliados y que el Gobierno ha buscado la confrontación librándose a ciertas provocaciones. Uno de los militantes ha señalado igualmente que en el sistema político polaco una organización sindical independiente sólo podía ser percibida como una fuerza política. Sin embargo, remarcaba igualmente, las huelgas puestas en marcha por Solidaridad sólo han sido de corta duración sin exceder de 48 horas. Incluso si han podido formularse declaraciones políticas no se cometió ningún acto que justificara las medidas tomadas el 13 de diciembre de 1981.
- En cuanto a la situación actual, todos los sindicalistas visitados, con independencia de la organización de la que eran dirigentes o militantes, confirmaron que no había ninguna actividad sindical en el país.
- Los bienes de las organizaciones se administran por comisarios nombrados por las autoridades encargados de asegurar su mantenimiento y su conservación. Los únicos que señalaron que estos comisarios habían sido escogidos entre los militantes sindicales fueron los dirigentes de sindicatos de ramas. Un militante de Solidaridad declaró que los locales de su organización no habían sido utilizados para otros fines después del 13 de diciembre de 1981 y que, a pesar de la congelación de los fondos de la organización, ciertas sumas habían podido ser utilizadas para ayudar a las familias de los militantes internados. En cambio, en otra entrevista, se señaló que ciertos locales sindicales sirven ahora para otros fines y que habían sido confiscados bienes y documentos.
- Los dirigentes permanentes de las diferentes organizaciones sindicales tuvieron que reintegrarse a sus antiguas empresas, lo que a Veces no se ha producido sin problema. Así, un dirigente provincial de Solidaridad fue despedido algunos días después de su reintegración y sólo después de haber acudido al tribunal del trabajo y de una decisión de este último en su favor el interesado pudo volver a trabajar en la empresa que le empleaba anteriormente.
- Ciertos casos de despido o de transferencia de puestos fueron igualmente mencionados por militantes de Solidaridad y de los sindicatos autónomos. Para estos últimos, sin embargo, estas medidas respondían muy frecuentemente a exigencias de reestructuración de las empresas más que a actos de discriminación antisindical. Se ha hecho constar igualmente la existencia de presiones ejercidas sobre los miembros del Partido obrero unificado polaco que adherían a Solidaridad para que dimisonaran de su organización sindical.
- A nivel de empresa, ciertos dirigentes y militantes sindicales se encuentran en las comisiones sociales que fueron instituidas después de la proclamación de la ley marcial. Los dirigentes de los sindicatos de ramas indicaron que muchos de sus militantes participaban de manera activa en estas comisiones. Remarcaron que estas últimas permitían una colaboración entre militantes de las diferentes organizaciones, ya que, según ellos, dirigentes de Solidaridad están también en esas comisiones e incluso de manera mayoritaria en las empresas donde Solidaridad era la organización más representativa. En cambio, según un militante de Solidaridad, estas comisiones no encontraron la adhesión de los trabajadores, ya que no son representativas y están principalmente animadas por miembros del Partido obrero unificado polaco. Para los dirigentes de los sindicatos autónomos, estas comisiones permiten guardar cierto contacto con los trabajadores y evitar el vacío total en la acción social.
- En lo que toca a los internamientos de dirigentes y militantes sindicales, tan sólo aquellos que estaban afiliados a Solidaridad fueron afectados por estas medidas. Al final del mes de abril se produjeron algunas liberaciones, pero los acontecimientos del 1.°, 3 y 9 de mayo abocaron a nuevas medidas de internamiento y a veces de reinternamientos. Según los militantes de Solidaridad a los que se visitó, las familias tienen la posibilidad de visitar una vez por mes a las personas internadas. Un caso de desaparición fue, sin embargo, señalado. Se habrían ejercido presiones sobre las personas internadas para que se comprometieran a no realizar actividades perjudiciales para Polonia, pero la mayoría rehusaron firmar tales declaraciones, pues estimaban que sus actividades anteriores no habían extralimitado el marco estrictamente sindical. Por otra parte, según un antiguo dirigente sindical que fue internado, la firma de tales declaraciones no constituye una condición previa para ser liberado. Las condiciones de detención son, según la misma fuente, normales. En la prisión donde esta persona estaba internada, 29 de un total de 350 personas detenidas pidieron salir al extranjero y fueron así liberadas. De estas declaraciones se desprende, en fin, que entre los internados figuran personas que son totalmente extrañas al movimiento sindical.
- Los militantes de las diferentes organizaciones visitadas hicieron un balance de la aplicación de la ley marcial. Según los dirigentes de los sindicatos de ramas, la sociedad se felicita de que el peligro de guerra civil haya sido eliminado y mira el futuro con calma y confianza. Según estos dirigentes, la mayor parte de la población acepta el descenso del poder adquisitivo (22 por ciento en los tres primeros meses de 1982 e incluso el 43 por ciento en ciertos sectores), a pesar de las dificultades que de ello se derivan en el mercado interior, como una condición necesaria a un retraso en el declive de la economía.
- Ciertos dirigentes de los sindicatos autónomos estiman también que la población está satisfecha de haber encontrado nuevamente la paz social. Hacen observar que la aplicación de la ley marcial había sido suavizada a finales de abril, pero que los acontecimientos de mayo pusieron en causa esta evolución.
- Para los militantes de Solidaridad, en cambio, cinco meses de estado de excepción no han resuelto nada. A su parecer, esta situación no puede más que eternizarse y, además, la prolongación de la aplicación de la ley marcial hará todavía más difícil un acuerdo nacional en razón de los odios y de los rencores que provocará.
- Con independencia de la tendencia que tenían, los dirigentes sindicales con los que me entrevisté expresaron unánimemente el deseo de que las actividades sindicales recomenzaran lo antes posible. Los militantes de los sindicatos de ramas participan en las organizaciones del Partido, en la prensa y, a titulo individual en el seno de los comités sociales de empresa en el debate público abierto en base al documento sobre "El porvenir del movimiento sindical", que fue elaborado por el Comité del Consejo de Ministros para los asuntos sindicales. Las opiniones son muy divididas. La mayoría de estos militantes opina que la experiencia del reciente pasado no deberá renovarse. Al mismo tiempo que rechazar la tesis del sindicato apolítico y que consideran que los sindicatos deben inscribirse dentro de la concepción socialista, estiman que las organizaciones sindicales no deberán llevar a cabo actividades políticas ni buscar el hacerse con el poder. A su parecer, la estructura geográfica, si a veces puede ser útil, de hecho aboca a una politización del movimiento sindical. Piensan, por tanto, que los sindicatos deben ser estructurados por ramas de actividad. Desean que los sindicatos sean autogestionados e independientes de los partidos políticos, del Estado y de los empleadores. En fin, ciertos militantes son favorables a la unicidad sindical a nivel de empresa, que según ellos permite limitar la actividad de las organizaciones a un marco estrictamente sindical.
- En este debate toman parte igualmente militantes de los sindicatos autónomos. Son favorables a un mantenimiento del pluralismo sindical que a su parecer no constituye un obstáculo a la buena marcha de las empresas. Para ellos, un elemento esencial es que los dirigentes estén ligados a la empresa y al medio en que trabajan. Desean que las actividades sindicales vuelvan a ejercerse sobre la base de las centrales que existían antes del 13 de diciembre de 1981 y que no fueron disueltas. En cuanto a la estructura sindical, estos dirigentes sindicales estiman que el sistema más apropiado es el de la organización por profesiones, ya que para ellos las ramas de actividad son demasiado amplias para que las acciones sindicales llevadas a este nivel puedan ser eficaces. Insisten, en fin, en que la huelga debe revestir carácter de último recurso.
- La mayoría de los militantes de Solidaridad con los que me entrevisté se declara consciente de que el movimiento sindical no podrá ser restaurado ya sobre las mismas bases que antes. Para ellos, sin embargo, el proceso que ha desembocado en la creación y en el desarrollo de los sindicatos libres es irreversible. Por tanto, es urgente -según uno de estos militantes- iniciar negociaciones previas entre el Gobierno, la Iglesia y Solidaridad. Sin embargo, es evidente, para estos interlocutores, que será difícil que el diálogo se reanude realmente mientras haya dirigentes sindicales internados. Uno de ellos añadió que era indispensable que pudieran comunicarse con su presidente, para que pudiera obtenerse un consenso. Una primera etapa para un compromiso podría ser, según uno de los militantes, la reanudación de las actividades a nivel de empresa. En fin, algunos de estos sindicalistas expresaron su opinión sobre la estructura sindical. Estiman que la división regional era útil para tratar diversos problemas de interés común entre los diferentes sectores (viviendas, transporte, etc.), pero no defienden este tipo de estructura de manera sistemática. A su parecer, deberían ser los congresos sindicales quienes se pronunciaran sobre esta cuestión a través de la adopción o la modificación de sus estatutos.
- Sobre un punto más particular, que había sido objeto de alegatos, las muertes violentas de trabajadores en la mina de Wujek, obtuve ciertas informaciones sobre las circunstancias de estos fallecimientos en el curso de una entrevista con un miembro del Comité sindical Solidaridad de la mina. Esta persona explicó que el 14 de diciembre de 1981 se produjo una huelga en la mina de Wujek, para protestar contra el internamiento del presidente del sindicato Solidaridad de la empresa. Unos 4.000 huelguistas ocuparon los edificios administrativos. Tropas de la milicia llegaron el 16 de diciembre de 1981 con tanques e intentaron asaltar la empresa ocupada. En el curso de los enfrentamientos, fueron capturados tres milicianos por los huelguistas. Los oficiales intentaron sin éxito persuadir a los mineros de que salieran de los locales de la empresa. Los huelguistas y sus familias lanzaron piedras a los milicianos, que por su parte lanzaban granadas lacrimógenas. A pesar de la orden inicial de restablecer el orden sin efusión de sangre, finalmente se hicieron varios disparos. Según mi interlocutor, sólo los oficiales de la milicia estaban armados. Hubo seis muertos y tres personas fallecieron en el hospital. Se observó igualmente que entre los milicianos hubo heridos e incluso quizás muertos. Según mi interlocutor, las fuerzas del orden se ensañaron con las ambulancias que evacuaban a los heridos, y con los médicos que prestaban los primeros auxilios. Una investigación policial fue efectuada del 22 de diciembre al 7 de febrero. Cinco personas detenidas fueron puestas en libertad y otras tres condenadas por los tribunales militares a penas de prisión de dos a tres años con dos años de libertad condicional.
- Encuentro con Lech Walesa
- Visité al Sr. Lech Walesa el 14 de mayo de 1982, en el lugar donde se encuentra actualmente internado, a cierta distancia de Varsovia. En el curso de la visita, estuve acompañado por el intérprete que se puso a mi disposición y por un colaborador del Ministerio para los sindicatos. Encontré a Walesa en buenas condiciones físicas y morales, tranquilo y en absoluto tenso, y con viva capacidad de réplica la acogida que me prestó fue cordial. La entrevista que tuve con él duró alrededor de dos horas. Walesa empezó por agradecer al Director General de la Oficina Internacional del Trabajo su interés, y añadió que confiaba mucho en la OIT, que puede jugar un papel útil en la búsqueda común de una solución. El Gobierno y el movimiento sindical son actualmente, me dijo, como boxeadores bloqueados, y está convencido de que es todavía posible un entendimiento, aunque el desbloqueo es difícil.
- Un entendimiento debe producirse lo antes posible, si no se crearía una situación penosa desde el punto de vista económico y muchas personas entrarían en la ilegalidad. Se ha creado un sentimiento de revancha, que es penoso los recientes acontecimientos de mayo muestran los peligros de ciertas reacciones. Se opone a los choques y confrontaciones entre jóvenes en Polonia, aunque estos últimos no ven otra salida en este momento. Desea, por tanto, que la Oficina ayude a desbloquear la situación.
- No ha tenido entrevistas serias con miembros del Gobierno desde hace dos meses.
- Ciertamente, el movimiento Solidaridad no siempre ha respetado el orden, pero suponía una gran renovación y no todo podía ser ideal. Sin embargo, no hay que mirar hacia el pasado sino dirigir la mirada hacia el futuro.
- Al hacer ver al Sr. Walesa que del lado gubernamental se consideraba que el movimiento Solidaridad había tenido una actividad demasiado politizada, respondió que la acción de Solidaridad se había debido a un concurso de circunstancias, que el Gobierno quería poner en marcha una reforma económica y que ciertamente Solidaridad no quería tomar el poder, sino que deseaba proceder a verdaderas elecciones para que la escala de base fuera representativa.
- Ciertamente, añadió, ha habido errores. Solidaridad quiso avanzar con demasiada rapidez y no explicó suficientemente sus objetivos ni al Gobierno ni al público. En el marco de una situación económica mala, la acción de Solidaridad ha podido obstaculizar la acción gubernamental y la de la administración. Solidaridad no tenía una confianza suficiente en la administración.
- Hay que sacar conclusiones de estos acontecimientos. El objetivo debe ser ahora llegar a un acuerdo para sacar al país de su situación económica. El Sr. Walesa está a favor de un entendimiento nacional a este respecto.
- En esta ocasión señalé que, como el Gobierno estaba tomando una serie de medidas severas para superar las dificultades económicas, ciertos medios podrían temer que la reanudación de una actividad sindical normal obstaculizara la adopción de las medidas de restricción necesarias, y pregunté cuál seria la posición del Sr. Walesa y el papel de los sindicatos. El Sr. Walesa respondió que, en tanto que polacos, los sindicalistas comprenden la situación y deben ayudar a encontrar una solución; que los sindicatos deben colaborar con el Gobierno para obtener el enderezamiento del país; que no son exigentes, pero que toda reforma fracasará si los sindicatos pierden su independencia. El movimiento sindical podría suspender el ejercicio del derecho de huelga durante un periodo de cinco años y ayudar a construir el sistema de autogestión y una sana autonomía. Pero no quieren realizar juntos la reforma. En tanto que polacos, ayudarán a que el país se levante de la crisis, pero sin perder su independencia sindical.
- La independencia es lo esencial para los sindicatos; todo lo demás es negociable.
- Al dar cuenta al Sr. Walesa de los criticas formuladas contra la estructura regional de Solidaridad, que habría dado un carácter más político que sindical a este movimiento, me respondía que esto se explica por el hecho de que, al principio, en razón del desarrollo rápido de Solidaridad, se quiso colocar a personas conocidas y de confianza en los puestos de responsabilidad, y que era más fácil hacerlo con la estructura regional aunque preveía que esto fuera modificado y que el movimiento fuera organizado por profesiones. Harían falta, simplemente, ciertas medidas en el plano regional para equilibrar las diferencias sindicales. Se constituirán 40 comisiones nacionales por grandes profesiones. Hará falta naturalmente que los estatutos de solidaridad sean modificados a este fin.
- En cuanto al aspecto político de la cuestión, el Sr. Walesa garantizó el papel dirigente del Partido y el carácter socialista del sindicato, que no tendría que avergonzarse de su acción y que cometería menos errores y falsos pasos.
- El Sr. Walesa reiteró que los buenos oficios del Director General y de la OIT son posibles y necesarios. Habría preferido que se hubiera concluido un acuerdo entre los polacos sin la intervención exterior, y estima que ya no es posible esperar indefinidamente y que informará a la opinión pública si la situación actual se prolongase.
- Conclusiones v sugerencias finales
- Las páginas precedentes dan una imagen de los puntos de vista expresados por los diferentes miembros del Gobierno y por los sindicalistas a los que he visitado. Otras entrevistas me han permitido también obtener una visión lo más objetiva posible de la situación. Naturalmente, en el curso de estas entrevistas he intervenido frecuentemente para exponer mi punto de vista, los principios y las normas de la OIT y estudiar las posibilidades de salir del callejón sin salida.
- Polonia se encuentra en una situación de grave bloqueo y el paso del tiempo contribuiría a aumentar más que a reducir las tensiones internas. La solución de los problemas económicos no podrá obtenerse más que con una cohesión nacional, apelando a la plena cooperación y el esfuerzo sistemático de los trabajadores y de la totalidad de la población. Esto supone su participación consciente y voluntaria en el esfuerzo colectivo requerido de la nación. Una participación de este tipo no podrá obtenerse sin el retorno a una actividad sindical normal y a una cooperación y un diálogo libres y constructivos entre todas las partes de la nación, en particular el Gobierno y las organizaciones sindicales libres y representativas.
- De mis entrevistas y de las discusiones libres con diversos miembros del Gobierno, se desprende que, sobre un fondo general común, algunas ideas, todavía muy generales, flotan en el ambiente en cuanto al tipo de movimiento sindical que debería establecerse. Ciertas ideas no dejan de inspirar una cierta inquietud, pero se trata a menudo de reflexiones personales en voz alta más bien que de proyectos, por poco precisos y oficiales que sean. Para precisar los proyectos gubernamentales, se esperan los resultados de la consulta en curso acerca de la organización futura de los sindicatos, pero ¿podrá considerarse como verdaderamente representativa esta consulta en la medida en que se realiza bajo la vigencia de la ley marcial -incluso si pueden formularse opiniones individuales libremente y la principal organización sindical del país no puede expresarse en cuanto tal?
- En una situación todavía incierta, dos elementos son todavía alentadores: en primer lugar, las consultas a las que se ha hecho referencia se fundamentan en un "documento sobre el porvenir del movimiento sindical", elaborado en enero de 1982 por el Comité del Consejo de Ministros para los asuntos sindicales y las grandes líneas de este documento prevén el retorno a un sindicalismo independiente y autogestionado; en segundo lugar, varios de los miembros del Gobierno con los cuales me entrevisté insistieron en la intención de restablecer una actividad sindical normal, y se me señaló incluso, por parte de algunos, que se volvería a un sistema pluralista y que en los cambios se tendrá en cuenta la opinión de la OIT.
- Las conversaciones que tuve con los diversos representantes sindicales y en particular con el Sr. Walesa me convencieron de que, por su parte, los representantes sindicales se habían dado cuenta de los errores del pasado y de ciertos excesos, y que preveían la actividad futura de los sindicatos en el contexto propio de Polonia y, sin dejar de salvaguardar su independencia, con la preocupación de ayudar a la nación a encontrar nuevamente la vía de la prosperidad económica y el equilibrio social.
- En la tensión actual, la hora de la reconciliación nacional y de la pacificación de los ánimos no debería ser retrasada. Igualmente me permití sugerir a mis diferentes interlocutores gubernamentales el anuncio y la adopción próximas de una serie de medidas que podrían contribuir a esta reconciliación: suavizar y abolir cuanto antes la ley marcial, la liberación de nuevos grupos de internados hasta alcanzar lo antes posible la liberación de todos ellos, y el comienzo de intercambios de puntos de vista a nivel nacional entre representantes del Caso y representantes de las organizaciones sindicales, sin exclusiones, a fin de restablecer una actividad sindical normal en el país.
- La reactivación de la vida sindical no podrá, naturalmente, ignorar las dificultades actuales de Polonia y serán-precisos compromisos por una y otra parte, pero debería realizarse en el marco general de las normas de la OIT que fueron aceptadas por Polonia, a fin de permitir al país encontrar nuevamente su unidad y vencer sus dificultades.
- Las medidas de autogestión y la creación próxima de consejos de empresa serán ciertamente útiles para la participación de los trabajadores en la vida de la empresa, pero el diálogo debería también, y paralelamente, situarse a nivel nacional y desarrollarse entre interlocutores reconocidos.
- En un momento difícil para la vida la nación polaca, todos los polacos deberían, de buena fe, sin segundas intenciones, con generosidad y con una amplia visión política, contribuir, cualquiera que sea su función y su situación, a hacer salir al país del callejón sin salida. Haciendo esto, permitirían también a Polonia encontrar nuevamente, además de su unidad en el plano nacional, su autoridad y su crédito en el plano internacional. La OIT podría, si esto fuera deseado -y ello ha sido indicado de diversos lados-, prestar en un momento dado su concurso al establecimiento de sanas relaciones sindicales, habida cuenta de las normas aplicables en la materia, aunque es esencialmente entre polacos que la discusión debería tener lugar, con un real deseo de llegar a una solución.
- Para terminar, quiero agradecer a todos mis interlocutores la confianza que han mostrado y las facilidades que me han dado en un momento particularmente difícil. Mi única preocupación, al presentar este informe y estas sugerencias, ha sido la de contribuir a una solución positiva y duradera de la crisis por la que atraviesa el país.
- Agradeciéndole también a usted su confianza, señor Director General, aprovecho la oportunidad para reiterarle el testimonio de mi más atenta consideración.
- Nicolas Valticos