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Interim Report - REPORT_NO337, June 2005

CASE_NUMBER 2318 (Cambodia) - COMPLAINT_DATE: 22-JAN-04 - Active

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  1. 264. Esta queja ha sido formulada por la Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL) en comunicaciones de 22 de enero, 11 de mayo y 26 de octubre de 2004, y 12 de enero y 11 de febrero de 2005.
  2. 265. El Gobierno envió sus observaciones en comunicaciones de 11 de mayo y 2 de junio de 2004.
  3. 266. Camboya ha ratificado el Convenio sobre la libertad sindical y la protección del derecho de sindicación, 1948 (núm. 87), y el Convenio sobre el derecho de sindicación y de negociación colectiva, 1949 (núm. 98).

A. Alegatos de la organización querellante

A. Alegatos de la organización querellante
  1. 267. En su comunicación de 22 de enero de 2004, la Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL) informó del asesinato del Sr. Chea Vichea, presidente del Sindicato Libre de Trabajadores del Reino de Camboya (FTUWKC). La información indica que el Sr. Vichea recibió dos o tres disparos de arma de fuego mientras leía un periódico en un quiosco situado en una calle de Phnom Penh. De acuerdo con las declaraciones de la propietaria de dicho quiosco, los agresores eran dos. Uno de ellos aguardó en una moto, mientras el otro se acercó a la víctima y le disparó a corta distancia; ambos individuos huyeron en la moto.
  2. 268. El Sr. Chea Vichea falleció al instante. Al parecer, los sindicalistas que concurrieron rápidamente al lugar del crimen impidieron que la policía se llevara el cadáver para disponer su cremación inmediata. Según la información, el cuerpo del Sr. Vichea fue trasladado primeramente a una pagoda y luego, a la sede del FTUWKC.
  3. 269. La CIOSL señala que el Sr. Vichea había sido objeto de varias amenazas de muerte, en particular el 27 de julio de 2003, o alrededor de esa fecha, día en que se celebraron las elecciones nacionales en Camboya. La CIOSL estaba investigando la naturaleza y el origen de esta amenaza concreta de muerte, que el Sr. Vichea recibió por un mensaje textual en su teléfono celular; en dicho mensaje se le amenazó de «matarlo como a un perro». La CIOSL había recibido informaciones fidedignas de que el Sr. Vichea había logrado identificar el origen de esta amenaza, por lo que en varias oportunidades había debido ocultarse. Según informaciones, la policía le negó la protección policial que solicitaba a raíz de esta amenaza.
  4. 270. La CIOSL explica que, en septiembre de 2003, el Sr. Vichea ganó un juicio contra el jefe de seguridad de la fábrica de confección «Vinstar», quien lo había agredido físicamente cuando distribuía panfletos en los que se invitaba a los trabajadores a participar en una manifestación de celebración del Día del Trabajo, el 1.º de mayo de ese año. El acusado no se presentó al primer juicio, y por lo tanto fue sentenciado in absentia. Al reabrirse la causa, el empleado en cuestión de la empresa «Vinstar» fue sentenciado a una pena de prisión de dos meses y a una multa por una cuantía equivalente a unos 250 dólares de los Estados Unidos. La CIOSL no ha podido establecer con exactitud el nombre del acusado.
  5. 271. La CIOSL recuerda que la organización del Sr. Vichea presentó, en abril de 2003, una queja al Comité, en la que se indicaba que el Sr. Vichea, el secretario general y otros 30 miembros del Sindicato FTUWKC habían sido despedidos de la fábrica de prendas de vestir INSM, en represalia por haber contribuido a la creación de una organización sindical. La CIOSL no dispone en este momento de antecedentes que permitan sacar conclusiones en cuanto a la existencia o no de un nexo entre dicha queja y el asesinato del Sr. Vichea.
  6. 272. En una comunicación de 11 de mayo de 2004, la CIOSL dio cuenta del asesinato, perpetrado el 7 de mayo de 2004, de Ros Sovannareth, presidente del Sindicato de la fábrica de prendas de vestir Trinonga Komara y miembro del comité ejecutivo del Sindicato FTUWKC. Según las informaciones disponibles, la víctima iba camino a su hogar de regreso de la fábrica Trinonga Komara cuando dos atacantes montados en una moto se precipitaron sobre él y le dispararon dos veces. El Sr. Ros Sovannareth falleció poco después en el hospital. Este fue el segundo asesinato de un dirigente sindical en menos de cuatro meses, luego del asesinato del Sr. Vichea, presidente fallecido del FTUWKC.
  7. 273. Aunque las autoridades locales y las fuerzas de policía sostienen que el motivo posible del asesinato del Sr. Ros Sovannareth fue la venganza o la rivalidad entre sindicatos, la CIOSL afirma que hay motivos fundados para creer que la muerte de esta persona está relacionada con sus actividades sindicales.
  8. 274. En otra comunicación, de 26 de octubre de 2004, la CIOSL remitió informaciones adicionales, de las que no disponía en el momento de presentar la queja.
  9. El contexto del asesinato del Sr. Chea Vichea
  10. 275. Tras la celebración de las elecciones a la Asamblea Nacional de Camboya, el 27 de julio de 2003, el FUNCINPEC, partido monarquista liderado por el príncipe Norodom Ranariddh, decidió pasar a la oposición y formar una «alianza de demócratas» con otro partido opositor, el Sam Rainsy Party (SRP). No obstante, al cabo de un año de estancamiento de la situación política, el Primer Ministro en ejercicio fue confirmado en su cargo por el Parlamento, en julio de 2004, luego de que el Partido del Pueblo Camboyano (PPC) y el FUNCINPEC acordaran formar una coalición.
  11. 276. La organización querellante explica que antes y después de las elecciones reinaba un clima de intimidación, y que fueron asesinados varios opositores políticos al partido de gobierno PPC. La CIOSL hace notar que, antes y después del asesinato del Sr. Vichea el 22 de enero de 2004, se cometieron varios asesinatos de índole política. Entre ellos, cita el caso producido en octubre de 2003, el asesinato de un periodista radiofónico y de un cantante popular, miembros del FUNCINPEC. En abril de 2003 se dio muerte a un juez y a un secretario de tribunal; en enero de 2003 fue asesinado un asesor principal de Norodom Ranariddh; trece activistas de partidos políticos fueron asesinados en la campaña para las elecciones de julio de 2003. Asimismo, otros tres miembros del partido de oposición SRP fueron asesinados durante las primeras semanas de 2004. El Sr. Vichea había tenido vínculos estrechos con el SRP y estaba en la oposición respecto del PPC. Asistentes a sus funerales hicieron notar que estaban ausentes los representantes del PPC, lo que contrastó con la asistencia de muchos otros dirigentes políticos y representantes sindicales.
  12. 277. Además de sus actividades como partidario entusiasta y activo del SRP, el Sr. Vichea era también ampliamente conocido en Camboya y en círculos internacionales por su acción de defensa de los derechos sindicales y otros derechos humanos. Al día siguiente de su muerte, el Sr. Sam Rainsy, líder del SRP, dijo que muchas de las actividades del fallecido habían molestado a los dirigentes del país, pero que él no estaba en condiciones de afirmar que el asesinato tuviese motivaciones políticas. Algunos observadores indicaron que era poco probable que el asesinato tuviese causas políticas directas, habida cuenta de que si bien el Sr. Vichea tenía una actividad política, no era un personaje influyente, por lo que a su juicio para el PPC resultaba mucho más perjudicial su muerte que sus actividades en vida.
  13. 278. La CIOSL recuerda que, en muchas ocasiones, las actividades sindicales del Sr. Vichea le habían ganado la enemistad de los directores y/o propietarios de fábricas de prendas de vestir y la de las autoridades. Muchos propietarios de la industria textil — que registra la tasa de crecimiento más rápida del país — se habían opuesto rotundamente a los esfuerzos del difunto por organizar sindicatos. Su muerte iba a tener, con toda probabilidad, un efecto negativo en los intentos de los trabajadores camboyanos por organizarse de forma independiente, sin la influencia de los empleadores y de las autoridades públicas; por ende, la CIOSL señala que considera muy probable que la muerte del Sr. Vichea estuviese relacionada con sus actividades sindicales. El asesinato del dirigente sindical Ros Savannareth, ocurrido menos de cuatro meses después del asesinato del Sr. Vichea, había reforzado esta convicción de la organización querellante.
  14. 279. La organización querellante explica que el Sr. Vichea no fue el único sindicalista perseguido, y menciona al respecto varios informes sobre casos de violaciones de los derechos sindicales. Por ejemplo, el 29 de enero de 2004, más de 100 trabajadores de una fábrica de la confección resultaron heridos cuando la policía trató de dispersar a 2.000 trabajadores que llevaban a cabo una huelga pacífica en la fábrica de MSI Garment (Cambodia) Ltd., en el distrito de Dangkao, Phnom Penh. Según el presidente de la Federación Nacional Independiente de Sindicatos Textiles de Kampuchea (NIFTUK), unidades de la policía antidisturbios dispararon sus armas al aire y golpearon con porras a los huelguistas. A raíz de los golpes propinados por la policía, un trabajador de 24 años quedó inconsciente y fue detenido. Este trabajador quedó en libertad más tarde, tras ser obligado a prometer que no incitaría a otros trabajadores a hacer huelga. Los trabajadores de la fábrica MSI habían iniciado la huelga el 25 de enero para exigir que la dirección de la empresa reintegrase al secretario general del Sindicato, un trabajador de 24 años suspendido luego de acusársele de robar dinero de la fábrica. El presidente del NIFTUK presentó una denuncia por este hecho ante el tribunal municipal. El jefe adjunto de la policía del distrito de Dangkao, Sr. Urn Uk, negó que la policía hubiese golpeado a los huelguistas, y afirmó que su intervención había tenido por objeto únicamente evitar que los trabajadores quemasen neumáticos, puesto que el fuego podría extenderse a las casas vecinas a la fábrica.
  15. 280. Otro ejemplo más reciente de la violencia policial contra los huelguistas es el incidente que, según se informa, tuvo lugar en Sihanoukville, en octubre de 2004. Allí, más de 1.700 trabajadores de la fábrica de confección Ruy Yun se encontraban en huelga desde hacía al menos cuatro días con el objeto de reclamar el reintegro de 41 trabajadores. Según las informaciones recogidas, la policía se enfrentó con los huelguistas, a los que atacó con cañones de agua. El 7 de octubre, un diario de Camboya informó que, según el Sr. Chea Money, actual presidente del FTUWKC y hermano del Sr. Chea Vichea, el propietario de la fábrica rompió su promesa de reintegrar a los 41 trabajadores que había despedido inopinadamente. Según estas informaciones, el gobernador de Sihanoukville habría manifestado su preocupación por estos despidos y solicitado una investigación cabal de los incidentes ocurridos.
  16. 281. Por otra parte, la Asociación Independiente del Personal Docente de Camboya (CITA) informó a la CIOSL que funcionarios de la policía habían impedido en dos ocasiones que esta Asociación celebrase seminarios.
  17. 282. Además, la CIOSL indica haber recibido numerosos informes de amenazas contra dirigentes sindicales, acoso, agresiones físicas y asesinatos. Los numerosos incidentes registrados antes y después del asesinato del Sr. Chea Vichea confirman la convicción de la organización querellante de que esta persona fue asesinada por motivos relacionados con sus actividades sindicales. Por su parte, el Gobierno de Camboya no ha hecho lo suficiente para dar protección a los dirigentes sindicales frente a las amenazas, intimidaciones y otros actos hostiles perpetrados por empleadores y funcionarios del Gobierno.
  18. 283. Como ya se ha indicado más arriba, el 26 de julio de 2003, un día antes de la celebración de las elecciones nacionales en Camboya, el Sr. Chea Vichea recibió una amenaza de muerte por medio de un mensaje textual («SMS») remitido a su teléfono celular. El mensaje estaba redactado en inglés y, según se indicó, tenía el tenor siguiente: «te mataré como a un perro». Después de recibir esta amenaza de muerte, el Sr. Chea Vichea se apersonó ante la policía para identificar la fuente de la amenaza y solicitar protección policial. Sin embargo, al cabo de una breve investigación, la policía le aconsejó que abandonara el país, porque un alto funcionario del Gobierno había ordenado que se le asesinara. La CIOSL recibió versiones ligeramente diferentes de esta advertencia formulada por el funcionario de policía en cuestión. Según algunos, este funcionario detectó el origen de la llamada telefónica que correspondía al número de un alto funcionario gubernamental; otros afirman que las amenazas procedían del teléfono de un alto funcionario de la policía destacado en el Ministerio del Interior.
  19. 284. El político opositor Sam Rainsy asegura que quien deseaba la muerte del Sr. Chea Vichea era el propio Primer Ministro, Hun Sen, y que entregó al fiscal del Tribunal Municipal de Phnom Penh una cinta de vídeo con una entrevista en la que el Sr. Chea Vichea supuestamente declara a un periodista estadounidense que, a su juicio, el alto funcionario del Gobierno que deseaba su muerte era el Primer Ministro Hun Sen. Presuntamente, el nombre de Chea Vichea figuraba en una lista, una de cinco personas por entonces señalada en rumores sobre una lista negra de las personas cuya muerte deseaba el Primer Ministro Hun Sen. El Sr. Chea Vichea, que reiteradamente se vio seguido por sospechosos, atribuyó una extrema gravedad a estas amenazas de muerte y se ocultó varias veces entre el 28 de julio y el mes de diciembre de 2003.
  20. 285. Sólo después del asesinato del Sr. Chea Vichea, la policía detuvo públicamente a un sospechoso de haber proferido las amenazas de muerte. En efecto, el martes 27 de enero de 2004, la policía detuvo al Sr. Men Vatana, de 44 años, quien, según las autoridades, había enviado el mensaje textual desde su propio teléfono celular. En la mañana del 30 de enero, la policía presentó al acusado a la prensa, oportunidad en la que éste confesó haber enviado dicho mensaje con la amenaza de muerte en julio. La policía indicó que en la casa del acusado habían encontrado el teléfono móvil originario del mensaje.
  21. 286. El Sr. Vatana, que afirmó ser un antiguo miembro del SRP, indicó que quien le había solicitado enviar el mensaje en cuestión era el secretario general del SRP, Sr. Eng Chhay Eang, pero que no le habían explicado los motivos por los que había que amenazar al Sr. Chea Vichea. El Sr. Eng Chhay Eang habría entregado el texto redactado en inglés y le habría pagado 100 dólares de los Estados Unidos para que lo enviase. El Sr. Men Vatana también fue presentado en un programa de televisión de un canal cercano al Partido del Pueblo Camboyano, oportunidad en la que, según la información, repitió su versión de los hechos y mostró una tarjeta de miembro del SRP.
  22. 287. El SRP desmintió la versión del Sr. Men Vatana. Según este partido, el Sr. Eng Chhay Eang se encontraba haciendo campaña en la provincia de Barambang en los días en que, según las declaraciones del detenido. ambos se habrían encontrado en la sede del SRP; de hecho, Eng Chhay Eang había hecho campaña política en las provincias durante todo el mes de julio, y no sabía ni hablar ni escribir en inglés.
  23. 288. El 31 de enero, un diario de Camboya informó que la policía había encontrado tarjetas de miembro del Partido de la Nación Khemer (antecesor del SRP), a nombre de Men Vatana, así como del propio SRP, del FUNCINPEC y «de muchas otras organizaciones». Asimismo, se informó que el Sr. Men Vatana había llamado por teléfono al Sr. Eng Chhay Eang y que le había preguntado «¿y qué piensa usted ahora, después de haberme ordenado amenazar a Chea Vichea?». Al parecer, el Sr. Eng Chhay Eang estaba convencido de que esta llamada se hizo para ser grabada por la policía e involucrarlo en el asesinato del Sr. Chea Vichea.
  24. 289. Otro periódico camboyano incluyó en su resumen de la crónica sobre estos hechos el comentario de que se sospechaba de que el Sr. Men Vatana estaba «mentalmente enfermo»; sin embargo, esta posibilidad no parecía que nadie la tomara en serio. Otro diario camboyano trató de llamar al número indicado, el 26 de enero. Le contestó un mensaje grabado en el que se indicaba que no se podían recibir llamadas, función que, según este diario, suele utilizarse para las cabinas telefónicas públicas. Además, el FTUWKC afirmó, en enero, que la policía había acusado ya a otro hombre por el envío del mensaje en texto con la amenaza de muerte.
  25. 290. La organización querellante también hace hincapié en la existencia de distintos elementos relativos a la amenaza de muerte recibida en julio de 2003, que al parecer son contradictorios entre sí. Por ejemplo, muchos factores parecen contradecir la confesión del Sr. Men Vatana de que había enviado las amenazas de muerte. Por consiguiente, la CIOSL piensa que sería necesario aclarar las circunstancias que rodeaban esta amenaza de muerte, por cuanto podría haber un vínculo entre la persona detrás de dicha amenaza y el asesinato del Sr. Chea Vichea. Asimismo, diversos sindicalistas camboyanos han puesto en duda la culpabilidad del Sr. Men Vatana.
  26. 291. Según testigos, tras el fatal tiroteo, las autoridades pretendieron llevarse inmediatamente el cuerpo del Sr. Chea Vichea y proceder a su cremación inmediata. No obstante, lo impidieron los sindicalistas y familiares presentes, quienes reclamaron una investigación detallada de la escena del crimen, antes de mover el cadáver. A pesar de estas protestas, la policía cargó el cuerpo en uno de sus vehículos, a las 10 de la mañana, y lo llevó a la pagoda de Wat Preah Puch, a tres kilómetros del lugar del hecho. Según un testigo que no quiso dar su nombre, los amigos del Sr. Chea Vichea, otros sindicalistas y familiares temían que la pira que ya estaba ardiendo en la pagoda con motivo de otra cremación se utilizase también para incinerar el cuerpo del Sr. Chea Vichea. Chea Money, hermano menor del Sr. Chea Vichea y dirigente de la CITA, junto con otros familiares, lograron que los restos del fallecido fuesen trasladados a la sede del FTUWKC.
  27. 292. La organización querellante indica que, tras la muerte del Sr. Chea Vichea, la policía detuvo a dos sospechosos, Sok Sam Oeun, de 36 años, y Born Samnang, de 23. La detención del Sr. Born Samnang se produjo el martes 27 de enero, en el domicilio de su novia en la provincia de Prey Veng, cerca del embarcadero del transbordador de Neak Leoung. La policía señaló que la confesión del Sr. Born Samnang había permitido la posterior captura de Sok Sam Oeun y de otros tres hombres, acaecida el 28 de enero. Con todo, estas personas fueron puestas en libertad el 29 de enero, después de pasar más de 24 horas detenidas. Según uno de los detenidos, no fueron interrogados ni se les dio explicación alguna. Dos de estas personas eran guardaespaldas de Suong Sopul, miembro del FUNCINPEC y ex coronel de las Fuerzas Armadas del Reino de Camboya, y fueron detenidos en la casa de éste, en Tuol Kork. La tercera persona era Suong Sokha, hijo del coronel Suong Sopul. Según se informó, el Sr. Suong Sopul era amigo de Sok Sam Oeun y le había dado alojamiento en su casa.
  28. 293. Esta detención se produjo después de que la policía difundiera un retrato virtual de un sospechoso. Sin embargo, en un comienzo no estuvo claro si una de las personas detenidas correspondía al sospechoso dibujado en el retrato virtual. Tiempo después se informó que el retrato virtual correspondía a Born Samnang. Según la policía, éste fue el autor de los disparos que provocaron la muerte de Chea Vichea, mientras que Sok Sam Oeun había conducido la motocicleta en la que huyeron del lugar del crimen. Sok Sam Oeun y Born Samnang fueron presentados a la prensa el jueves 29 de enero. Al entrar en la sala de la conferencia, estaban esposados y llevaban la cabeza cubierta con bolsas negras. Tan pronto se les retiraron dichas bolsas, ambos gritaron que eran inocentes y que todo era una maquinación para inculparlos. También afirmaron que habían sido obligados a firmar una confesión después de una paliza. El Sr. Oeun también sostuvo que nunca había visto al Sr. Samnang antes de su detención.
  29. 294. No obstante, el viernes 30 de enero de 2004, Born Samnang confesó ser el autor de los disparos. Dijo que sabía que esta confesión podría contribuir a reducir su condena. Según se informó, dijo también que inicialmente no había reconocido su responsabilidad en los disparos, porque Sok Sam Oeun le había advertido de que tanto los padres como los hermanos de Born Samnang correrían peligro en caso de que éste confesara. Born Samnang afirmó que el asesinato había sido ordenado por un tal Sr. Chith, quien conocía personalmente a Sok Sam Oeun y le había ofrecido 5.000 dólares de los Estados Unidos por este «trabajo». Posteriormente, Sok Sam Oeun le preguntó a Born Samnang si la tarea le interesaba. Ya habían recibido 1.500 dólares de los Estados Unidos, que dividieron entre sí. Born Samnang también declaró que mató al Sr. Chea Vichea porque estaba desesperado y necesitaba dinero. Sostuvo que nunca había encontrado al hombre que pagó el asesinato y que sólo sabía que se llamaba Chith. Por su parte, Sok Sam Oeun ha rechazado sistemáticamente estas acusaciones, afirmando que nunca antes había oído hablar del Sr. Chea Vichea y que no conocía a Born Samnang.
  30. 295. El 30 de enero, Heng Peou, jefe de la policía de Phnom Penh, informó que los agentes a sus órdenes habían confiscado a los dos sospechosos una pistola K54 cargada, munición, esposas y cuatro fundas para armas de fuego. La policía indicó también que Born Samnang, tras confesar, les había llevado a su escondite. Precisaron que aún estaban buscando a la persona que había encargado el asesinato. El 31 de enero, Born Samnnag se retractó de la declaración hecha el día anterior, y volvió a afirmar que había sido golpeado, y obligado a firmar una confesión poniendo una huella dactilar en un documento de cinco o seis páginas.
  31. 296. El 19 de marzo, el juez de instrucción de la causa, Sr. Hing Thirith, ordenó el sobreseimiento por falta de pruebas. Al día siguiente, el fiscal Khut Sokheng impugnó la decisión del juez Thirith y remitió la causa al Tribunal de Apelaciones. Poco tiempo después, el Consejo Superior de la Magistratura, que ejerce la responsabilidad constitucional en materia de designación y disciplina de los funcionarios judiciales, ordenó — según se informa — la remoción del juez de instrucción sumarial del Tribunal Municipal de Phnom Penh, por errores judiciales no especificados. Al mismo tiempo, ordenó su traslado a la remota provincia de Stung Treng.
  32. 297. Seguidamente, el Tribunal de Apelaciones examinó el caso el 1.º de julio de 2004. Ambos acusados negaron sus cargos al comparecer ante el tribunal. Born Samnang dijo que, cuando ultimaron a Chea Vichea en Phnom Penh el 22 de enero, él estaba recogiendo fruta. Afirmó que lo habían detenido sin orden judicial y que no recibió ninguna explicación al ser trasladados, él y su novia, a los locales de la policía del distrito de Tuol Kok. Relató al tribunal que, al llegar, le golpearon y forzaron a marcar con una impresión digital un documento de confesión, que no le permitieron leer. Fue objeto de amenazas y dijo haber recibido golpes mientras estaba esposado, un agente le habría dado incluso puntapiés en una mano. En tales circunstancias, pese a haber negado las acusaciones el primer día, al día siguiente confesó que era el asesino. Declaró también al tribunal que, tras obtener su confesión, los policías le facilitaron dinero, cigarrillos y la compañía de una mujer en la celda. Se dice que mostró a los presentes en la audiencia un billete de cien dólares de los Estados Unidos que extrajo de un bolsillo de su uniforme azul de preso, diciendo que, el día anterior, el jefe adjunto de la policía del distrito de Tuol Kok, Sr. Hun Song, le había prometido más dinero al término de la audiencia, si mantenía su confesión. Ningún policía se hizo presente para contestar al interrogatorio de la defensa el 1.º de julio. No obstante, posteriormente el Sr. Hun Song negó los alegatos de Born Samnang, afirmando que éste había confesado por su propia voluntad.
  33. 298. Sin que se hubieran presentado nuevas pruebas, el juez Thuong Mony revocó la decisión de 19 de marzo del juez Hing Thirith, por la cual se levantaban los cargos contra los dos acusados por falta de pruebas, y dictaminó el regreso de éstos a la prisión. Determinó asimismo que el caso se remitiera al Tribunal Municipal de Phnom Penh a los efectos de profundizar la investigación «para obtener pruebas más terminantes de la culpabilidad de los sospechosos».
  34. 299. La organización querellante indica que numerosos testigos del crimen o personas dispuestas a corroborar coartadas en favor de los sospechosos habían sido objeto de intimidaciones y amenazas. El 30 de enero, los medios de difusión dieron a conocer que la propietaria del quiosco de periódicos donde Chea Vichea fue abatido, Sra. Va Sothy, de 36 años de edad, había admitido a los periodistas esa misma semana que temía por su vida y pedía protección de los grupos de defensa de los derechos humanos y del personal de las Naciones Unidas. La Sra. Va Sothy declaró que no podría reconocer los rostros de los dos atacantes que asesinaron a Chea Vichea.
  35. 300. En la crónica del juicio elaborada por el Centro Camboyano de Derechos Humanos se consigna que la policía se llevó a la novia de Born Samnang y su madre apenas se supo que iban a declarar a su favor. La policía lo desmintió y el jefe adjunto de policía desestimó las coartadas suministradas, entendiendo que Samnang había confesado su culpabilidad.
  36. 301. A comienzos de febrero, familiares y amigos de Born Samnang le habían proporcionado una coartada. El Comité de Acción por los Derechos Humanos en Camboya (CADHC) citó numerosas personas que declararon que, en momentos del ataque a Chea Vichea, Born Samnang se encontraba en su aldea natal de la provincia de Prey Veng. Presuntamente tres personas, que habían informado a los investigadores de derechos humanos y a periodistas sobre las coartadas que podrían presentar los sospechosos detenidos, fueron a su vez detenidas, en junio y julio. El CADHC declara haber recibido también quejas de gente que recibió amenazas después de «haber dicho la verdad». Numerosas fueron las voces que pedían la libertad de los sospechosos, ateniéndose a los testimonios presentados y la falta de pruebas. Al 31 de enero de 2004, ya varios defensores de los derechos humanos denunciaban abiertamente la investigación como una farsa, entre ellos Kern Sokha, jefe del Centro Camboyano de Derechos Humanos. Muchos fueron también los que solicitaron ayuda internacional para garantizar un proceso leal.
  37. 302. Para el Sr. Chea Money, hermano de Vichea, no era seguro que los dos detenidos fueran los verdaderos asesinos. Presentó una protesta contra el fallo del Tribunal de Apelaciones, con lo que logró suspender el proceso, pero el 13 de septiembre decidió retirarla, convencido de que no tendría ningún efecto. En consecuencia, se mantendrá la decisión del Tribunal de Apelaciones y el caso se remitirá al Tribunal Municipal.
  38. 303. Las dificultades encontradas para determinar quién había asesinado a Chea Vichea y por qué, condujeron a muchos a pensar que la verdad sobre este crimen aún permanecía oculta, dando lugar a muchas conjeturas al respecto. Según una versión que circuló, los asesinos serían vietnamitas, los que, inmediatamente después de cometer el crimen, regresaron a Viet Nam. Se trataría de miembros de un comando de la muerte semejante al que mató a tiros a un popular cantante, en octubre de 2003. El rumor se basa en la opinión que algunos se han formado, según la cual el PPC utiliza, para el trabajo sucio, como los asesinatos, ya sea a criminales camboyanos de menor peso — los que, a su vez, son eliminados después de realizar su tarea, para no dejar testigos — o bien a agentes profesionales vietnamitas, de los que se pierde el rastro una vez que regresan a Viet Nam tras cumplir la misión encomendada en Camboya.
  39. 304. Basándose en esta misma presunción de que las instancias del PPC recurren a comandos de la muerte para liquidar a opositores y luego se desembarazan de los asesinos para eludir la investigación, algunos piensan que los hombres armados que perpetraron el asesinato fueron luego eliminados en la residencia de Hun Sen en Phnom Penh, el 7 de febrero. Ese día, dos guardias personales del Primer Ministro encontraron la muerte misteriosamente y sus cadáveres se cremaron de inmediato, mientras que un periódico informó, el 10 de febrero, que la policía «no estaba autorizada a hacer declaraciones».
  40. 305. Por último, corrió el rumor de que el asesinato de Chea Vichea era parte de un plan tramado por el PPC, dirigido en última instancia contra los dirigentes del SRP y del FUNCINPEC y cuyos objetivos finales serían el secretario general del SRP, Eng Chhay Eang, el presidente del SRP, Sam Rainsy, y el secretario general del FUNCINPEC, Norodom Sirivudh, a quienes se acusaría de estar implicados en la muerte de Chea Vichea. Estas fuentes afirman que Sok Sam Oeun y Born Samnang son o fueron miembros del ejército, estuvieron ligados al FUNCINPEC y se les forzó a confesar lo que no habían cometido. Presuntamente, la policía habría preparado el retrato virtual de Born Samnang, el sospechoso acusado de haber disparado, aun antes de producirse la muerte de Chea Vichea. La detención de Men Vatana sería parte de este plan, que permitiría al PPC de Hun Sen matar varios pájaros de un solo tiro, puesto que se eliminarían a la vez Chea Vichea, Eng Chhay Eng, Sam Rainsy y Norodom Sirivudh.
  41. 306. La organización querellante recuerda que el sistema judicial de Camboya ha merecido una amplia condena por su falta de independencia, escasa competencia y corrupción. Los observadores independientes han señalado que, en lugar de contribuir al equilibrio de poder, los tribunales y el Parlamento están sometidos completamente al Gobierno y al Partido. Apenas un juez se aparta de la política oficial, pierde el cargo. La CIOSL declara que el proceso abierto en relación con el asesinato del Sr. Chea Vichea confirma todos los alegatos que cuestionan el funcionamiento del poder judicial. Claramente pone en duda la imparcialidad del tribunal el hecho que los testigos que en febrero habían corroborado ante periodistas que los sospechosos estaban en otro lugar en el momento del crimen no fueran citados en julio por el Tribunal de Apelaciones, así como la información de que el juez del tribunal municipal que desestimó el caso fue luego destituido.
  42. 307. Tampoco se explica que se haya encomendado la investigación al Departamento de Policía del distrito de Tuol Kok, ya que el crimen tuvo lugar en un quiosco cercado al Monumento a la Independencia, situado éste en otra zona de la capital, el distrito de Chamkar Mon. Toda la instrucción y el proceso presentan claros defectos de procedimiento y no dan la impresión de que se quiera encontrar a los verdaderos culpables. Además, llama la atención la falta total de una investigación de las posibles implicaciones de un asesinato encargado. Esta falta de investigación sobre un aspecto esencial del crimen podría interpretarse como indicio de que el autor de la orden de asesinato sería realmente un alto funcionario del Gobierno o de la policía que goza de un alto grado de protección y, por consiguiente, de impunidad.
  43. 308. Según fuentes que cita la organización querellante, en los últimos años se produjeron cientos de casos de despidos o amenazas por parte de los empleadores y de agresiones por matones a sueldo contra dirigentes sindicales. Estas mismas fuentes afirman que el Gobierno persigue una política premeditada de ruptura de los sindicatos activos e intimidación de los dirigentes sindicales en las fábricas de confecciones, hoteles y casinos y la enseñanza.
  44. 309. El asesinato de Chea Vichea agravó las presiones ejercidas contra los sindicalistas, que se sienten así directamente amenazados en su seguridad. Al no capturar e inculpar a los asesinos, se ha creado un clima de impunidad y cunde el miedo entre los sindicalistas. En consecuencia, los sindicalistas afectados son muchos más.
  45. 310. El 25 de febrero de 2004, la compañera de Chea Vichea viajó a Tailandia para pedir asilo político. Dicho asilo le fue concedido en un tercer país. Iba acompañada de su hija de dos años y le asistían funcionarios de la Oficina de Camboya del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Se tuvo en cuenta que su vida corría serio peligro.
  46. 311. La CIOSL informa también que el presidente de la Asociación de Maestros Independientes de Camboya (CITA), Sr. Rong Chhun, manifestó temer por su seguridad en una carta dirigida a la OIT el 2 de febrero de 2004, y posteriormente se trasladó a un lugar secreto. En su carta, el Sr. Rong Chhun se refirió a una llamada «lista blanca» publicada por miembros del Parlamento y en la que se menciona a cinco personas, entre ellas el propio Rong Chhun, que figurarían en una lista negra del PPC de gente para asesinar próximamente. La lista negra publicada estaba confeccionada en hojas con el membrete de la Asamblea Nacional. Las otras cuatro personas nombradas en la lista son Sam Rainsy, presidente del SRP, Eng Chhay Eang, secretario general del SRP, Norodom Sirivudh, secretario general del FUNCINPEC y Kern Sokha, presidente de la organización no gubernamental Centro Camboyano de Derechos Humanos.
  47. 312. Tras el asesinato de Chea Vichea, la policía apostó guardias junto a la sede de la CITA, tanto agentes uniformados como de civil. La CITA tuvo que mudarse poco después, en marzo de 2004, porque el propietario de los locales se negó a seguir arrendándolos al Sindicato. Las autoridades se enteraron de la nueva dirección, porque los sindicatos deben informar de todo cambio, pero los dirigentes de la CITA no observaron ya policías uniformados a la entrada de la nueva sede. El Sr. Rong Chhun escribió a la OIT que un funcionario gubernamental había proferido amenazas contra él, diciendo: «usted es un pobre diablo, [por] fuerte que usted sea, a Chea lo mataron y a usted también lo van a matar». Cerca de una semana después del asesinato de Chea Vichea, un maestro oyó también decir a un oficial de alto rango del ejército que las manifestaciones que regularmente tenían lugar en Camboya eran el trabajo de dos hombres, Chea Vichea y Rong Chhun. Uno de ellos había sido asesinado y, si también mataban al otro, ya no habría manifestaciones ni desórdenes en el país. El Sr. Rong Chhun informó a la CIOSL de que, por motivos de seguridad, habitaba ahora un pequeño apartamento en la sede del Sindicato. No se atrevería a salir a la calle e informó de las dificultades que enfrentaban, él y la CITA, para desarrollar actividades normales después del asesinato de Chea Vichea. Debido a las amenazas contra su persona y su asociación, había limitado enormemente su participación en las reuniones sindicales, por lo que el trabajo sindical de la CITA se veía afectado seriamente por estas amenazas, ya que las actividades en cuestión requerían muchos desplazamientos por el país.
  48. 313. También el secretario general interino del FTUWKC, Sum Som Neang, temiendo por su seguridad, decidió establecerse en un lugar secreto en el extranjero por lo menos durante tres meses. Muchos otros dirigentes se sintieron tan amenazados, que tuvieron que abandonar sus cargos de dirección.
  49. 314. En su comunicación de 26 de octubre de 2004, la organización querellante presentó nuevas informaciones sobre otro asesinato de un dirigente sindical camboyano, el Sr. Ros Sovannareth. Como en el caso de Chea Vichea, los testigos del asesinato de Ros Sovannareth fueron objeto de intimidaciones.
  50. 315. Al parecer, las autoridades y la policía dijeron que el motivo del asesinato de Ros Sovannareth podía ser una venganza personal y la rivalidad entre los mismos sindicatos. En noviembre de 2003, seis miembros del FTUWKC, entre ellos Ros Sovannareth, presentaron una queja contra el comportamiento de la Federación de Sindicatos de Camboya (CUF) ante la dirección de la fábrica de confecciones Trinunggal Komara y la policía del distrito de Russei Keo. Un funcionario de la CUF, Khvan Chanlymony, los habría amenazado diciendo que «podrían desaparecer». Después del asesinato, el Sr. Khvan Cahnlymony dijo que los problemas que habían surgido entre él y Ros Sovannareth se habían arreglado y ambos habían trabado amistad. Khvan Chanlymony añadió que él era apenas un pobre trabajador de la campaña y carecía de poder «como para hacer algo así», es decir, asesinar a alguien.
  51. 316. La organización querellante declaró que, según sus informaciones, la policía aún no había detenido a ningún sospechoso. El 17 de mayo, el jefe de la policía criminal de Phnom Penh declaró a un periódico de Camboya que la policía estaba reuniendo información entre los trabajadores de la fábrica y entrevistando a testigos de los hechos. El funcionario policial dijo que los testimonios eran divergentes, pero que los testigos ya no querían colaborar con la policía, porque temían por su seguridad. El 18 de mayo ofreció una recompensa de 300 dólares de los Estados Unidos por toda información que condujera a la detención de los responsables del crimen.
  52. 317. El Sr. Chea Money, nuevo presidente del FTUWKC y hermano de Chea Vichea, manifestó que podrían ser los mismos asesinos en ambos casos, puesto que el método empleado fue similar al del asesinato de Chea Vichea. Se afirma que los sindicalistas de Camboya ven en este asesinato una clara advertencia destinada a atemorizarlos, para que no sean demasiado activos.
  53. 318. Dado el elevado número de amenazas contra sindicalistas y el asesinato de Chea Vichea, la CIOSL tiene motivos muy serios para creer que el asesinato de Ros Sovannareth está vinculado a sus actividades sindicales. La organización querellante no cree probable que Khvan Chanlymony haya cometido el asesinato o posea los medios para pagar un asesino. Además, el método empleado en ambos crímenes parece en efecto sugerir que están vinculados entre sí. Por otra parte, nada indica que Khvan Chanlymony haya conocido a Chea Vichea o tuviera problemas personales con él.
  54. 319. La CIOSL comunicó también que, el 17 de mayo, un representante del FTUWKC que atiende los asuntos del personal de PCCS Garment Ltd. presentó una denuncia ante la policía municipal de Phnom Penh por haber sufrido un acoso similar al de los dos dirigentes asesinados. El 9 de febrero, este representante fue alcanzado por dos motociclistas, que lo persiguieron hasta una estación de servicio, pero luego desistieron de atacarlo por haber muchos testigos en dicho lugar. El 14 de mayo, nuevamente se topó con dos hombres en actitud amenazante, esta vez a pie. Lo siguieron hasta la puerta de la fábrica PCCS, donde pudo esconderse entre la multitud de trabajadores.
  55. 320. En la noche del 23 de junio fue víctima de una agresión Lay Sophead, presidenta del Sindicato de la fábrica de prendas de vestir Luen Thai de Phnom Penh, afiliado al FTUWKC. Dos hombres, con el atuendo característico de los guardias personales, la siguieron hasta su casa, le cubrieron la boca con una toalla y le ajustaron una «khrama» en torno a la cabeza. La acusaron de ser «gente de Chea Vichea» y la abandonaron debajo de la cama, sin duda con la intención de dejarla morir allí. Estuvo inconsciente durante mucho tiempo, hasta que por suerte la descubrieron unos compañeros suyos del Sindicato, que vinieron a verla porque al día siguiente había faltado al trabajo. Habían tenido que forzar la puerta para entrar, y la hallaron inerte debajo de la cama. Los agresores habían dejado marcas visibles de violencia alrededor de su cuello. Fuentes allegadas a la CIOSL indican que pudo recuperarse completamente en el hospital. El 23 de junio, día del incidente, la Sra. Lay Sophead estaba organizando un movimiento reivindicativo en la fábrica Luen Thai, que debía comenzar a la mañana siguiente. Los dirigentes del Sindicato opinan que, una vez más, un sindicalista ha sido objeto de agresión por el simple hecho de desarrollar una actividad sindical. Por añadidura, la Sra. Lay Sophead era candidata a la presidencia del FTUWKC. El caso se denunció ante la policía. Esta se inclinó por la teoría del robo como motivo del ataque.
  56. 321. Según declara la CIOSL, esta información ilustra plenamente el clima de violencia, terror e impunidad de los agresores que pesa sobre las actividades del movimiento sindical camboyano. La industria del vestido de Camboya sufre grandes presiones debido a que, al 31 de diciembre de 2004, debía cesar la aplicación de contingentes para prendas de vestir, aprobados en el marco del Acuerdo sobre los Textiles y el Vestido de la OMC. El fin del sistema de contingentes se ve en general como un factor de riesgo para las ganancias de la industria y, por consiguiente, para su misma existencia. Está claro que sindicatos dóciles harían la vida más apacible a los fabricantes y al Gobierno. Además, el acuerdo de contingentes establecido con los Estados Unidos, que representaba un positivo incentivo para el respeto por el Gobierno de las normas internacionales del trabajo, también dejará de aplicarse al vencer el Acuerdo de la OMC.
  57. 322. Por consiguiente, la intensificación de las persecuciones, especialmente contra sindicalistas, no es, sin duda, un hecho casual. Los numerosos casos registrados de intimidación, amenazas, agresiones físicas e incluso asesinatos no pueden estar desconectados entre sí. Más bien indican claramente un cuadro general de intimidación y acoso de sindicalistas.
  58. 323. La CIOSL señaló su profunda consternación por los diversos casos de asesinato producidos, que fueron precedidos de amenazas y muchas otras formas de intimidación y acoso de sindicalistas, a lo que se agregan procedimientos de investigación policial poco dignos de crédito, con divergencias en las declaraciones de los sospechosos, alegatos de confesiones forzosas, intimidación y desaparición de testigos, desestimación o ausencia de investigaciones sobre las pruebas fundamentales, retiro de casos de los jueces originariamente encargados y ulterior degradación de éstos, etc. Lo que antecede demuestra que, en el mejor de los casos, el Gobierno de Camboya no está en condiciones de llevar a cabo una investigación adecuada de los asesinatos y garantizar un enjuiciamiento justo de los responsables; en el peor de los casos, no lo desea. Esta posibilidad daría a entender que el propio Gobierno no quiere que se conozca la verdad. En todo caso, los sucesos descritos muestran claramente que el Gobierno no cumple su deber de garantizar que los sindicalistas ejerzan sus actividades en un ambiente libre de intimidación y riesgos para su seguridad personal y sus vidas. Se desprende que una asistencia internacional en la investigación y enjuiciamiento de los culpables podría ser de utilidad.
  59. 324. La CIOSL presentó una información adicional en otra comunicación, de fecha 12 de enero de 2005, en la que confirma la fuerte impresión de que se intensifica en el país el grado de acoso antisindical. Informa la CIOSL que, el 22 de diciembre de 2004, a las 5 h. 20 de la mañana, el Sr. Pul Sopheak, presidente del Sindicato de Empresa de la Teratex Garment Factory, afiliado al FTUWKC, fue golpeado con una cadena por tres hombres, a su salida del trabajo. Sufrió lesiones en la cabeza, con pérdida de sangre. La organización querellante suministró asimismo fotografías que ilustran la envergadura de dichas heridas. La agresión tuvo lugar tras dos días de negociación del convenio colectivo para los trabajadores de la Teratex Garment Factory, situada en el distrito de Mean Chey de Phnom Penh. El 20 de diciembre de 2004, a las 8 de la mañana, el Sr. Pul Sopheak concertó con el empleador, como primera etapa del proceso de negociación, un acuerdo preliminar. Una de las cuestiones pendientes era el pago de un suplemento de 5 dólares de los Estados Unidos, que según el Sindicato cada empleador debe abonar de conformidad con la legislación del país. En la segunda etapa de la negociación, el 21 de diciembre de 2004, acompañó al Sr. Pul Sopheak el Sr. Chea Money, presidente del FTUWKC, pero no fue posible obtener un texto de convenio colectivo.
  60. 325. En su comunicación de 11 de febrero de 2005, la organización querellante mencionó el arresto y breve detención del presidente del FTUWKC Chea Money, el 20 de enero de 2005. La policía detuvo a Chea Money frente a la sede del Sindicato, junto con Heng Sophoan, delegado del FTUWKC para la fábrica de confecciones Su Tong Fang.
  61. 326. Poco antes ese mismo día, unos 300 trabajadores de la fábrica Su Tong Fang habían organizado una manifestación para protestar contra el despido de un compañero y la presunta golpiza propinada a otro trabajador por un guardia de seguridad de la empresa. El mediador del Ministerio de Trabajo, Sr. Khem Ben Chhean, habría declarado el jueves 18 de enero que el guardia acusado de golpear al trabajador no había sido despedido, pero que «una decisión [era] inminente». Según el testimonio de un trabajador, la manifestación del sábado 15 de enero fue dispersada violentamente a la altura del Ministerio de Comercio. La orden de dispersión se basaba en que los manifestantes no habían tramitado una autorización previa. Se señala, no obstante, que el permiso de manifestar casi nunca se otorga.
  62. 327. La CIOSL observa que, de acuerdo con las informaciones de que dispone, el Sr. Chea Money no había participado en la manifestación que se relata, pero que poco después, ese mismo día, se impidió a él y otros 30 sindicalistas el ingreso a su sede sindical, y la policía apartó violentamente a estas dos personas y las hizo montar en un automóvil policial. Ambos salieron en libertad a eso de las 17 horas. Según declaraciones de Pal Chanrat, jefe de policía de la comuna Boeung Raing del distrito de Daun Penh, estas personas no fueron detenidas, sino sólo interrogadas. El funcionario afirmó que Chea Money había usado un megáfono para arengar a los manifestantes, molestando a los pasantes cerca de la embajada de los Estados Unidos.
  63. 328. Al liberarlos, ambos tuvieron que estampar sus impresiones digitales en un documento, en el cual admitían, entre otras cosas, que en la manifestación de la mañana habían alterado el orden público, y prometían hacer volver al trabajo a los huelguistas de la fábrica de confecciones y abstenerse de nuevas manifestaciones callejeras. El documento inicial incluía un virtual compromiso de abstenerse de toda acción de huelga en el futuro, pero incluso después de modificarse, el documento impone serias restricciones a las actividades sindicales normales, incluido el derecho de huelga. La CIOSL dispone de la siguiente traducción de dicho documento:
  64. Reino de Camboya
  65. Rey de la Religión de la Nación
  66. Acuerdo
  67. Los suscritos, cuyos nombres y cargos figuran a continuación,
  68. 1. Chea Money, líder del Sindicato Libre del Reino de Camboya,
  69. 2. Heng Sophorn, líder del Sindicato libre de la fábrica de prendas de vestir Su Tong Fa, nos declaramos dispuestos a acordar con las autoridades lo siguiente:
  70. – abstenernos de toda actividad que atente contra el honor de la nación,
  71. – guardar silencio,
  72. – abstenernos de quebrantar la seguridad y el orden público,
  73. – respetar plenamente las leyes sobre manifestaciones,
  74. – anunciar, al regresar a nuestros hogares, que todos los trabajadores de la industria del vestido deben volver a sus casas y dejar de participar en manifestaciones.
  75. En prueba de lo cual, dejamos cada uno la huella del pulgar derecho.
  76. Huella del pulgar derecho: visto y certificado.
  77. 329. También señala la CIOSL otro hecho preocupante, puesto que Sam Rainsay, líder del partido de oposición SRP, perdió la inmunidad parlamentaria el 3 de febrero de 2005. Esta decisión permitirá al Gobierno abrirle juicio por difamación, a raíz de sus declaraciones tras el asesinato de Chea Vichea, en el sentido de que el Gobierno estaba implicado en el crimen y existiría una lista negra, con los nombres de Chea Vichea, Rong Chhun y él mismo, entre otros. La comunicación indica que Sam Rainsy fue miembro fundador del FTUWKC y mantenía estrechos vínculos con el movimiento sindical, el actual presidente del FTUWKC y su finado hermano Chea Vichea.
  78. B. Respuesta del Gobierno
  79. 330. En su comunicación de 11 de mayo de 2004, el Gobierno declara que, visto el informe de la policía municipal de Phnom Penh, cabía considerar la muerte del Sr. Chea Vichea como un homicidio voluntario sin premeditación, no imputable a discriminación antisindical. El Gobierno incluyó los resultados de las investigaciones efectuadas por la policía al respecto. El informe indica que, basándose en las investigaciones del Comité de Prevención y Eliminación de Actividades Delictivas de Phnom Penh y la información suministrada por varios testigos, la policía municipal de Phnom Penh detuvo a dos sospechosos, Born Samnang y Sok Sam Oeun, confiscándoles una pistola K 59 con número de registro borrado, un cartucho y tres balas, que comparó con dos cápsulas halladas en el lugar del crimen y el proyectil extraído del cuerpo de la víctima. Los exámenes balísticos demostraron que las cápsulas halladas y el proyectil disparado correspondían a disparos efectuados con la pistola K 59 de número de registro borrado. El informe de la policía municipal de Phnom Penh indica que sus autoridades disponen de pruebas y testimonios suficientes para demostrar la responsabilidad de ambos sospechosos en el asesinato del Sr. Chea Vichea.
  80. 331. En una segunda comunicación, de 2 de junio de 2004, el Gobierno declaró que, en cooperación con las instituciones competentes, prestaba mucha atención y cuidado a todo asesinato cometido y que las investigaciones, tanto en el caso de Chea Vichea como en el de Ros Sovannareth y al igual que en el de toda otra víctima, se habían realizado en forma imparcial y de conformidad con las normas del derecho.

C. Conclusiones del Comité

C. Conclusiones del Comité
  1. 332. El Comité expresa su profunda preocupación y consternación ante la gravedad del caso, que se refiere al asesinato de dos dirigentes sindicales, Chea Vichea y Ros Sovannareth, en menos de cuatro meses de intervalo. El asesinato de dos sindicalistas en un período tan corto de tiempo es un motivo de enorme preocupación en cuanto a la seguridad del movimiento sindical en ese país. El Comité también toma nota de los alegatos según los cuales habría fuertes indicios de que una conexión existe entre ambos incidentes y que estaría relacionada con las actividades sindicales de las víctimas. El Comité deplora profundamente estos sucesos y señala a la atención del Gobierno que semejante clima de violencia, que puede llegar hasta la muerte de dirigentes sindicales, constituye un serio obstáculo al ejercicio de los derechos sindicales.
  2. 333. El Comité observa que, según la organización querellante, Chea Vichea se vio muchas veces envuelto en conflictos, debido a sus actividades sindicales, con los administradores y/o propietarios de fábricas de prendas de vestir y con las autoridades, por haber organizado movimientos de protesta de los trabajadores, y que muchos industriales del sector del textil del país se oponían resueltamente a sus esfuerzos de organización de sindicatos. El Comité entiende que Chea Vichea recibió varias amenazas de muerte y que, a raíz de ello, tuvo que ocultarse muchas veces. Al respecto, el Comité recuerda que el ambiente de temor que resulta de amenazas de muerte a sindicalistas no puede sino incidir desfavorablemente en el ejercicio de las actividades sindicales, ya que dicho ejercicio sólo es posible dentro del respeto de los derechos humanos fundamentales y en un clima desprovisto de violencia, de presiones o amenazas de toda índole [véase Recopilación de decisiones y principios del Comité de Libertad Sindical, cuarta edición, 1994, párrafo 63].
  3. 334. En relación con el asesinato de Chea Vichea, el Comité observa que, tras la detención de dos sospechosos, el 19 de marzo de 2004 el juez de instrucción decidió levantar las imputaciones por falta de pruebas, pero esta decisión fue rechazada el 1.º de julio por el Tribunal de Apelaciones, el que instó a proseguir la investigación con el fin de probar la culpabilidad de los sospechosos. En cuanto al asesinato de Ros Sovannareth, el Comité observa que, según la organización querellante, la policía aún no ha detenido a ningún sospechoso.
  4. 335. El Comité deplora que el Gobierno sólo haya suministrado una información incompleta acerca del asesinato de Chea Vichea, ya que se limita a mencionar un informe de la policía municipal de Phnom Penh, y no ha proporcionado ninguna información detallada sobre las medidas adoptadas para hallar a los responsables del asesinato de Ros Sovannareth.
  5. 336. Lamentando que las autoridades no hayan adoptado medidas para garantizar la protección de los dirigentes sindicales mencionados y que las investigaciones hasta ahora realizadas no hayan permitido identificar a los responsables de su asesinato, el Comité recuerda que el asesinato, la desaparición o las lesiones graves de dirigentes sindicales y sindicalistas exigen la realización de investigaciones judiciales independientes con el fin de esclarecer plenamente en el más breve plazo los hechos y las circunstancias en las que se produjeron dichos asesinatos, y así, dentro de lo posible, determinar las responsabilidades, sancionar a los culpables y prevenir la repetición de los mismos. La ausencia de fallos contra los culpables comporta una impunidad de hecho que agrava el clima de violencia y de inseguridad, lo cual es extremadamente perjudicial para el ejercicio de las actividades sindicales [véase Recopilación, op. cit., párrafos 51 y 55]. A la luz de estos principios, el Comité insta al Gobierno a abrir sin demora una investigación independiente de estos crímenes, con el fin de determinar no solamente a sus autores sino también a sus instigadores, y someterlos a la justicia. El Comité pide al Gobierno que lo mantenga informado de los resultados de tal investigación.
  6. 337. Por otra parte, el Comité expresa su profunda preocupación ante los alegatos sobre el aumento de las persecuciones contra el movimiento sindical de Camboya, así como el clima social y los sucesos descritos en la queja, entre ellos los que se refieren a confesiones obtenidas por la fuerza, la intimidación y desaparición de testigos, la ausencia de investigación, etc. El Comité deplora que el Gobierno no haya respondido a ninguno de estos alegatos adicionales que presentó la organización querellante.
  7. 338. En relación con los alegatos acerca del arresto y breve detención del nuevo presidente del FTUWKC, Sr. Chea Money, ocurrida el 20 de enero de 2005, junto con la de otro representante sindical en el marco de una manifestación pública, el Comité recuerda que los trabajadores deben poder gozar del derecho de manifestación pacífica para defender sus intereses profesionales y desea señalar en tal sentido que las medidas privativas de libertad contra sindicalistas, por motivos relacionados con sus actividades sindicales, aunque se trate de simples interpelaciones de corta duración, pueden constituir un obstáculo al ejercicio de los derechos sindicales [véase Recopilación, op. cit., párrafos 77 y 132].
  8. 339. En este contexto, el Comité expresa su preocupación ante el presunto acuerdo de no realizar más manifestaciones, en el que se habría forzado a Chea Money y a un colega suyo delegado a reconocer, entre otros cargos, que habían alterado el orden público durante la manifestación celebrada ese día y a prometer que harían cesar la huelga y las manifestaciones de los trabajadores del vestido. Si bien se reconoce generalmente que las organizaciones sindicales deben respetar las disposiciones generales relativas a las reuniones públicas aplicables a todos, y observar los límites razonables que pudieran fijar las autoridades para evitar desórdenes en la vía pública [véase Recopilación, op. cit., párrafo 141], el Comité espera firmemente que el Gobierno declarará nulo el acuerdo mencionado y pide al Gobierno que, en adelante, garantice el derecho de los trabajadores a organizar manifestaciones pacíficas en defensa de sus intereses profesionales.
  9. 340. Preocupan también al Comité los numerosos casos denunciados de intimidaciones, amenazas y agresiones físicas perpetradas contra sindicalistas, que los querellantes alegan no son casuales sino que demuestran la existencia de un cuadro general de intimidación y acoso. En particular, el Comité toma nota de la denuncia de amenazas contra el Sr. Rong Chhun, presidente de la CITA, cuyo nombre figuraría en una lista negra confeccionada por un partido político para asesinar a cinco personas próximamente, así como la agresión sufrida en junio de 2004 por la Sra. Lay Sophead, presidenta del Sindicato de la fábrica de prendas de vestir Luen Thai de Phnom Penh, afiliado al FTUWKC, a la que siguió, en diciembre de 2004, la del Sr. Pul Sopheak, presidente del Sindicato de empresa de Teratex Tarment Factory, también afiliado al FTUWKC. El Comité señala a la atención del Gobierno que un movimiento sindical realmente libre e independiente no se puede desarrollar en un clima de violencia e incertidumbre. En tal sentido, cuando se han producido ataques a la integridad física o moral, el Comité ha considerado que la realización de una investigación judicial independiente debería efectuarse sin dilación, ya que constituye un método especialmente apropiado para esclarecer plenamente los hechos, determinar las responsabilidades, sancionar a los culpables y prevenir la repetición de tales actos [véase Recopilación, op. cit., párrafos 48 y 53]. El Comité pide al Gobierno que tome las medidas necesarias para realizar investigaciones independientes sobre las presuntas agresiones perpetradas contra Lay Sophead y Pul Sopheak y lo mantenga informado de los resultados.
  10. 341. El Comité lamenta una vez más que el Gobierno no haya facilitado una información detallada en relación con ninguno de estos alegatos y señala a la atención del Gobierno el principio por el cual la libertad sindical sólo puede ejercerse en una situación en que se respeten y garanticen plenamente los derechos humanos fundamentales, en particular, los relativos a la vida y a la seguridad de la persona. Insta por ello al Gobierno a adoptar medidas con el fin de garantizar el pleno respeto de los derechos sindicales de los trabajadores en Camboya y que los sindicalistas puedan ejercer sus actividades en un clima exento de intimidaciones y de riesgos para su seguridad personal y sus vidas.

Recomendación del Comité

Recomendación del Comité
  1. 342. En vista de las conclusiones provisionales que preceden, el Comité invita al Consejo de Administración a que apruebe las recomendaciones siguientes:
    • a) el Comité destaca la gravedad de los alegatos pendientes, que se refieren al asesinato de los dirigentes sindicales Chea Vichea y Ros Sovannareth. El Comité deplora profundamente dichos sucesos y señala a la atención del Gobierno que un clima tal de violencia, que conduce incluso a la muerte de dirigentes sindicales, constituye un serio obstáculo al ejercicio de los derechos sindicales;
    • b) el Comité insta al Gobierno a abrir sin demora una investigación judicial independiente de los asesinatos de Chea Vichea y Ros Sovannareth, con el fin de identificar, no sólo a los responsables de estos crímenes, sino también a sus instigadores. El Comité pide al Gobierno que lo mantenga informado de los resultados de dicha investigación;
    • c) en relación con el presunto acuerdo de poner fin a las manifestaciones, en el cual se habría forzado a Chea Money y a su colega delegado del FTUWKC a prometer que harían suspender la huelga a los trabajadores del vestido y les harían renunciar a la celebración de nuevas manifestaciones, el Comité espera firmemente que el Gobierno declarará nulo el acuerdo mencionado y pide al Gobierno que, en adelante, garantice el ejercicio del derecho de los trabajadores a manifestar pacíficamente en defensa de sus intereses profesionales;
    • d) en relación con las agresiones físicas perpetradas, en especial las sufridas por la Sra. Lay Saophead y el Sr. Pul Sopheak, ambos presidentes de sindicatos afiliados al FTUWKC, el Comité pide al Gobierno que tome las medidas necesarias para realizar investigaciones judiciales independientes y lo mantenga informado de los resultados, y
    • e) por último, el Comité insta al Gobierno a adoptar medidas a fin de garantizar el pleno respeto de los derechos sindicales de los trabajadores de Camboya y las condiciones para que los sindicalistas puedan desarrollar sus actividades en un clima exento de intimidación y riesgos para su vida y seguridad personal.
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